11 DE
ENERO – LUNES –
1ª – SEMANA DEL
T.O. – B
Santo Tomás de Cori Placidi
Comienzo de la carta a los Hebreos (1,1-6):
EN muchas ocasiones y de muchas maneras
habló Dios antiguamente a los padres por los profetas.
En esta etapa final, nos ha hablado por
el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha realizado
los siglos.
Él es reflejo de su gloria, impronta de
su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado
la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de la Majestad en las
alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles cuanto más sublime es el nombre
que ha heredado. Pues ¿a qué ángel dijo jamás:
«Hijo mío eres tú, yo te he engendrado
hoy»;
y en otro lugar:
«Yo seré para él un padre,
y él será para mí un hijo?».
Asimismo, cuando introduce en el mundo
al primogénito, dice:
«Adórenlo todos los ángeles de Dios».
Palabra de Dios
Salmo: 96,1.2b.6.7c.9
R/. Adorad a Dios todos sus ángeles
V/. El Señor reina, la
tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Justicia y derecho sostienen su trono. R/.
V/. Los cielos pregonan
su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria.
Adoradlo todos sus ángeles. R/.
V/. Porque tú eres,
Señor,
Altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses. R/.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,14-20):
DESPUÉS de que Juan fue entregado, Jesús
se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:
«Se ha cumplido el tiempo y está cerca
el reino de Dios.
Convertíos y creed en el Evangelio».
Pasando junto al mar de Galilea, vio a
Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran
pescadores.
Jesús les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores
de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, el
de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A
continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los
jornaleros y se marcharon en pos de él.
Palabra de Dios
1. El evangelio de Marcos inicia el relato de la
vida pública de Jesús. Y lo inicia con dos datos que impresionan. En
primer lugar, Jesús se va a Galilea.
Es sabido que Galilea era la región pobre,
subdesarrollada, y cuyos habitantes eran mal vistos por la sociedad instalada,
que vivía en la capital, Jerusalén. O sea, Jesús vio que, para empezar, lo
primero que tenía que hacer era irse, no con los poderosos e influyentes, sino
con los marginados y atrasados, los sencillos trabajadores pobres y para los
pobres. Lo primero que vio Jesús es que los cambios profundos vienen de abajo.
2. El segundo dato, que impresiona en este
relato, es que Jesús se fue a Galilea cuando se enteró de que a Juan Bautista
lo habían metido en la cárcel.
Arrestar a Juan fue decisión de Herodes Antipas, el
hijo de Herodes el Grande, el tirano que reinaba cuando Jesús vino a este
mundo. Los poderes totalitarios de aquel tiempo no necesitaban muchos
argumentos, ni jueces, ni juicios, para meter a uno en la cárcel. Y, si se les
antojaba, para matar a cualquier preso o incluso a cualquier ciudadano.
Por otra parte, se sabe que Galilea vivía, ya entonces, en un ambiente
político-religioso de agitación, revueltas, grupos inquietos y sospechosos, que
no tardaron en organizarse para la lucha. Tal fue el caso de los
"zelotas", que estaban empezando a preparar el movimiento violento (y
desastroso), del que nos informa el historiador judío Flavio Josefo.
Pues bien, Jesús fue a meterse en aquel peligroso
ambiente. Para anunciar su proyecto. Jesús unió su suerte y su destino a los
pobres más amenazados.
3. Y este relato nos informa que lo primero, que Jesús se puso a organizar, fue un grupo de "seguidores". Su proyecto no era reunir un movimiento de gente violenta o algo parecido. El problema, que apunta aquí ya el Evangelio, es mucho más serio y profundo.
Los numerosos relatos de "seguimiento", que
los evangelios, nos proponen una lección teológica que mucha gente ni se
imagina. Todo se centra en este hecho: Solamente viviendo con Jesús y
como Jesús se puede aprender quién es Jesús y en qué consiste su mensaje. El
“seguimiento" es constitutivo de la "cristología". En la Iglesia
abunda la gente que no se ha enterado de esto.
Santo Tomás de Cori Placidi
Martirologio
Romano: En Bellegra, en el Lacio (Italia), santo Tomás de Cori
(Francisco Antonio) Placidi, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores,
preclaro por la austeridad de vida y por la predicación, iniciador de los
retiros (1729).
Fecha de
canonización: 21 de noviembre de 1999, por el Papa Juan Pablo II.
Nacido en
Cori (Latina) el 4 de junio de 1655, Tomás tuvo una infancia marcada por la
pérdida prematura de su madre primero y de su padre después, quedando sólo, a
los catorce años, al cuidado de la hermana más pequeña. Hará de pastor,
aprendiendo la sabiduría de las cosas simples. Casadas las hermanas, queda
libre para seguir la inspiración que desde algún año guardaba en el silencio
del corazón: pertenecer completamente a Dios en la vida religiosa franciscana.
Había conocido a los Frailes Menores en su misma ciudad en el Convento de S.
Francisco. Casadas las dos hermanas y libre de toda preocupación, fue acogido
en la Orden y enviado a Orvieto para hacer el año de noviciado. Profesada la
Regla de S. Francisco y finalizados los estudios de teología, se ordena
sacerdote en 1683. Fue nombrado inmediatamente vice maestro de novicios en el
convento de la SS. Trinidad de Orvieto; sus superiores reconocieron desde muy
pronto sus dotes.
Poco tiempo
después fray Tomás oyó hablar de los Retiros que comenzaban a florecer en la
Orden y de la intención de los Superiores de la Provincia Romana de instaurar
uno en el Convento de Civitella (hoy Bellegra). Su petición fue acogida y el
joven fraile llamó así a la puerta del pobre Convento en 1684, diciendo:
"Soy fray Tomás de Cori y vengo para hacerme santo". Con un lenguaje
quizás lejano al nuestro, expresaba él su ansia de vivir radicalmente el
Evangelio según el espíritu de S. Francisco.
Desde
entonces, fray Tomás permanecerá en Bellegra hasta la muerte, excepto seis años
(1703-1709) en los que será Guardián en el Convento de Palombara, donde
instauró el Retiro, en base al de Bellegra. Escribió Reglas para uno y para
otro, que él el primero observó cuidadosamente, consolidando con la palabra y
con el ejemplo la nueva institución de los dos Retiros.
Los largos
años transcurridos en S. Francisco de Bellegra se pueden resumir en tres puntos:
Oración
Santo Tomás
de Cori fue seguramente, como se ha dicho de S. Francisco, no tanto un hombre
que oraba, como un hombre hecho oración. Esta dimensión animó toda la vida del
Fundador del Retiro. El aspecto más evidente de su vida espiritual fue sin duda
la centralidad de la Eucaristía, testimoniada por Tomás en la celebración
eucarística, intensa y participada, y en la oración silenciosa de adoración en
las largas noches de Retiro después del oficio divino celebrado a medianoche.
Su vida de oración estuvo marcada por una aridez persistente de espíritu. La
ausencia total de una consolación sensible en la oración y en su vida de unión
con Dios, se prolongaría durante más de cuarenta años, encontrándole siempre
sereno y radical en la vivencia del primado de Dios. Verdaderamente su oración
se configuró como " memoria Dei " realizando concretamente la unidad
de vida no obstante las múltiples actividades.
Evangelización
Santo Tomás
no se cerró en el Retiro, olvidando el bien de sus hermanos y el corazón de la
vocación franciscana, que es apostólico. Fue llamado con razón el apóstol del
" Sublacense ", habiendo recorrido comarcas y ciudades en el anuncio
incansable del Evangelio, en la administración de los sacramentos y en el
surgir de milagros a su paso, signo de la presencia y cercanía del Reino. Su
predicación era clara y simple, persuasiva y fuerte. No subió a los púlpitos
más ilustres del tiempo: su personalidad pudo entregar lo mejor de sí en el
ámbito restringido de la región del Lazio, viviendo su vocación franciscana en
minoridad y a la opción concreta por los más pobres.
Exquisita caridad
Santo Tomás
de Cori fue para sus hermanos padre amabilísimo. Ante las resistencias de
algunos hermanos en su deseo de reforma y de radicalidad en vivir el ideal
franciscano, el Santo supo responder con paciencia y humildad, encontrándose
incluso sólo para atender el convento. Había comprendido muy bien que toda
auténtica reforma inicia por sí mismo.
El notable
epistolario que nos ha llegado demuestra la atención de Tomás a las más
pequeñas expectativas y necesidades de sus hermanos y de tantos amigos,
penitentes y frailes que se dirigían a él para recibir un consejo. En el
convento demostró su espíritu de caridad en la disponibilidad a cualquier
necesidad, incluso la más humilde.
Rico de
méritos, se durmió en el Señor el 11 de enero de 1729. Santo Tomás de Cori resplandece entre nosotros y en
Roma, del que es copatrón, sobre todo en su ansia de ideal cristiano y
franciscano puro y vivido en lo esencial. Una provocación para todos nosotros,
a no tomar a la ligera el Evangelio y sus exigencias radicales.
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