4 DE DICIEMBRE
– LUNES –
1 – ADVIENTO – B –
Santa Barbara
Lectura del libro
de Isaías (2,1-5):
Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén.
En los días
futuros estará firme
el monte de la casa del Señor,
en la cumbre de las montañas,
más elevado que las colinas.
Hacia él
confluirán todas las naciones,
caminarán pueblos numerosos y dirán:
«Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob.
Él nos
instruirá en sus caminos
y marcharemos por sus sendas;
porque de Sión saldrá la ley,
la palabra del Señor de Jerusalén».
Juzgará entre
las naciones,
será árbitro de pueblos numerosos.
De las espadas forjarán arados,
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra
pueblo,
no se adiestrarán para la guerra.
Casa de Jacob, venid;
caminemos a la luz del Señor.
Palabra de Dios
Salmo:
121,1-2.4-5.6-7.8-9
R/. Vamos alegres
a la casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R/.
Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de
justicia,
en el palacio de David. R/.
Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios». R/.
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien. R/.
Lectura del santo
evangelio según san Mateo (8,5-11):
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó
rogándole:
«Señor, tengo
en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a
curarlo».
Pero el
centurión le replicó:
«Señor, no
soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi
criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a
mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y
viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo,
Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os
digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán
muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el
reino de los cielos».
Palabra del Señor
1. Por
más extraño que parezca, hablando con propiedad, los evangelios no son libros
de religión. Porque - ¿Cómo puede ser un libro de religión una recopilación de relatos en la que el protagonista de esos relatos, Jesús de
Nazaret, fue perseguido, odiado, condenado y asesinado por la religión y sus
dirigentes?
Los
evangelios son un proyecto de vida. Es decir, los evangelios nos enseñan cómo
tenemos que vivir quienes pensamos y decimos que creemos en Jesús y seguimos a
Jesús.
2. En
este relato, Jesús elogia la fe de un centurión romano. Y la elogia hasta el
extremo de afirmar, en público, que nadie en Israel tenía tanta fe como aquel
extranjero. No cabe duda de que Jesús entendía la fe, no como un "acto
religioso", sino como un "comportamiento
humano". Sin duda alguna, se trata del comportamiento de aquel hombre importante ante el sufrimiento de un
sirviente, quizá incluso un esclavo.
3. Una
persona cree en Jesús en la medida en que no soporta el sufrimiento de quienes
se ven amenazados, hundidos en el dolor, desatendidos y sin esperanza. En este mundo, en el que tanto se sufre, una persona que va por
la vida como en este episodio se muestra el centurión, esa persona cree en
Jesús en la medida en que ve, en la vida de Jesús, la solución para tanta
desgracia y tanto dolor.
La fe es ver,
en el "proyecto de vida" que vivió Jesús, la solución al dolor y
descomposición de este mundo.
Según la leyenda habría nacido en Nicomedia, cerca del mar de Mármara, hija
de un sátrapa de nombre Dióscuro, que la encierra en una torre; según una
leyenda, esto es para evitar que los hombres admiraran su belleza y la
sedujeran, según otra para evitar el proselitismo cristiano.
En ausencia de su padre, Bárbara es convertida al catolicismo, y manda
construir tres ventanas en su torre simbolizando la Trinidad; su padre se
entera del significado de estas ventanas, se enfada y quiere matarla, por lo
que ella huye y se refugia en una peña milagrosamente abierta para ella.
Atrapada pese al milagro, se enfrenta a su destino.
Su martirio fue el mismo que el de San Vicente Mártir: habría sido atada a
un potro, flagelada, desgarrada con rastrillos de hierro, colocada en un lecho
de trozos de cerámica cortantes, quemada con hierros al fuego... Cada versión
distinta cambia, añade o quita torturas. Finalmente, el mismo Dióscuro la
habría decapitado en la cima de una montaña, por lo que un rayo le alcanza a
él, muriendo.
También existe la versión de que su padre la habría enviado al juez, quien
la mandó decapitar, versión que no incluye el rayo; por ello la primera versión
es más explicativa de los patronatos que ejerce.
Es la patrona de las profesiones que manejan explosivos (debido a la leyenda
del rayo) y muy especialmente de los mineros. En las Cuencas Mineras Asturianas
le dedican un himno llamado Santa Bárbara Bendita. Así mismo, es también
patrona de los militares que pertenecen al Arma de Artillería de la mayoría de
los ejércitos del mundo, ¡incluidos los de algunos países musulmanes!
Se celebra la onomástica el 4 de diciembre.
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