domingo, 12 de diciembre de 2021

Párate un momento: El Evangelio del dia 13 - DE DICIEMBRE – LUNES – 3ª – SEMANA DE ADVIENTO – C – Santa Lucia, virgen y mártir

  


13 - DE DICIEMBRE – LUNES –

3ª – SEMANA DE ADVIENTO – C –

Santa Lucia, virgen y mártir

 

    Lectura del libro de los Números (24,2-7.15-17a):

 

EN aquellos días, Balaán, tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por tribus. El espíritu de Dios vino sobre él, y entonó sus versos:

«Oráculo de Balaán, hijo de Beor,

oráculo del hombre de ojos perfectos;

oráculo del que escucha palabras de Dios,

que contempla visiones del Poderoso,

que cae y se le abren los ojos:

¡Qué bellas tus tiendas, oh Jacob,

y tus moradas, Israel!

Como vegas dilatadas,

como jardines junto al río,

como áloes que plantó el Señor

o cedros junto a la corriente;

el agua fluye de sus cubos,

y con el agua se multiplica su simiente.

Su rey es más alto que Agag,

y descuella su reinado».

Y entonó sus versos:

«Oráculo de Balaán, hijo de Beor,

oráculo del hombre de ojos perfectos;

oráculo del que escucha palabras de Dios

y conoce los planes del Altísimo,

que contempla visiones del Poderoso,

que cae en éxtasis, y se le abren los ojos:

Lo veo, pero no es ahora,

lo contemplo, pero no será pronto:

Avanza una estrella de Jacob,

y surge un cetro de Israel».

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 24,4-5ab.6-7bc.8-9

 

R/. Señor, instrúyeme en tus sendas

 

V/. Señor, enséñame tus caminos,

instrúyeme en tus sendas:

haz que camine con lealtad;

enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.

 

V/. Recuerda, Señor, que tu ternura

y tu misericordia son eternas;

acuérdate de mí con misericordia,

por tu bondad, Señor. R/.

 

V/. El Señor es bueno y es recto,

enseña el camino a los pecadores;

hace caminar a los humilles con rectitud,

enseña su camino a los humildes. R/.

 

    Lectura del santo evangelio según san Mateo (21,23-27):

 

EN aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle:

«¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?».

Jesús les replicó:

«Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?».

Ellos se pusieron a deliberar:

«Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?”. Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta».

Y respondieron a Jesús:

«No sabemos».

Él, por su parte, les dijo:

«Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».

 

Palabra del Señor

 

1.  El episodio que se recoge en este relato nos presenta el diálogo, entre Jesús y los sumos sacerdotes, a la mañana siguiente (Mt 21, 18) de la violenta expulsión de los mercaderes del templo (Mt 21, 12-13).

Los dirigentes y funcionarios del santuario, que ganaban cantidades importantes de dinero con el gran negocio de la venta de animales para los sacrificios del culto sagrado, andaban preocupados, seguramente nerviosos. Jesús los había desenmascarado al afirmar que habían convertido la "casa de oración" en una "cueva de bandidos" (Mt 21, 13; Jer 7, 11).

Para aquellos hombres, aquello fue una agresión ofensiva. De otra manera, es lo que ahora ocurre, en catedrales, conventos, iglesias de valor histórico o estético, en las que los creyentes y los turistas tienen que pagar para visitar el lugar sagrado.

"Lo sagrado" se ha convertido en "mercancía" y en "negocio".

Los cristianos, al menos, no deberíamos consentir esto.

 

2.  Es notable que los funcionarios del templo no le preguntaron a Jesús si ellos eran o no eran los responsables de aquel "bandidaje". Es decir, no les interesa saber si ellos eran culpables o si estaban equivocados. Lo único que les preocupa es saber si Jesús tenía o no tenía "autoridad" (exousía) para hacer lo que hizo y decir lo que dijo.

O sea, a los "hombres de la religión" no les preocupa saber si ellos proceden bien o mal. Lo que quieren saber es si Jesús podía hacer aquello.

En otras palabras, la religión se preocupa por el poder, no por la propia responsabilidad.

Aquellos sacerdotes, como la gran mayoría de los de ahora, están seguros de que ellos poseen la verdad. Y lo que les quita el sueño es saber qué poder tienen los que no están de acuerdo con ellos.

 

3.  Jesús no era un ingenuo. Por eso, hizo dos cosas:

1) No les respondió a una pregunta que llevaba veneno.

2) Les hizo él otra pregunta que puso al descubierto las contradicciones en que vivían aquellos sacerdotes.

Los profesionales de lo sagrado no suelen reconocer sus equivocaciones, sus fallos, la contradicción en que muchas veces viven.

Cuando se ven confrontados a sus oscuros comportamientos, se quedan sin palabra. Prefieren callar, en vez de decir honestamente: "Estamos   equivocados".

La reforma de la Iglesia tiene que empezar por la reforma a fondo del clero, por la transparencia de obispos y sacerdotes, por la pobreza de los que se autodenominan "seguidores de Jesús".

 

Santa Lucia, virgen y mártir

 

 

        Santa Lucía (siglo IV)

 Murió, probablemente, en Siracusa, durante la persecución de Diocleciano. Su culto se difundió desde la antigüedad a casi toda la Iglesia, y su nombre fue introducido en el Canon Romano.

A Santa Lucía se le ha representado frecuentemente con dos ojos, porque según una antigua tradición, a la santa le habrían arrancado los ojos por proclamar firmemente su fe.

Nació y murió en Siracusa, ciudad de Italia, y gracias a sus múltiples virtudes entre las que se destaca la sencillez, la humildad y la honradez, el Papa San Gregorio en el siglo VI puso su nombre a dos conventos femeninos que él fundó.

Según la tradición, cuando la santa era muy niña hizo a Dios el voto de permanecer siempre pura y virgen, pero cuando llegó a la juventud quiso su madre (que era viuda), casarla con un joven pagano. Lucía finalmente obtuvo el permiso de no casarse, pero el joven pretendiente, rechazado, dispuso como venganza acusarla ante el gobernador de que la santa era cristiana, religión que estaba totalmente prohibida en esos tiempos de persecución. Santa Lucía fue llamada a juicio; fue atormentada para obligarla a adorar a dioses paganos, pero ella se mantuvo firme en su fe, para luego ser decapitada. 

 

 

 

Oración a Santa Lucia

 

Oh Bienaventurada y amable Virgen Santa Lucía, universalmente reconocida por el pueblo cristiano como especial y poderosa abogada de la vista, llenos de confianza a ti acudimos; pidiéndote la gracia de que la nuestra se mantenga sana y le demos el uso para la salvación de nuestra alma, sin turbar jamás nuestra mente en espectáculos peligrosos.

Y que todo lo que ellos vean se convierta en saludable y valioso motivo de amar cada día más a Nuestro Creador y Redentor Jesucristo, a quien, por tu intercesión, oh protectora nuestra; esperamos ver y amar eternamente en la patria celestial.

 

Amén.

 

 

 

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