27 DE MARZO – VIERNES
5ª SEMANA DE CUARESMA
Santo(s) del día : San Ruperto
Jn
10,31-42
En aquel
tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús. Él les replicó: ‘Os
he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me
apedreáis?’ Los judíos le contestaron: ‘No te apedreamos por una obra buena,
sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios’~ Jesús les
replicó: ‘¿No está escrito en vuestra Ley: ‘Yo os digo: sois dioses?’ Si/a
Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no puede
faltar la Escritura), a quien e/Padre consagró y envió al mundo, ¿decís
vosotros que blasfemo porque dice que es Hijo de Dios? Si no hago las obras de
mi Padre, no me creáis; pero si/as hago, aunque no me creáis a mí, creed en las
obras para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí y yo en el Padre’~
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de
nuevo al otro lado de/Jordán, a/lugar donde antes había bautizado Juan, y se
quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: “Juan no hizo ningún signo; pero
todo lo que Juan dijo de este era verdad’~ Y muchos creyeron en él allí.
1. La conducta de Jesús era patente. Lo
dice él: “Os he hecho ver muchas
obras
buenas’~ La bondad de Jesús se metía por los ojos. Lo sorprenden- te es que
aquella bondad era enjuiciada como una ‘blasfemia’. Parece increíble, pero
tiene su explicación: de nuevo, el enigma y el misterio de Jesús. Todo el mundo
veía que era un hombre y todo el mundo veía que hablaba como Dios. No podían
entender que, en Jesús, Dios se había humanizado.
2. Quien se aferra a la idea de que el
Trascendente no se puede encarnar
en
lo inmanente, el que se empeña en que Dios no se puede humanizar, verá en Jesús
a Dios disfrazado de hombre, pero jamás podrá ver lo humano, lo más
profundamente humano (la bondad humana, la belleza humana, la felicidad humana,
el trabajo humano, el amor humano, el sufrimiento humano...) como la revelación
fundamental de Dios a los humanos.
3. “Aunque no me creáis a mi, creed en las
obras para que comprendáis que el Padre está en mí y yo en el Padre’~ Las obras
que hacía Jesús eran obras de un hombre. Eso es lo que podían ver aquellas
gentes. Veían a un hombre que curaba a los enfermos, que daba de comer a los
pobres, que acogía a los pecadores... Jesús viene a decir que en lo más humano
es donde se
encuentra a Dios. El que no puede entender esto, verá en el Evangelio una
blasfemia.
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