jueves, 12 de diciembre de 2019

Párate un momento: El Evangelio del dia 13 de DICIEMBRE – VIERNES – 2ª – ADVIENTO – A – Santa Lucia, virgen y mártir



13 de DICIEMBRE – VIERNES –
2ª – ADVIENTO – A –
Santa Lucia, virgen y mártir

Lectura del libro de Isaías (48,17-19):

ESTO dice el Señor, tu libertador,
el Santo de Israel:
«Yo, el Señor, tu Dios,
te instruyo por tu bien,
te marco el camino a seguir.
Si hubieras atendido a mis mandatos,
tu bienestar sería como un río,
tu justicia como las olas del mar,
tu descendencia como la arena,
como sus granos, el fruto de tus entrañas;
tu nombre no habría sido aniquilado,
ni eliminado de mi presencia».

Palabra de Dios

Salmo: 1,1-2.3.4.6

R/. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.

V/. Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.

V/. Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/.

V/. No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,16-19):

EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«¿A quién compararé esta generación?
Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo:
“Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen:
“Tiene un demonio”.
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen:
“Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».

Palabra del Señor

1.  Este texto completa el elogio que, según el evangelio de Mateo, hizo Jesús de Juan: el más grande y lo mejor que puede dar de sí la condición humana.
A juicio de Jesús, Juan fue lo más perfecto que puede nacer de una madre. Con su humanidad  y su mezcla de   inhumanidad, como nos ocurre a todos los mortales. Por eso Juan fue un modelo heroico de ejemplaridad profética. Como fue igualmente un hombre duro y severo, que fustigó y amenazó a pecadores con el juicio inminente de Dios. De ahí que la vida de Juan estuviera marcada por la austeridad, la renuncia y la mortificación, como quedó patente en su vida de hombre del desierto, en su forma de vestir, en su alimentación (Mt 3, 1-4 par), en las diatribas que lanzaba a sus oyentes con amenazas, juicios y castigos de un Dios amenazante (Mt 3, 7-10 par).

2.  Pero los evangelios testifican que la vida de Jesús no fue como la de Juan. Jesús no se pasó la vida en el desierto, sino que convivió con la gente, vive como  todo el mundo   y de forma  que su vestimenta  se la rifaron los que lo mataron (Mc 15, 24; Jn 19, 23-24), comía como los demás, asistía a bodas (Jn1-11), banquetes y cenas en casa de pecadores como Zaqueo (Lc 19,5-10) o gentes de mala fama (Lc 15, 1-2; Mc 2, 15), lo mismo que con fariseos notables o en fiestas de personas más distinguidas (Jn 12, 1-8), si bien lo más destacado es que comía como  un  pobre y con los pobres (Mc 6, 35-44; Mt 14;
E-13: Lc 9, 14-17; Jn 6, 1-15; Mc 8, 1-8; Mt 15, 32-39). Y, por supuesto, si algo llamo a la atención, en las enseñanzas de Jesús, es que, en lugar de amenazar a los pecadores, lo que hizo fue acoger a todos los extraviados (Lc 15), poner como modelo  de fe a personas paganas (Mt 8, 10), elogiar la ejemplaridad buen samaritano en contraste con la insensibilidad del clero (Lc 10, 25-37), acogía a las mujeres de mala fama (Lc 7, 37-50; Jn 8, 1-11) hasta decir que los publicanos y las prostitutas entraban en el Reino de Dios antes que los sumos sacerdotes (Mt 22, 31; cf. Mt 22, 23).

3. Todo esto es lo que explica la pequeña historia de los dos grupos de niños que jugaban en la plaza de un pueblo: unos jugando a boda (los que tocaban la flauta) y otros jugando a entierro (los que cantaban lamentaciones). 
Jesús compara a Juan con un entierro, mientras que él se identifica con la alegría de una boda.
La clave aquí está en que la austeridad de la religión, con frecuencia, deshumaniza, mientras que la alegría de la vida nos hace más humanos.
Así fue Jesús: desconcertantemente humano. Solamente entiende y vive el Evangelio quien lo integra en su vida de forma que así se hace más   humano, más íntegro, más coherente, mejor ciudadano, y sobre todo más sensible al sufrimiento y a la igualdad entre todos los seres humanos por igual, sean cuales sean nuestras creencias o nuestra religión.

Santa Lucia, virgen y mártir


        Santa Lucía (siglo IV)
 Murió, probablemente, en Siracusa, durante la persecución de Diocleciano. Su culto se difundió desde la antigüedad a casi toda la Iglesia, y su nombre fue introducido en el Canon Romano.
A Santa Lucía se le ha representado frecuentemente con dos ojos, porque según una antigua tradición, a la santa le habrían arrancado los ojos por proclamar firmemente su fe.
Nació y murió en Siracusa, ciudad de Italia, y gracias a sus múltiples virtudes entre las que se destaca la sencillez, la humildad y la honradez, el Papa San Gregorio en el siglo VI puso su nombre a dos conventos femeninos que él fundó.
Según la tradición, cuando la santa era muy niña hizo a Dios el voto de permanecer siempre pura y virgen, pero cuando llegó a la juventud quiso su madre (que era viuda), casarla con un joven pagano. Lucía finalmente obtuvo el permiso de no casarse, pero el joven pretendiente, rechazado, dispuso como venganza acusarla ante el gobernador de que la santa era cristiana, religión que estaba totalmente prohibida en esos tiempos de persecución. Santa Lucía fue llamada a juicio; fue atormentada para obligarla a adorar a dioses paganos, pero ella se mantuvo firme en su fe, para luego ser decapitada. 

Oración a Santa Lucia

Oh Bienaventurada y amable Virgen Santa Lucía, universalmente reconocida por el pueblo cristiano como especial y poderosa abogada de la vista, llenos de confianza a ti acudimos; pidiéndote la gracia de que la nuestra se mantenga sana y le demos el uso para la salvación de nuestra alma, sin turbar jamás nuestra mente en espectáculos peligrosos.
Y que todo lo que ellos vean se convierta en saludable y valioso motivo de amar cada día más a Nuestro Creador y Redentor Jesucristo, a quien, por tu intercesión, oh protectora nuestra; esperamos ver y amar eternamente en la patria celestial.

Amén.


No hay comentarios:

Publicar un comentario