13 - DE
DICIEMBRE – VIERNES –
II – SEMANA DE ADVIENTO – C –
Santa Lucia, virgen y mártir
Lectura del libro de Isaías (48,17-19):
ESTO dice el
Señor, tu libertador,
el Santo de Israel:
«Yo, el Señor, tu Dios, te instruyo por tu bien, te marco el
camino a seguir.
Si hubieras atendido a mis mandatos, tu bienestar
sería como un río, tu justicia como las olas del mar, tu descendencia como la arena, como sus
granos, el fruto de tus entrañas; tu nombre no
habría sido aniquilado, ni eliminado de mi presencia».
Palabra de Dios
Salmo:1,1-2.3.4.6
R/. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de
la vida.
Dichoso el
hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta
en la reunión de los cínicos; sino que su
gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. R/.
Será como un
árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. R/
No así los
impíos, no así; serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. R/.
Lectura del santo evangelio
según san Mateo (11,16-19):
En aquel
tiempo, dijo Jesús al gentío:
«¿A quién compararé esta generación?
Se asemeja a unos niños sentados en la plaza,
que gritan diciendo: “Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos
entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y
dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen:
“Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Pero la sabiduría se ha acreditado por sus
obras».
Palabra del Señor
1.- El pueblo judío, por su
mal comportamiento, cayó en el destierro. Pero, a pesar de todo, Yahvé nunca le
dejó solo. En este pasaje, le recuerda que el Señor busca siempre su bien a
través de sus mandatos e indicaciones.
De haber escuchado y
obedecido a Dios no estaría en la situación actual. “Si hubieras atendido a mis
mandatos, sería tu paz como un río, tu justicia como las olas del mar, tu generación
sería como arena, como sus granos los vástagos de tus entrañas…”.
2.- Pasando al Nuevo
Testamento, bien sabemos que Jesús es nuestro camino, nuestra verdad y nuestra
vida. Caminando por su misma senda, la vida y la vida en abundancia, ya en esta
tierra, anidará en nuestro corazón y después de nuestra muerte podremos gozar de
la deseada felicidad total y para siempre.
3.- En más de una ocasión,
a lo largo del evangelio, vemos a Jesús quejarse de sus oyentes y seguidores.
En eta ocasión, se apoya en la generaliza actitud de los niños para recordarles
que no siguen sus palabras, sus indicaciones. “Hemos tocado la flauta y no
habéis bailado, hemos cantado lamentaciones y no habéis llorado”.
En todo momento, en las indicaciones de Jesús
más suaves y en las más costosas, hemos de hacerle caso, el mejor, el único
camino para conseguir la alegría de vivir tanto en la tierra como en el cielo.
En todo momento, apoyados
en este pasaje evangélico, hemos de hacer caso a Jesús. Que Jesús no se pueda
quejar de nosotros.
Santa Lucia, virgen y mártir
Santa Lucía (siglo IV)
Murió,
probablemente, en Siracusa, durante la persecución de Diocleciano. Su culto se
difundió desde la antigüedad a casi toda la Iglesia, y su nombre fue
introducido en el Canon Romano.
A Santa Lucía se le ha
representado frecuentemente con dos ojos, porque según una antigua tradición, a
la santa le habrían arrancado los ojos por proclamar firmemente su fe.
Nació y murió en Siracusa,
ciudad de Italia, y gracias a sus múltiples virtudes entre las que se destaca
la sencillez, la humildad y la honradez, el Papa San Gregorio en el siglo VI
puso su nombre a dos conventos femeninos que él fundó.
Según la tradición, cuando
la santa era muy niña hizo a Dios el voto de permanecer siempre pura y virgen,
pero cuando llegó a la juventud quiso su madre (que era viuda), casarla con un
joven pagano. Lucía finalmente obtuvo el permiso de no casarse, pero el joven
pretendiente, rechazado, dispuso como venganza acusarla ante el gobernador de
que la santa era cristiana, religión que estaba totalmente prohibida en esos
tiempos de persecución. Santa Lucía fue llamada a juicio; fue atormentada para
obligarla a adorar a dioses paganos, pero ella se mantuvo firme en su fe, para
luego ser decapitada.
Oración a Santa Lucia
Oh Bienaventurada y amable
Virgen Santa Lucía, universalmente reconocida por el pueblo cristiano como
especial y poderosa abogada de la vista, llenos de confianza a ti acudimos;
pidiéndote la gracia de que la nuestra se mantenga sana y le demos el uso para
la salvación de nuestra alma, sin turbar jamás nuestra mente en espectáculos
peligrosos.
Y que
todo lo que ellos vean se convierta en saludable y valioso motivo de amar cada
día más a Nuestro Creador y Redentor Jesucristo, a quien, por tu intercesión,
oh protectora nuestra; esperamos ver y amar eternamente en la patria celestial.
Amén.
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