17 - DE DICIEMBRE – MARTES –
III – SEMANA DE ADVIENTO – C –
SAN JUAN DE MATA
Lectura del libro del Génesis (49,1-2.8-10):
EN aquellos
días, Jacob llamó a sus hijos y les dijo:
«Reuníos, que os voy a contar lo que os va a
suceder en el futuro; agrupaos y escuchadme, hijos de Jacob, oíd a vuestro
padre Israel:
A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, pondrás la mano sobre la cerviz de
tus enemigos, se postrarán ante ti los hijos de tu padre.
Judá es un león agazapado, has vuelto de hacer presa, hijo mío; se agacha y se tumba como león o como
leona, ¿quién se atreve a desafiarlo?
No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón
de mando de entre sus rodillas, hasta que venga aquel a quien está reservado, y le rindan homenaje los pueblos».
Palabra de Dios
Salmo: 71,1-2.3-4ab.7-8.17
R/. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
V/. Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia
al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R/.
V/. Que los montes traigan paz, y los
collados justicia; defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre. R/.
V/. En sus días florezca la justicia y la paz
hasta que falte la luna; domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R/.
V/. Que su nombre sea eterno, y su fama
dure como el sol; él sea la bendición de todos los
pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas
de la tierra. R/.
Lectura del santo evangelio según san
Mateo (1,1-17):
LIBRO del
origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.
Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a
Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés
y a Zará, Farés engendró a Esrón, Esrón engendró a Aran, Aran engendró a
Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón
engendró, de Rajab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a
Jesé, Jesé engendró a David, el rey.
David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón engendró a
Roboán, Roboán engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, Asaf engendró a
Josafat, Josafat engendró a Jorán, Jorán engendró a Ozías, Ozías engendró a
Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a
Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías; Josías engendró a
Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías
engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud,
Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc,
Sadoc engendró a Aquín, Aquín engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar,
Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el
esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
Así, las generaciones desde Abrahán a David
fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce;
y desde la deportación a Babilonia hasta el Cristo, catorce.
Palabra del Señor
1.- El texto de esta primera
lectura en su inmediata interpretación se entiende como una exaltación de su
hijo Judá sobre sus hermanos: “se prostrarán ante ti los hijos de tu madre”. En
el capítulo Jacob anuncia el destino de sus hijos. El texto de la lectura se
refiere solo a Judá. Y en efecto, Judá acabó siendo quien da nombre al pueblo
judío. El texto quiere fundamentar que los descendientes de Judá, los judíos,
son el auténtico “pueblo escogido”.
¡Qué peligroso es creerse
pueblo elegido de Dios! Pero así se lo creían. Solo Jesús se atrevería a decir
que vendrán de Oriente y Occidente y alcanzarán el Reino que anuncia y ellos,
judíos, quedarán fuera. Así lo entenderá, luego Pablo, al decir que ante Dios
no hay judío ni gentil, como ni amo y esclavo.
Nosotros, que formamos “el pueblo de Dios”, que es la Iglesia, no
debemos caer en creernos superiores a otros “hijos de Dios”. Incluso aunque no
crean en Dios, o crean que son hijos de “otro Dios”. Aunque sí hemos de ser
agradecidos por ser elegidos para ser parte de “su pueblo”.
2.- La genealogía de Mateo
va de padres a hijos: la de Lucas de hijos a padres. Parte de Abrahán, mientras
que Lucas asciende hasta Dios.
Cuando en las eucaristías
de este día nos encontramos con este texto, no sabemos cómo enfocar la homilía.
¿Qué decir? Es cierto el interés del evangelista de situar a Jesús en la
aristocracia del pueblo judío. O al menos afirmar su indiscutible carácter judío,
su sangre judía…, y sangre azul. Los cristianos que convivieron con otros
descendientes de judíos se vanagloriaban de ser “cristianos viejos”.
(Aunque sería más lógico
que la genealogía no fuera de José, sino de María, “de la cual nación Jesús,
llamado el Cristo”, que dice el texto).
3.- Lo que si se deduce de
la genealogía es la indudable condición humana de Jesús. Eso que Gaudium et
spes, decía nítidamente: “trabajó con manos de hombre, obró con voluntad de
hombre, amó con corazón de hombre”, …como todo nacido de mujer, diríamos hoy.
Tomar conciencia de ellos
es imprescindible para celebrar de verdad la Navidad. Este día 17, es el
primero de la octava que la liturgia señala como preparación para la fiesta.
Vivamos con intensidad la liturgia de estos días, que la Iglesia califica de ferias
mayores.
San Juan de Mata
Este santo es el fundador
de la Comunidad de la Stma. Trinidad, o Padres Trinitarios, que tiene 75 casas
en el mundo con 580 religiosos.
Nació en Francia, en los límites con
España, en 1160.
Durante
sus primeros años se dedicó a los estudios de bachillerato y a la equitación y
al deporte de la natación. Pero las dos actividades que más le agradaban eran
la oración y el dedicarse a ayudar a los pobres. Frecuentemente se retiraba a
una ermita alejada del pueblo y allí pasaba varios días dedicado a la
meditación.
Su padre lo envió a París y
allá obtuvo el doctorado y luego fue ordenado sacerdote.
Las antiguas crónicas dicen
que durante la celebración de su Primera Misa tuvo una visión celestial: vio a
unos pobres cristianos prisioneros de los mahometanos y con peligro de
renunciar a su religión, y observó cómo un religioso vestido de blanco y con una
cruz roja y azul en el pecho los libraba y los salvaba de perder su fe. Con
esto creyó sentir una invitación celestial a fundar una comunidad para libertar
cristianos.
Juan fue a consultar a San
Félix de Valois, que vivía retirado meditando y rezando y después de varios
días de rezar con él, le narró la idea que tenía de fundar una comunidad de
religiosos para libertar cautivos. A San Félix le pareció muy buena idea y los
dos se fueron a Roma a conseguir el permiso del Papa.
Inocencio III no era muy
amigo de fundar nuevas congregaciones religiosas pero las oraciones de estos
dos santos lograron la buena voluntad del Pontífice y les concedió su
aprobación. Juan fue consagrado obispo y a los religiosos se les concedió un
hábito banco con una cruz roja y azul en el pecho. Superior General de la
Comunidad fue nombrado Juan de Mata.
El rey de Francia Felipe
Augusto les concedió autorización para conseguir fondos en favor de los
prisioneros, y así nuestro santo hizo varios viajes al Africa a libertar
cautivos.
Los piratas mahometanos
llegaban a las costas españolas y francesas y se llevaban prisioneros a todos
los que encontraban. Y había el grave peligro de que aquellos pobres esclavos,
en medio de tan terribles sufrimientos, renegaran de su fe para que no los
trataran mal. Por eso San Juan de Mata se propuso rescatarlos.
En el año 1201 Juan de Mata
y sus religiosos lograron rescatar en Marruecos 186 prisioneros. Al año
siguiente en Túnez rescataron 110 prisioneros. Por cada uno había que pagar una
crecida suma de dinero, y los Padres Trinitarios iban de ciudad en ciudad y de
campo en campo consiguiendo con qué pagar el rescate de los pobres esclavos.
San Juan de Mata tuvo que
sufrir mucho por parte de los mahometanos que le tenían mucha antipatía por los
sabios consejos que les daba a los esclavos cristianos para que no se dejaran
quitar su santa religión.
Un día en que Juan volvía
del Africa con 120 prisioneros cristianos que había libertado de la esclavitud
de los musulmanes, un grupo de piratas mahometanos asaltó su barco, destruyó el
timón y rasgó las velas (telas por las cuales el viento empujaba la embarcación).
Los pasajeros creyeron que iban a naufragar en el mar, pero el santo hizo unas
nuevas velas uniendo los mantos de todos ellos, y se puso a rezar, y así sin
timón, pero lleno de confianza en Dios, y suplicando que Nuestro Señor hiciera
de piloto, y colocándose en la proa del barco con un crucifijo en las manos,
logró tener un próspero viaje y desembarcaron sanos y salvos en Ostia (Italia).
Los últimos años los pasó
en Roma dedicado a la predicación y a conseguir ayudas para los pobres y murió
santamente en el año 1213.
Este santo se preocupó
siempre de ocultar los hechos más admirables de su vida. El cumplía aquel
antiguo principio: "Hay que amar el permanecer oculto y el no ser
conocido".
Un religioso de su
comunidad, el Padre Juan Gil, recató en 1580 a Miguel de Cervantes, autor del
Quijote, que estaba preso de los musulmanes desde 1575.
En el año 1660 la Santa
Sede autorizó el culto a San Juan de Mata, y hoy en día son muchos los que en
el mundo entero siguen recibiendo de Dios el mismo llamamiento que él recibió
del cielo: ir a ayudar a los que sufren en cárceles y prisiones.
Jesús prometió que en el
día del Juicio Final dirá a muchos de los que estarán a su derecha: "Venid
benditos de mi Padre, porque cuando Yo estuve preso me fuisteis a ayudar. Todo
lo que hicisteis con los demás aun con los más humildes, a Mí me lo hicisteis"
(S. Mateo 35,40).
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