miércoles, 13 de enero de 2021

Párate un momento: El Evangelio del dia 15 DE ENERO – VIERNES – 1ª – SEMANA DEL T.O. – B – SANTA RAQUEL

 

 

 


15 DE ENERO – VIERNES –

1ª – SEMANA DEL T.O. – B – 

SANTA  RAQUEL

Lectura de la carta a los Hebreos (4,1-5.11):

 

HERMANOS:

Temamos, no sea que, estando aún en vigor la promesa de entrar en su descanso, alguno de vosotros crea haber perdido la oportunidad.

También nosotros hemos recibido la buena noticia, igual que ellos; pero el mensaje que oyeron no les sirvió de nada a quienes no se adhirieron por La fe a los que lo habían escuchado.

Así pues, los creyentes entremos en el descanso, de acuerdo con lo dicho:

«He jurado en mi cólera

que no entrarán en mi descanso»,

y eso que sus obras estaban terminadas desde la creación del mundo.

Acerca del día séptimo se dijo:

«Y descansó Dios el día séptimo de todo el trabajo que había hecho».

En nuestro pasaje añade:

«No entrarán en mi descanso».

Empeñémonos, por tanto, en entrar en aquel descanso, para que nadie caiga, imitando aquella desobediencia.

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 77,3.4bc.6c-7.8

 

R/. No olvidéis las acciones de Dios

 

V/. Lo que oímos y aprendimos,

lo que nuestros padres nos contaron,

lo contaremos a la futura generación:

las alabanzas del Señor, su poder. R/.

 

V/. Que surjan y lo cuenten a sus hijos,

para que pongan en Dios su confianza

y no olviden las acciones de Dios,

sino que guarden sus mandamientos. R/.

 

V/. Para que no imiten a sus padres,

generación rebelde y pertinaz;

generación de corazón inconstante,

de espíritu infiel a Dios. R/.

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos (2,1-12):

 

CUANDO a los pocos días entró Jesús en Cafarnaún, se supo que estaba en casa.

Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Y les proponía la palabra.

Y vinieron trayéndole un paralítico llevado entre cuatro y, como no podían presentárselo por el gentío, levantaron la techumbre encima de donde él estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dice al paralítico:

«Hijo, tus pecados te son perdonados».

Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros:

«¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo uno, Dios?».

Jesús se dio cuenta enseguida de lo que pensaban y les dijo:

«¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados” o decir: “Levántate, coge la camilla y echa a andar”?

Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados -dice al paralítico-:

“Te digo: levántate, coge tu camilla y vete a tu casa”».

Se levantó, cogió inmediatamente la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo:

«Nunca hemos visto una cosa igual».

 

Palabra del Señor

 

1.  Se sabe con seguridad que, desde tiempos muy remotos, los seres humanos establecieron extrañas relaciones entre las desgracias y los pecados.  Es decir, se establecieron relaciones misteriosas entre el sufrimiento y la conducta humana.  De forma que se llegó a la conclusión de que el mal físico es consecuencia del mal ético. Relacionando el mal ético, no con la   conducta humana, sino más bien con los rituales de la religión. Ya Tito Livio lo recuerda: "El desastre hizo recordar la religión": adversae res admonuerunt   religionum (5, 51, 8).

Así, la "simbólica del mal" (Paul Ricoeur) se relacionó con la "culpa", la "mancha" o la "ofensa". Todo ello vinculado, no tanto a conductas "humanas", sino "rituales". Así, el "pecado" y el "miedo" al castigo divino estaba asegurado (Jean Delumeau).

 

2.  En el fondo, la causa de estas extrañas relaciones tiene mucho que ver con el poder religioso de los dirigentes religiosos. Así, ellos mantienen su control y la fuerza para perpetuar la "mentalidad sumisa", que se traduce en obediencia, alimentada por el miedo al castigo de los dioses. Sin saberlo, los letrados mal pensantes, ante la bondad de Jesús con el paralítico, eran portadores de estas ideas míticas y de tiempos desconocidos, mediante las que tales letrados mantenían su poder sobre las conciencias de la pobre gente, que, además de sufrir enfermedades, carencias y desgracias, tenía que someterse a los "hombres de lo sagrado".

 

3.  El relato de este evangelio es la indicación más clara de que Jesús quiso acabar con estas complicaciones para la conciencia de la gente. Para lo que era necesario dejar patente que, por supuesto, Dios es quien perdona los pecados. Pero el medio para conseguir ese perdón no está en el sometimiento a los "hombres de lo sagrado".

El perdón de los pecados se explica y se demuestra por la fuerza de la bondad con el que sufre, la misericordia con el que se ve incapacitado. Y la lucha contra todo lo que es desgracia y causa de dolor en los seres humanos.

A Jesús le llevaron un hombre destrozado. Por su parálisis total. Y por su mala conciencia. Jesús lo sanó por completo. Por tanto, en la medida en que vamos por la vida dando felicidad, paz y esperanza, en esa misma medida queda perdonado todo posible pecado.

 

SANTA  RAQUEL

 


Esposa de Jacob,

 

Etimológicamente significa “oveja”. Viene de la lengua hebrea.

Era una de las hijas más bellas de Labán.

Justamente fue en el tiempo en que trabajaba Jacob para este señor, cuando se enamoró de ella. Gracias al amor que sentía por ella, aguantó siete años de duro trabajo en casa de Labán.

Pero Labán le dijo que, si quería casarse con Raquel, tenía que estar siete años más y, además, unirse primero con Lía.

Durante muchos años, Raquel no pudo tener hijos. Pero como confiaba plenamente en la Providencia divina, Dios le dio a José.

Cuando Jacob partió para su casa, Raquel robó secretamente los amuletos paternos.

Pasados unos más, Raquel dio a luz a su segundo hijo Benjamín.

Al leer la Biblia, en el libro del Génesis 29 y 30, llegamos a conocer a esta mujer.

Esta última “1...tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos o si no, me muero. 2. Y Jacob se enojó contra Raquel y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? 3. Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella. 4. Y así le dio a Bilha su sierva por mujer; y Jacob se llegó a ella. 4. Y concibió Bilha, y dio un hijo a Jacob. 6. Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto, llamó su nombre Dan.

En otras palabras, Raquel tomó como suyo el hijo que su sirvienta tuvo con Jacob. “Dar a luz sobre las rodillas” puede entenderse como la adopción de este recién nacido, aunque no es ésta la única interpretación posible.

Para nuestro propósito, Dan es el primer hijo de la segunda esposa de Jacob.

La elegía de David ha quedado grabada en la tradición judía y se sigue enseñando como siempre: "En realidad, el primer hijo que Raquel misma dio a luz fue José".

Un autor del primer siglo dijo estas palabras:" El amor interesado fenece, cuando el interés ya no existe. Mas el amor desinteresado perdura hasta la eternidad. El amor de Amnon por Tamar (II Samuel, 13) es el prototipo del amor interesado, mientras que el amor de David y Jonatán lo es del mismo amor desinteresado".

 

 

 

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