martes, 3 de diciembre de 2024

Párate un momento: El Evangelio del dia 5 - DE DICIEMBRE – JUEVES – I – SEMANA DE ADVIENTO – C – Hermanas Mártires capuchinas de la madre del Divino Pastor

 


 

5 - DE DICIEMBRE – JUEVES –

I – SEMANA DE ADVIENTO – C –

Hermanas Mártires capuchinas

de la madre del Divino Pastor

 

   Lectura del libro de Isaías (26,1-6):

 

   Aquel día, se cantará este canto en la tierra de Judá:

  «Tenemos una ciudad fuerte, ha puesto para salvarla murallas y baluartes.

  Abrid las puertas para que, entre un pueblo justo, que observa la lealtad; su ánimo está firme y mantiene la paz, porque confía en ti.

  Confiad siempre en el Señor, porque el Señor es la Roca perpetua.

         Doblegó a los habitantes de la altura, a la ciudad elevada; la abatirá, la abatirá hasta el suelo, hasta tocar el polvo.

   La pisarán los pies, los pies del oprimido, los pasos de los pobres».

 

Palabra de Dios

 

   Salmo: 117,1.8-9.19-21.25-27a

   R/. Bendito el que viene en nombre del Señor

 

   Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

        Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres, mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes. R/.

    Abridme las puertas de la salvación, y entraré para dar gracias al Señor.

         Esta es la puerta del Señor: los vencedores entrarán por ella.

        Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mí salvación. R/.

     Señor, danos la salvación; Señor, danos prosperidad.

        Bendito el que viene en nombre del Señor, os bendecimos desde la casa del Señor; el Señor es Dios, él nos ilumina. R/.

 

   Lectura del santo evangelio según san Mateo (7,21.24-27):

 

   En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

   «No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

   El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.

       El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande».

 

Palabra del Señor

 

       1.-  Los capítulos 24-27 del profeta Isaías forman una gran «escatología» o descripción de un juicio seguido de la instauración de una salvación definitiva.

En el texto que nos propone la palabra hoy del capítulo 26 se nos presenta a Jerusalén, la “ciudad fuerte”, bastión de la asamblea redimida y símbolo de la comunidad fiel a la ley y la palabra que atrae a los israelitas idólatras y a los paganos al reconocimiento del Señor (cf. Is 2, 2-5).

        Las murallas y baluartes levantados para proteger Jerusalén constituyen la metáfora de la ley y la palabra del Señor. Cuatro notas caracterizan la identidad teológica del pueblo que entona el canto: es un pueblo justo, y por tanto se adecúa a la voluntad de Dios, observa la lealtad al Señor, lo que le conduce a la firmeza de ánimo, aún en las dificultades y a mantener la paz. Las cuatro notas derivan de la confianza de quien se apoya en el Señor, simbolizado con la metáfora de la Roca, único salvador.

 

       2.-  El texto del profeta Isaías nos invita al iniciar este Adviento a depositar nuestra confianza en el Señor, Roca perpetua, rechazando la seducción de los ídolos. Esa confianza en el Señor se traduce en la vivencia de la justicia y la lealtad, cumpliendo su voluntad cuyas consecuencias son el ánimo firme de quien todo lo espera de Dios y la paz interior que brota de “sabernos en buenas manos”.

 

       3.- La parábola de los constructores que nos presenta el evangelio de hoy apunta a la necesidad de poner en práctica el v. 21: No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. El pasaje nos coloca a los lectores ante el gran dilema: “llevar a cabo” o “no llevar a cabo” las palabras de Jesús después de haberlas oído.

        En el Antiguo Testamento aparece esta dinámica de la escucha y la práctica de la ley (cf. Dt 31,12). Ahora la palabra de Yahvé en el AT es sustituida por la palabra de Jesús.  Es Jesús el que pone al oyente en una situación de discernimiento: Escuchar y poner en práctica sus palabras o escucharlas y no realizarlas.

La tormenta con sus aguaceros, arroyos crecidos que inundan los valles antes secos y fuertes vientos, evocan la prueba escatológica del juicio final en el AT (cf. Ez 13,10-14; Jb 1,19; Is 28, 17; 30, 30; Na 1,3; Os 8,7; Ez 38, 22). La supervivencia del constructor que edifica sobre roca y la ruina para aquel que ha edificado sobre arena se pondrán de manifiesto en el juicio, que revelará la verdad contemplada de la parábola.

        Desde esta perspectiva este juicio no constituye un momento puntual, se va desgranando en toda la existencia de forma procesual, y la criba, se va realizando en una confrontación permanente con la Palabra. La vida del creyente es un discernimiento continuo a la luz de la palabra para decidir opciones y realizar acciones concretas: (Mt 7,24-27). Lo que ocurre en el juicio escatológico simbolizado en los torrentes, los vientos, no es ni más ni menos que la consecuencia de esa confrontación permanente con la Palabra: de escucharla y obedecerla, actuarla, llevarla a cabo, encarnarla. “Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana” (Walt Disney).

        Nosotros, como discípulos en continuo aprendizaje, estamos en el tiempo de la construcción donde hemos de discernir cada día a la luz de la Palabra la realización de la voluntad de Dios (7,21) expresada en la Palabra de Jesús (7,24). ¿Cuáles son mis actitudes para el encuentro diario con la Palabra? ¿Qué tiempo doy en mi día a día a este discernimiento?

 

Hermanas Mártires capuchinas

de la madre del Divino Pastor

 




Agustina (Anunciación) Peña, CLEMENTINA ARAMBARRI, JUSTA LÓPEZ GONZÁLEZ (AURORA), ENGRACIA ANDIARENA SAGASETA (DARÍA)

  En Madrid, España, Beata Aurelia (en el siglo Clementina Arambarri Fuente) y 3 compañeras, religiosas profesas de las Siervas de María Ministras de los Enfermos, asesinadas por odio a la fe. (1936).

  Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

 

BIOGRAFIA

 

  El Señor concedió a Sor Agustina la gracia del martirio en plena juventud. Dichosa ella, que fue hallada digna de tal don.

  Nació en el pueblo de Ruanales, Santander, el día 23 de marzo de 1900 y el 25 del mismo mes fue regenerada con las aguas bautismales, imponiéndole el nombre de Anunciación. Sus padres se esmeraron en darle una educación profundamente cristiana. No tarda en hacerse presente en su vida el dolor. Con la muerte de su madre, conoció pronto las privaciones y el trabajo, que forjaron en ella un espíritu austero, laborioso y sensible a las necesidades de los demás.

 

  Dios la tenía señalada para sí. El día 14 de diciembre de 1924 ingresó en el Instituto de las Siervas de María en la casa de Tudela, pasando después al Noviciado de Madrid. El 4 de julio de 1925 vistió el santo hábito y el 25 de julio de 1927 emitió sus primeros Votos, ofreciéndose al Señor con todo el fervor de su alma.

 

  El 9 de agosto del mismo año fue destinada a la casa de Pozuelo de Alarcón para ocuparse en los oficios domésticos. El día 5 de julio de 1933 emitió sus Votos Perpetuos en la misma casa de Pozuelo y a los 3 años pasaba a vivirlos en plenitud al cielo.

 

  De espíritu profundamente piadoso, dicen cuántas la conocieron, que todo se convertía para Sor Agustina en Capilla y que en cuanto podía disponer de algún tiempo libre, se retiraba ante el Señor Sacramentado para permanecer ante Él profundamente recogida.

 

  Tenía verdadero amor al trabajo y sus conversaciones casi siempre versaban sobre cosas espirituales. Su disponibilidad y entrega no conocieron límites cuando los Superiores le confiaron el cuidado de Madre Aurelia, aceptando este servicio como sagrado deber, levantándose por la noche, cuantas veces la enferma la llamara, sin dar nunca la menor señal de contrariedad y haciendo con ella derroches de caridad.

 

  En 1936 al tener que abandonar la casa de Pozuelo de Alarcón, es acogida con otras tres Hermanas en la misma familia, pero los milicianos la obligan a separarse de ellas. Se une a otra familia que huye hacia las Rozas y allí sola, es acusada de ser religiosa y habérsele visto rezar.

 

  Su vida de 36 años es coronada con el martirio, el día 5 de diciembre de 1936.

 

  Este grupo de mártires está integrado por:

 

   1. CLEMENTINA ARAMBARRI FUENTE (AURELIA) religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos nacimiento: 23 Octubre 1866 en Vitoria, Álava (España) martirio: 06 Diciembre 1936 en Aravaca, Madrid (España)

 

   2. ANUNCIACIÓN PEÑA RODRÍGUEZ (AGUSTINA) religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos nacimiento: 23 Marzo 1900 en Ruanales, Santander (España) martirio: 05 Diciembre 1936 en Las Rozas, Madrid (España)

 

   3. JUSTA LÓPEZ GONZÁLEZ (AURORA) religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos nacimiento: 28 Mayo 1850 en San Lorenzo, Madrid (España) martirio: 06 Diciembre 1936 en Aravaca, Madrid (España)

 

   4. ENGRACIA ANDIARENA SAGASETA (DARÍA) religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos nacimiento: 05 Abril 1879 en Donamaría, Navarra (España) martirio: 06 Diciembre 1936 en Aravaca, Madrid (España).

 

 

 

 

 

 

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