jueves, 31 de enero de 2019

Párate un momento: El Evangelio del dia 1 DE FEBRERO – VIERNES – 3ª - SEMANA DEL T.O. – C – Santa Brígida de Irlanda




1 DE FEBRERO – VIERNES –
3ª - SEMANA DEL T.O. – C –

Lectura de la carta a los Hebreos (10,32-39):

HERMANOS:
Recordad aquellos días primeros, en los que, recién iluminados, soportasteis múltiples combates y sufrimientos: unos, expuestos públicamente a oprobios y malos tratos; otros, solidarios de los que eran tratados así. Compartisteis el sufrimiento de los encarcelados, aceptasteis con alegría que os confiscaran los bienes, sabiendo que teníais bienes mejores y permanentes.
No renunciéis, pues, a vuestra valentía, que tendrá una gran recompensa.
Os hace falta paciencia para cumplir la voluntad de Dios y alcanzar la promesa.
«Un poquito de tiempo todavía
y el que viene llegará sin retraso;
mi justo vivirá por la fe, pero si se arredra le retiraré mi favor».
Pero nosotros no somos gente que se arredra para su perdición, sino hombres de fe para salvar el alma.

Palabra de Dios

Salmo: 36,3-4.5-6.23-24.39-40

R/. El Señor es quien salva a los justos

 Confía en el Señor y haz el bien:
habitarás tu tierra y reposarás en ella en fidelidad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. R/.
 Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho como el mediodía. R/.
El Señor asegura los pasos del hombre,
se complace en sus caminos;
sí tropieza, no caerá,
porque el Señor lo tiene de la mano. R/.
    El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra, los libra de los malvados
y los salva porque se acogen a él. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (4,26-34):
EN aquel tiempo, Jesús decía al gentío:
«El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega».
Dijo también:
«¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra».
Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender.
Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.

Palabra del Señor

1.  Galilea era una sociedad agrícola y de pescadores.  Jesús "se acomodaba al entender" de aquellas gentes. Por eso sus parábolas y las comparaciones que utilizaba en la predicación, estaban tomadas de la vida cotidiana, no de las teorías de los filósofos o de las complicadas controversias de los letrados teólogos de entonces. Se dice ahora que Jesús, al despojarse de su categoría de  Dios, asumiendo la condición de esclavo (Fil 2, 7-9), tomó la opción de debilidad. Hoy se diría que vio, como más eficaz para su misión, el "pensamiento débil" (G. Vattimo).  Pero no solo el "pensamiento", sino sobre todo "su forma de vida", su presencia en la sociedad. Por eso, sin duda, nació en un pesebre y murió colgado de una cruz. Debilidad al límite.

2.  Las dos parábolas de la semilla, la que germina y crece por sí sola; y la del grano de mostaza, destacan claramente   la "fuerza de la vida". La fuerza de lo débil. El contraste está en que, por sí sola, la fuerza que brota de la tierra es algo incontenible, que crece, madura, produce, da más vida. Y esto es así, aunque el   hombre siga su vida y su descanso; y aunque la sociedad pase por todos los avatares y problemas imaginables. 
Es importante tener esto muy claro y más en tiempos de crisis, como ocurre ahora. La vida es más fuerte que todas las crisis. Y es seguro que saldremos   adelante.

3.  La parábola del grano de mostaza nos dice a los cristianos que no andemos buscando, una Iglesia grande, famosa, poderosa, influyente.
Lo que hay que buscar es una Iglesia con sus raíces bien puestas en esta tierra donde está la fuente de la vida. Porque es, por medio de la tierra, como se nos comunica la fuerza de Dios a los débiles.

Santa Brígida de Irlanda


En Kildare, en Irlanda, santa Brígida, abadesa, que fundó uno de los primeros monasterios de la isla y continuó el trabajo de evangelización iniciado por san Patricio (c. 525).

Vida de Santa Brígida de Irlanda

Parece una contradicción, pero a pesar de su gran fama que la hace pasar por la santa más conocida de Irlanda y de estar unidos a su figura gran cantidad de elementos festivos y folclóricos se conocen muy pocos hechos históricos sobre su vida.
Fue Cogitosus que vivió del 620 al 680 su primer biógrafo, pero -lastimosamente- poco escribe acerca de la vida terrena de la santa; su escrito se pierde en descripciones sociales y religiosas en torno al monasterio de Kindale, probablemente mixto y con jurisdicción cuasi-episcopal, fundado por Brígida.
También existen himnos y poemas irlandeses de los siglos VII y VIII que en sí mismos testimonian el culto que se tributaba a la santa irlandesa.
Un poco más adelante, el obispo de Fiésole, Donatus, a mitad del siglo IX, escribe su vida en verso y este debió ser el vehículo de la rápida difusión de su culto por Europa. Pero de esta carencia de datos que impiden el diseño de un perfil hagiográfico completo; la religiosidad popular y el calor de las gentes por su santa ha suplido con creces la grandeza de su vida fiel al Evangelio y entregada a su vocación religiosa.
Del hecho de pertenecer Brígida a una tribu inferior en su tiempo, concretamente la de Forthairt, la fantasía la hace nacer del fruto de la unión -extraña al matrimonio- de su padre, Duptaco, con una bellísima esclava, con todos los problemas que esto produce en el entorno familiar legítimo, desde el disgusto de la esposa hasta la proposición de su venta. Claro que de esto se sacará la noble lección de que Dios puede tener planes insospechados para los espúreos inculpables que pueden llegar a las cimas más altas de la santidad y dejar tras de sí una estela de bien para la gente.
Heredada la extra-hermosura de su madre, para no ser ocasión de pecado y no ser ya más pedida en matrimonio, pide a Dios que la haga fea. ¿Para qué quiere la hermosura quien sólo piensa en Dios? Ha decidido entrar en religión. Derrama lágrimas abundantes y son escuchados sus ruegos con un reventón del ojo; por este favor da gracias a Dios que luego le devuelve todo su esplendor. La lección está clara: quien posee al Amor desprecia lo que a tantas vuelve locas y vanas para alcanzar un amor.
También los pobres están presentes en el relato; no podría concebirse santidad sin caridad. Y ahora es la vaca su cómplice; nunca se secaron las ubres, una y otra vez ordeñadas por Brígida, cuando había que remediar a un menesteroso. La vaca ha quedado presente, como emblema, en las representaciones pictóricas de los artistas, junto a la imagen de la santa.
Y aún hay más; sí, son inagotables los relatos de bondades. Se habla de leprosos curados y de monjas tibias descubiertas; la muda Doria comienza a hablar y termina sus días como religiosa en el convento; frustra asesinatos; da vista a ciegos y.… como expresión del estilo de un pueblo ¡convierte el agua de su baño en cerveza para apagar la sed!
Los himnos, versos, poemas y canciones populares -con sencillez y regocijo- muestran el calor de un pueblo por su santa y dice con sus leyes lo que las de la crítica histórica ni puede ni debe decir.

Fuente: Spider Martirologio + archimadrid

miércoles, 30 de enero de 2019

Párate un momento: El Evangelio del dia 31 DE ENERO - JUEVES – 3ª – SEMANA DEL T.O. – C San Juan Bosco



31  DE ENERO - JUEVES –
3ª – SEMANA DEL T.O. – C
San Juan Bosco

Lectura de la carta a los Hebreos (10,19-25):

Teniendo entrada libre al santuario, en virtud de la sangre de Jesús, contando con el camino nuevo y vivo que él ha inaugurado para nosotros a través de la cortina, o sea, de su carne, y teniendo un gran sacerdote al frente de la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero y llenos de fe, con el corazón purificado de mala conciencia y con el cuerpo lavado en agua pura. Mantengámonos firmes en la esperanza que profesamos, porque es fiel quien hizo la promesa; fijémonos los unos en los otros, para estimularnos a la caridad y a las buenas obras. No desertéis de las asambleas, como algunos tienen por costumbre, sino animaos tanto más cuanto más cercano veis el Día.

Palabra de Dios

Salmo: 23,1-2.3-4ab.5-6

R/. Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.
Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (4,21-25):
En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre:
«¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero?
Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz.
El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Les dijo también:
«Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.»

Palabra del Señor

1.  Por lo que dicen los evangelios, el ocultamiento de la luz y la falta de
transparencia (en su comunidad de discípulos) le preocupó a Jesús. Esta preocupación se palpa en la cantidad de textos evangélicos que repiten este tema.
Los dichos paralelos sobre este asunto son notables (Mt 5,15; Mc 4, 21; Lc 8,16; Mt 10, 26-27; Mc 4, 22; Lc 8,17; (James D. G.
Dunn).
A estos textos habría que sumar lo que Jesús le dijo al sacerdote Anás, en el juicio religioso de la pasión: Yo he hablado abiertamente (con parresía) Jn
18, 20), que indica decirlo todo   públicamente. Esto indica con claridad que la Iglesia naciente vio un peligro muy serio en la tentación de ir por la vida ocultando cosas que a uno le causa miedo decirlas.

2.  A los cristianos nos acecha siempre el peligro del ocultamiento, la ambigüedad o el disimulo. Y por eso nos falta transparencia. Por la sencilla razón
de que el Evangelio de Jesús es siempre contracultural.
 Jesús se enfrenta a cosas que la gente aprecia mucho: el deseo de acumular, de ganar a costa de los demás, el empeño    por tapar todo lo que nos da vergüenza   que se sepa, la manía de mantener una imagen intachable para aparentar que se lleva una vida ejemplar, etc.
En definitiva, diversas formas de "doble vida".

3.  Jesús no fue así. No tuvo nada que ocultar. Fue transparente. El evangelio de Juan es el que deja esto más claro, como se ha dicho antes. En este sentido es elocuente el uso del término griego parrésía, que se compone de pan (todo) y réma (dicho, palabra pronunciada).  Por eso este término significa "decir todo lo que hay que decir". Y decirlo con libertad, con claridad. Jesús hablaba con libertad, al contrario de la gente que tenía miedo a hablar de él (in 7, 4-13. 26). De ahí que, en el juicio religioso, le pegaron una bofetada precisamente por hablar con libertad y claridad (Jn 18, 20). Lo más heroico es ser transparente siempre en la vida.


Giovanni Melchior Bosco Ochienna conocido simplemente como Don Bosco es un santo italiano. Fundador de las tres ramas de la Familia Salesiana: Sociedad de San Francisco de Sales (Congregación Salesiana), Instituto de las Hijas de María Auxiliadora y Asociación de Salesianos Cooperadores.
(Juan Melchor Bosco Ochienna, también llamado Don Bosco; I Becchi, 1815 - Turín, 1888) Santo, sacerdote y pedagogo italiano, fundador de la orden salesiana. Hijo de un humilde matrimonio campesino, su niñez fue dura, pues después de perder a su padre tuvo que trabajar sin descanso para sacar adelante la hacienda familiar. Se cuenta que aprendió a leer en cuatro semanas; quería estudiar para ser sacerdote, por lo que tenía que hacer todos los días a pie unos diez kilómetros (a veces descalzo, por no gastar zapatos) para ir a estudiar al liceo de Chieri. Con el fin de pagar sus estudios trabajó en toda clase de oficios.

San Juan Bosco

En 1835 ingresó en el seminario arzobispal de Turín, y en 1841 fue ordenado sacerdote. Ya por entonces sentía una viva preocupación por la suerte de los niños pobres de los barrios obreros de Turín, que vivía por aquellos años el auge de la Revolución Industrial, y particularmente por su imposibilidad de acceso a la educación. Inspirándose en San Felipe Neri y en el prelado francés San Francisco de Sales, en 1844 fundó el Oratorio de San Francisco de Sales, cuya sede fijó dos años después en una casa de la periferia.
Estableció luego las bases de la Congregación de los sacerdotes de San Francisco de Sales, o salesianos (1851), aprobada en 1860, y de su rama femenina, el Instituto de Hijas de María Auxiliadora. Tales instituciones, dedicadas a la enseñanza de los niños pobres, se desarrollaron con rapidez gracias al impulso de uno de los grandes pedagogos del siglo XIX. Además de recibir una educación cristiana, los alumnos podían familiarizarse e instruirse en diversos oficios, razón por la que se ha visto en Don Bosco a uno de los precursores de la moderna formación profesional. Desde el punto de vista metodológico, Don Bosco implantó lo que él mismo denominaba «sistema preventivo», frente al sistema represivo tradicional.
La orden salesiana alcanza hoy en día 17.000 centros en 105 países, con 1.300 colegios y 300 parroquias, mientras que el instituto femenino de María Auxiliadora (las Hermanas Salesianas) posee 16.000 centros en 75 países, dedicados a la educación de la juventud pobre. Ya en vida de Don Bosco las instituciones por él fundadas llegaron a reunir más de cien mil niños pobres bajo su protección; su fama como educador y como santo favoreció su relación con importantes personalidades de su tiempo (entre ellas el monarca italiano Víctor Manuel II y los papas Pío IX y León XIII) y el apoyo a su labor filantrópica.
Además de su labor educadora y fundadora, San Juan Bosco publicó más de una cuarentena de libros teológicos y pedagógicos, entre los cuales cabe destacar El joven instruido, del que se llegaron a publicar más de cincuenta ediciones y un millón de ejemplares sólo en el siglo XIX.
El propio santo se encargó también de compilar y editar los llamados Sueños de Don Bosco, un total de 159 sueños en ocasiones premonitorios que tuvo a lo largo de su vida, el primero de ellos a los nueve años. Cuenta Don Bosco que, a esa edad, soñó que se hallaba en el patio de un colegio y que se lanzaba a puñetazos contra un grupo de muchachos que «decían malas palabras». Apareció entonces Jesucristo, quien le indicó que los vencería «no con puños, sino con amabilidad», y luego la Virgen María, que anticipó su destino de educador: su misión sería llevar la mansedumbre a los niños, una vez se hubiera hecho él mismo «humilde, fuerte y robusto».
San Juan Bosco murió la madrugada del 31 de enero de 1888 en Turín. Durante tres días, la ciudad piamontesa desfiló ante su capilla ardiente, a cuyo entierro acudieron más de trescientos mil fieles. Fue beatificado en 1929 y canonizado en 1934, durante el pontificado de Pío XI; para su canonización se presentaron seiscientos cincuenta milagros obrados por él. Su festividad se conmemora el día de su fallecimiento, el 31 de enero.

martes, 29 de enero de 2019

Párate un momento: El Evangelio del dia 30 DE ENERO – MIÉRCOLES – 3ª – SEMANA DEL T.O. – C – Santa Martina de Roma



30  DE ENERO – MIÉRCOLES –
3ª – SEMANA DEL T.O. – C –

Lectura de la carta a los Hebreos (10,11-18):

Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente, ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados. Esto nos lo atestigua también el Espíritu Santo. En efecto, después de decir: Así será la alianza que haré con ellos después de aquellos días dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones y las escribiré en su mente; añade: Y no me acordaré ya de sus pecados ni de sus crímenes. Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.

Palabra de Dios

Salmo: 109,1.2.3.4

R/. Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec

Oráculo del Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies. R/.

Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos. R/.
Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré,
como rocío, antes de la aurora. R/.
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (4,1-20):

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla.
Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar:
«Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron.
Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó.
Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»
Y añadió:
«El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas.
Él les dijo:
«A vosotros se os han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen.»
Y añadió:
«¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás?
El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos.
Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»

Palabra del Señor

1.  Jesús "enseñaba" a la gente en los pueblos y aldeas de Galilea. ¿Qué esperaba y deseaba Jesús de aquellas enseñanzas?    ¿Que la gente creyera   unas determinadas verdades o que viviera de acuerdo con las convicciones que él transmitía?
En otras palabras: ¿qué le interesaba   más a Jesús? ¿La "recta doctrina" o la "vida correcta"?

2.  Esta pregunta es importante. Más aún, es fundamental.  Porque el clero, o
sea: "los hombres de la religión" dan la impresión, con frecuencia, de que les preocupan más las creencias de la gente que las costumbres (la forma de vivir) de esa misma gente.
En el Vaticano hay una Congregación   que controla la "doctrina" de la Fe. Pero no hay otra Congregación que controle la "forma de vivir" de los cristianos. Se   comprende que esto es más complicado: la vida es más difícil de controlar que las ideas. Aunque la verdad es que, lo mismo las ideas que la vida, son complicadas de controlar. Y es que el Vaticano no tendría   que estar controlando nada. Lo que tendría que hacer es dar ejemplo siempre   de cómo se vive el Evangelio.

3.  Otra posible lectura de esta parábola, que es de enorme actualidad: se trata de preguntarse si lo que más nos interesa es la productividad o la ganancia. La actual crisis económica mundial tiene su causa (entre otras cosas)
en que la ganancia preocupa más que la productividad.  Por eso el capital financiero (que está organizado para acumular ganancia) tiene más poder y
es más determinante que el capital productivo (producir y distribuir lo que se
produce).  De ahí que el capital productivo y comercial está regulado y controlado, mientras que el capital financiero circula libremente por todo el   mundo.
Se sabe que no pocas instituciones religiosas viven (y hasta se enriquecen)
mediante el capital financiero.
Si queremos vivir el Evangelio, ¿no tendríamos que repensar y modificar estas cosas?


Santa Martina de Roma

Era hija de un noble romano y debido a su profesión de fe, le arrestaron y llevaron ante el emperador Alejandro Severo. Pero este príncipe fue tolerante con los cristianos y su gobierno marcó un periodo de calma para la Iglesia. La historia de la Santa se produjo en 1634, 1400 años después de su martirio. Entonces, al restaurar las famosas iglesias romanas, se hallaron la reliquias de la mártir y se propuso la devoción a Santa Martina.

Vida de Santa Martina de Roma

La historia de esta joven santa comienza por su tumba, 1400 años después de su martirio; es decir, cuando en 1634 el activísimo Urbano VIII, empeñado en lo espiritual en la contrareforma católica, y en lo material en la restauración de famosas iglesias romanas, descubrió las reliquias de la mártir, les propuso a los romanos la devoción a Santa Martina y fijó la celebración para el 30 de enero. El mismo compuso el elogio con el himno: “Martinae celebri plaudite nomini, Cives Romulei, plandite gloriae”, que era una invitación a honrar a la santa en la vida inmaculada, en la caridad ejemplar y en el valiente testimonio que demostró a Cristo con su martirio.
Son pocas las noticias históricas. La más antigua es del siglo VI, cuando el Papa Onorio le dedicó una iglesia en Roma. Quinientos años después, al hacer excavaciones en esta iglesia, se encontraron efectivamente las tumbas de tres mártires. En el siglo VIII ya se celebraba la fiesta de la santa. No se sabe nada más, y por eso es necesario buscar noticias en una Passio legendaria. Según esta narración, Santa Martina era una diaconisa, hija de un noble romano. Debido a su abierta profesión de fe, la arrestaron y la llevaron al tribunal del emperador Alejandro Severo (222-235). Este príncipe semioriental, abierto a todas las curiosidades, hasta el punto de incluir a Cristo entre los dioses venerados en la familia imperial, fue muy tolerante con los cristianos y su gobierno marcó un fructuoso paréntesis de calma respecto de la Iglesia, que en ese tiempo logró una gran expansión misionera.
El autor de la Passio ignora todo esto, y hace más bien una lista de las atroces tortures con que el emperador martirizó a la santa. Cuenta que cuando Martina fue llevada ante la estatua de Apolo, la convirtió en pedazos y ocasionó un terremoto que destruyó el temple y mató a los sacerdotes del dios.
El prodigio se repitió con la estatua y el templo de Artemidas. Todo esto hubiera debido hacer pensar a sus perseguidores; pero no, se obstinaron más y sometieron a la jovencita a crueles tormentos, de los que salió siempre ilesa. Entonces resolvieron cortarle la cabeza con una espada, y su sangre corrió a fertilizar el terreno de la Iglesia romana.

Fuente: catholic.net

lunes, 28 de enero de 2019

Párate un momento: El Evangelio del dia 29 de Enero – Martes – 3ª – Semana del T. O. – C – San Pedro Nolasco



29 de Enero – Martes –
3ª – Semana del T. O. – C –

Lectura de la carta a los Hebreos (10,1-10):

HERMANOS:
La ley, que presenta solo una sombra de los bienes futuros y no la realidad misma de las cosas, no puede nunca hacer perfectos a los que se acercan, pues lo hacen año tras año y ofrecen siempre los mismos sacrificios.
Si no fuera así, ¿no habrían dejado de ofrecerse, porque los ministros del culto, purificados de una vez para siempre, no tendrían ya ningún pecado sobre su conciencia?
Pero, en realidad, con estos sacrificios se recuerdan, año tras año, los pecados. Porque es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.
Por eso, al entrar él en el mundo dice:
«Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuerpo; no aceptaste
holocaustos ni víctimas expiatorias.
Entonces yo dije:
He aquí que vengo —pues así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí— para hacer, ¡oh, Dios!, tu voluntad».
Primero dice:
«Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, ni holocaustos, ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la ley.
Después añade:
«He aquí que vengo para hacer tu voluntad».
Niega lo primero, para afirmar lo segundo.
Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Palabra de Dios

Salmo: 39,2.4ab.7-8a.10.11

R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

 Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito.
Me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios. R/.

 Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios, entonces yo digo: «Aquí estoy». R/.

 He proclamado tu justicia
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios,
Señor, tú lo sabes. R/.

No me he guardado en el pecho tu justicia, he contado tu fidelidad y tu salvación, no he negado tu misericordia y tu lealtad ante la gran asamblea. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,31-35):

EN aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dice:
«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».
Él les pregunta:
«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Palabra del Señor

1.  Las relaciones de familia no son libres. Nadie puede escoger la familia en
la que va a nacer, en la que se va a criar, en la que va a ser educado y a la que
tendrá que estar sometido, durante casi veinte años.  Para luego, respetarla
siempre, preferirla siempre, identificarse con ella lo más posible. Además, el derecho y las leyes regulan lo que a cada uno le corresponde en la familia. Y a lo que se tiene que someter.
La educación, la cultura, las costumbres, la religión y las creencias, probablemente las preferencias políticas, todo eso está condicionado por la familia en la que nacemos y a la que pertenecemos hasta la muerte.

2.  En la familia es más determinante   la sumisión que la libertad. Por eso la familia es tan importante para la estabilidad de la sociedad. Además, la
familia es un factor determinante de la transmisión de la propiedad. 
 Todo esto fomenta y mantiene la paz en la convivencia. Pero todo esto tiene
también un inconveniente: impide o dificulta que el progreso de las ciencias y los nuevos conocimientos coincidan con el cambio de las costumbres, de la convivencia y de la vida de las personas. Lo cual nos puede plantear problemas    tremendos. Porque las personas no   somos siempre "modelos ejemplares".   Sino que somos egoístas, tenemos ambiciones, orgullo, sentimientos de odio y venganza, envidia y deseos perversos, que hacen mal a otros.

3.  Este relato de la familia de Jesús buscándolo, cuando Jesús estaba con su comunidad de seguidores y discípulos, nos dice con claridad que, para Jesús, era más importante la libertad del creyente que la sumisión del que se acomoda, se limita y se ajusta a lo que tenemos. Jesús no quiso   perpetuar el sistema. Jesús quiso poner las bases para poder renovar la sociedad, la cultura, las leyes, la convivencia.
Eso es cumplir la voluntad de Dios. Así pensaba Jesús.

San Pedro Nolasco

En Barcelona, en España, san Pedro Nolasco, presbítero, quien con san Ramón de Peñafort y el rey Jaime I de Aragón fundó, según se cree, la orden de la Bienaventurada María de la Merced, para la redención de los cautivos. Se entregó ardientemente con trabajo y esfuerzo a procurar la paz y a liberar del yugo de la esclavitud a los cristianos, en tiempo de los infieles.

Nació cerca de Barcelona, España, hacia 1189.
A los 15 años quedó huérfano de padre, y dueño de grandes posesiones. La madre le colaboró en todos sus deseos de hacer el bien y de obtener santidad.
Estando en edad de casarse hizo una peregrinación a la Virgen de Montserrat y allí se puso a pensar que las vanidades del mundo pasan muy pronto y no dejan sino insatisfacción y que en cambio lo que se hace para la vida eterna dura para siempre. Entonces promedió a la Virgen mantenerse puro y se le ocurrió una idea que iba a ser de gran provecho para muchas gentes.
En aquel tiempo la cuestión social más dolorosa era la esclavitud que muchísimos cristianos sufrían de parte de los mahometanos. Estos piratas llegaban a tierras donde había cristianos y se llevaban a todos los hombres que encontraban. Las penalidades de los prisioneros cristianos en las tenebrosas cárceles de los mahometanos sobrepasaban lo imaginable. Y lo más peligroso era que muchos perdían su fe, y su moralidad se dañaba por completo.
Esto fue lo que movió a Pedro Nolasco a gastar su gran fortuna en libertar al mayor número posible de esclavos cristianos. Cuando se le presentaba la ocasión de gastar una buena cantidad de dinero en obtener la libertad de algún cautivo recordaba aquella frase de Jesús en el evangelio: "No almacenen su fortuna en esta tierra donde los ladrones la roban y la polilla la devora y el moho la corroe. Almacenen su fortuna en el cielo, donde no hay ladrones que roben, ni polilla que devore ni óxido que las dañe". (Mt. 6,20) Y este pensamiento lo movía a ser muy generoso en gastar su dinero en ayudar a los necesitados.
Y sucedió que, según dicen las antiguas narraciones, que una noche (agosto de 1218) se apareció la Stma. Virgen a San Pedro Nolasco y al rey Jaime de Aragón (que era amiguísimo de nuestro santo) y les recomendó que fundaran una Comunidad de religiosos dedicados a libertar cristianos que estuvieran esclavos de los mahometanos.
Consultaron al director espiritual de juntos, que era San Raimundo de Peñafort, y éste los llevó ante el Sr. Obispo de Barcelona, al cual le pareció muy buena la idea y la aprobó. Entonces el militar Pedro Nolasco hizo ante el obispo sus tres votos o juramentos. de castidad, pobreza y obediencia, y añadió un cuarto juramento o voto: el de dedicar toda su vida a tratar de libertar cristianos que estuvieran siendo esclavos de los mahometanos. Este cuarto voto o juramento lo hacían después todos sus religiosos.
Los antiguos dicen que la Virgen les recomendó: Fundad una asociación con hábito blanco y puro que sea defensa y muro de la cristiana nación.
San Raimundo predicó con gran entusiasmo en favor de esta nueva Comunidad y fueron muchos los hombres de buena voluntad que llegaron a hacerse religiosos. El vestido que usaban era una túnica blanca y una cruz grande en el pecho. San Pedro Nolasco fue nombrado Superior General de la Congregación y el Papa Gregorio Nono aprobó esta nueva Comunidad.
San Pedro Nolasco ayudó al rey Don Jaime a conquistar para los cristianos la ciudad de Valencia que estaba en poder de los mahometanos, y el rey, en agradecimiento, fundó en esa ciudad varias casas de la Comunidad de los Mercedarios.
El rey Jaime decía que, si había logrado conquistar la ciudad de Valencia, ello se debía a las oraciones de Pedro Nolasco. Y cada vez que obtenía algún resonante triunfo lo atribuía a las oraciones de este santo.
San Pedro hizo viajes por muchos sitios donde los mahometanos tenían prisioneros cristianos, para conseguir su libertad. Y viajó hasta Argelia, que era un reino dominado por los enemigos de nuestra santa religión. Allá lo hicieron prisionero, pero logró conseguir su libertad.
Como había sido un buen comerciante, organizó técnicamente por muchas ciudades las colectas en favor de los esclavos y con esto obtuvo abundante dinero con los cuales logró la libertad de muchísimos creyentes.
Poco antes de morir repitió las palabras del Salmo 76: "Tú, oh Dios, haciendo maravillas, mostraste tu poder a los pueblos y con tu brazo has rescatado a los que estaban cautivos y esclavizados". Tenía 77 años.
Por su intercesión se obraron muchos milagros y el Sumo Pontífice lo declaró santo en 1628. La Comunidad fundada por él se dedica ahora a ayudar a los que están encarcelados. Es un apostolado maravilloso.
Jesús nos recuerda lo que prometió a quienes ayuden y consuelen a los encarcelados: "Estuve preso y me fuisteis a visitar. Todo el bien que le habéis hecho a cada uno de estos necesitados, lo recibe como si me lo hubierais hecho a Mí mismo (Mt. 25, 40).