15 DE DICIEMBRE
– VIERNES
– 2 – ADVIENTO
– B –
SAN VALERIANO, Obispo
Lectura del libro
de Isaías (48,17-19):
ESTO dice el Señor, tu libertador,
el Santo de Israel:
«Yo, el
Señor, tu Dios,
te instruyo por tu bien,
te marco el camino a seguir.
Si hubieras atendido a mis mandatos,
tu bienestar sería como un río,
tu justicia como las olas del mar,
tu descendencia como la arena,
como sus granos, el fruto de tus
entrañas;
tu nombre no habría sido aniquilado,
ni eliminado de mi presencia».
Palabra de Dios
Salmo:1,1-2.3.4.6
R/. El que te
sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los
cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.
Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los
justos,
pero el camino de los impíos acaba
mal. R/.
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (11,16-19):
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«¿A quién
compararé esta generación?
Se asemeja a
unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo: “Hemos tocado la flauta,
y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.
Porque vino
Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del
hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de
publicanos y pecadores”.
Pero la
sabiduría se ha acreditado por sus obras».
Palabra del Señor
1. Sea
cual sea el origen y el significado de la parábola de los niños jugando a boda
y entierro, lo que está fuera de duda es que aquí se contraponen dos formas de
vida: la de Juan y la de Jesús.
La vida de
Juan sugiere la idea de un entierro, mientras que la vida de
Jesús nos evoca la experiencia gozosa de una fiesta de boda.
2. La
contraposición es fuerte: Juan vivió como un asceta que se privaba de casi todo, mientras que Jesús fue un ciudadano normal, que incluso dio pie
a que se pudiera decir de él que era un tragón y un bebedor.
Pero lo
sorprendente es que la mayoría de la gente ("esta generación": Gen 6,
9; 7, 1; Job 5, 5; Exdo 44,17) no hizo caso ni a Juan ni a Jesús. De hecho, lo
mismo Juan que Jesús se fueron de este mundo abandonados de casi todo el
pueblo.
¿Qué nos
viene a decir esta parábola?
3. Jesús
da la respuesta: "los hechos han dado la razón a la sabiduría de
Dios". La sabiduría de Dios se hizo vida en Jesús, en la vida
de Jesús (cf. Mt 11, 25-30; 1, 21-23; 4, 17; 13, 54).
Esto
supuesto, fueron los hechos de la vida de Jesús, sus obras, sus buenas obras,
son las que marcan el camino a seguir en la vida. Lo cual quiere decir: el
camino a seguir en la vida no es el de los sacerdotes
del templo, ni el de los anacoretas del desierto, ni el de los ascetas que se
privan de casi todo. Lo que importa en la vida son las "obras"
(érga), el comportamiento que cada cual tiene en su relación con los
demás. Y eso es lo que quedó de Juan y de Jesús: de Juan, quedaron
sus recriminaciones contra el pecado y los pecadores; de Jesús, quedaron sus
preocupaciones por aliviar el sufrimiento de enfermos, pobres, marginados
y gente desgraciada. Y aquí en esto, es en lo que se manifiesta la sabiduría de
Dios.
SAN VALERIANO, Obispo
Vida de San Valeriano obispo
Conmemoración de san
Valeriano, obispo de Abbensa, en África Proconsular, que, siendo más que
octogenario, en la persecución vandálica fue conminado por el rey arriano
Genserico a que entregara los utensilios de la Iglesia y, al rehusar
constantemente hacerlo, fue expulsado de la ciudad con orden de que nadie le
dejara vivir ni en su casa ni en el campo, y durante mucho tiempo estuvo a la
intemperie, en la vía pública, acabando así su vida bienaventurada como
confesor de la verdad ortodoxa (c. 460).
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