5 - DE DICIEMBRE
– DOMINGO –
2ª – SEMANA DE ADVIENTO – C –
Agustina
(Anunciación) Peña Rodríguez, Beata Religiosa y compañeras mártires.
Lectura del libro de Baruc (5,1-9):
Jerusalén,
despójate de tu vestido de luto y aflicción que llevas, y vístete las galas
perpetuas de la gloria que Dios te concede.
Envuélvete en el manto de la justicia de Dios,
y ponte en la cabeza la diadema de la gloria del Eterno, porque Dios
mostrará tu esplendor
a cuantos habitan bajo el cielo.
Dios te dará un nombre para siempre:
«Paz en la justicia» y «Gloria en la
piedad».
En pie, Jerusalén, sube a la altura,
mira hacia el oriente y contempla a tus hijos: el Santo los reúne de oriente a
occidente y llegan gozosos invocando a su Dios.
A pie tuvieron que partir, conducidos
por el enemigo, pero Dios te los traerá con gloria,
como llevados en carroza real.
Dios ha mandado rebajarse a todos los
montes elevados y a todas las colinas encumbradas; ha mandado rellenarse a los
barrancos hasta hacer que el suelo se nivele,
para que Israel camine seguro, guiado por la gloria de Dios.
Ha mandado a los bosques y a los árboles
aromáticos que den sombra a Israel.
Porque Dios guiará a Israel con alegría,
a la luz de su gloria, con su justicia y su misericordia.
Palabra de Dios
Salmo: 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6
R/. El Señor ha estado grande con
nosotros, y estamos alegres
Cuando el
Señor hizo volver a los cautivos de Sión, nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R/.
Hasta los
gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos».
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. R/.
Recoge, Señor,
a nuestros cautivos
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R/.
Al ir, iba
llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas.
Lectura de la carta del apóstol
san Pablo a los Filipenses (1,4-6.8-11):
Hermanos:
Siempre que rezo por vosotros, lo hago
con gran alegría. Porque habéis sido colaboradores míos en la obra del
Evangelio, desde el primer día hasta hoy.
Ésta es nuestra confianza: que el que ha
inaugurado entre vosotros esta buena la obra, llevará adelante hasta el Día de
Cristo Jesús.
Testigo me es Dios del amor entrañable con que os quiero, en Cristo Jesús.
Y esta es mi oración: que vuestro amor
siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los
valores.
Así llegaréis al Día de Cristo limpios e
irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, para
gloria y alabanza de Dios.
Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según
san Lucas (3,1-6):
En el año
decimoquinto del imperio del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador
de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tretarca de Iturea
y Traconítide, y Lisanio tetrarca de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y
Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Y recorrió toda la comarca del Jordán,
predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está
escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías:
«Voz del que grita en el desierto:
Preparad el camino del Señor,
allanad sus senderos;
los valles serán rellenados,
los montes y colinas serán rebajador;
lo torcido será enderezado,
lo escabroso será camino llano.
Y toda carne verá la salvación de Dios».
Palabra del Señor
¿Hay motivos
para estar alegres?
"Preparad el camino al Señor..."
Nuestro mundo, el cercano de cada día, y
el lejano, ofrece motivos de preocupación y tristeza. Y cuando un católico
entra en la iglesia en los domingos de Adviento, la casulla morada del
sacerdote parece confirmarle en su pesimismo.
Sin embargo, lo que intentan
transmitirnos las lecturas de este domingo es alegría. La del profeta Baruc
ordena expresamente a Jerusalén: “quítate tu ropa de duelo y aflicción”. Si el
sacerdote que preside la eucaristía quisiese realizar una acción simbólica, al
estilo de los antiguos profetas, podría quitarse la casulla morada y cambiarla
por una blanca y dorada. También el Salmo habla de alegría: “la lengua se nos
llenaba de risas, la lengua de cantares”; “el Señor ha estado grande con
nosotros y estamos alegres”. Pablo escribe a los cristianos de Filipos que reza
por ellos “con gran alegría”. Y el evangelio recuerda el anuncio de Juan
Bautista: “todos verán la salvación de Dios”. Las lecturas de este domingo no
justifican que se suprima el Gloria, todo lo contrario. Hay motivos más que
suficientes para cantar la gloria de Dios.
Primer motivo de alegría: la vuelta de los
desterrados (Baruc 5,1-9)
Jerusalén, quítate tu ropa de duelo y aflicción, y vístete para siempre el
esplendor de la gloria que viene de Dios.
La lectura de Baruc recoge ideas
frecuentes en otros textos proféticos. Jerusalén, presentada como madre, se
halla de luto porque ha perdido a sus hijos: unos marcharon al destierro de
Babilonia, otros se dispersaron por Egipto y otros países. Ahora el profeta la
invita a cambiar sus vestidos de duelo por otros de gozo, a subir a una altura
y contemplar cómo sus hijos vuelven “en carroza real”, “entre fiestas”, guiados
por el mismo Dios.
¿Qué impresión produciría esta lectura
en los contemporáneos del profeta? Sabemos que a muchos judíos no les
ilusionaba la vuelta de los desterrados; había que proporcionarles casas y
campos, y eso suponía compartir los pocos bienes que poseían. Otros, mejor
situados económicamente, verían ese retorno como un punto de partida de un
resurgir nacional.
Y esto demuestra la enorme actualidad de
este texto de Baruc. A primera vista, hoy día Jerusalén es Siria, Iraq, tantos
países de África que están perdiendo a sus hijos porque deben desterrarse en
busca de seguridad o de trabajo. Pero también nosotros podemos identificarnos
con Jerusalén y ver a esos cientos de miles de personas no como una amenaza
para nuestra sociedad y nuestra economía, sino como hijos y hermanos a los que
se puede acoger y ayudar en su desgracia.
Segundo motivo de alegría: la bondad de la
comunidad (Filipenses 1,4-6.8-11)
Rogando siempre y en todas mis oraciones con alegría por todos vosotros a
causa de la colaboración que habéis prestado al Evangelio, desde el primer día
hasta hoy; firmemente convencido de que, quien inició en vosotros la buena
obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús.
…Y lo que pido en mi oración es que vuestro amor siga creciendo cada vez
más en conocimiento perfecto y todo discernimiento, llenos de los frutos
de justicia que vienen por Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios.
Pablo sentía un afecto especial por la
comunidad de Filipos, la primera que fundó en Macedonia. Era la única a la que
le aceptaba una ayuda económica. Por eso, en su oración, recuerda con alegría
lo mucho que los filipenses le ayudaron a propagar el evangelio. Y les paga
rezando por ellos para que se amen cada día más y profundicen en su experiencia
cristiana. La actitud de Pablo nos invita a pensar en la bondad de las personas
que nos rodean (a las que muchas veces solo sabemos criticar), a rezar por
ellas y esforzarnos por amarlas.
Tercer motivo de alegría: el anuncio de la
salvación (Lucas 3,1-6)
…fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión
para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del
profeta Isaías: Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor,
enderezad sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina
será rebajado, lo tortuoso se hará recto y las asperezas serán caminos llanos.
Y todos verán la salvación de Dios.
A diferencia de los otros evangelistas,
Lucas sitúa con exactitud cronológica la actividad de Juan Bautista. No lo hace
para presumir de buen historiador, sino porque los libros proféticos del
Antiguo Testamento hacen algo parecido con Isaías, Jeremías, Ezequiel, etc. Con
esa introducción cronológica tan solemne, y con la fórmula “vino la palabra de
Dios sobre Juan”, al lector debe quedarle claro que Juan es un gran profeta, en
la línea de los anteriores. El Nuevo Testamento no corta con el Antiguo, lo
continúa. En Juan se realiza lo anunciado por Isaías.
Juan, igual que los antiguos profetas,
invita a la conversión, que tiene dos aspectos:
1) el más importante consiste en volver
a Dios, reconociendo que lo hemos abandonado, como el hijo pródigo de la parábola;
2) estrechamente unido a lo anterior
está el cambio de forma de vida, que el texto de Isaías expresa con las
metáforas del cambio en la naturaleza.
Pero, a diferencia de los grandes
profetas del pasado, Juan no se limita a hablar, exigiendo la conversión. Lleva
a cabo un bautismo que expresa el perdón de los pecados. Se cumple así la
promesa formulada por el profeta Ezequiel en nombre de Dios: “Derramaré sobre
vosotros un agua pura que os purificará”.
Las dos conversiones
¿Se podría mandar a una persona como
penitencia estar alegre? Parece una contradicción. Sin embargo, las lecturas de
este domingo y de todo el Adviento nos obligan a examinarnos sobre nuestra
alegría y nuestra tristeza, a ver qué domina en nuestra vida. Es posible que,
sin llegar a niveles enfermizos, nos dominen altibajos de cumbres y valles,
momentos de euforia y de depresión, porque no recordamos que hay motivos
suficientes para vivir con serenidad la salvación de Dios.
Al mismo tiempo, las lecturas nos
invitan también a convertirnos al prójimo, acogiéndolo, amándolo, rezando por
ellos.
Agustina (Anunciación) Peña Rodríguez, Beata Religiosa y compañeras mártires.
En Madrid,
España, Beata Aurelia (en el siglo Clementina Arambarri Fuente) y 3 compañeras,
religiosas profesas de las Siervas de María Ministras de los Enfermos,
asesinadas por odio a la fe. (1936).
Fecha de beatificación: 13 de octubre de
2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.
BIOGRAFIA
El Señor concedió
a Sor Agustina la gracia del martirio en plena juventud. Dichosa ella, que fue
hallada digna de tal don.
Nació en el pueblo
de Ruanales, Santander, el día 23 de marzo de 1900 y el 25 del mismo mes fue
regenerada con las aguas bautismales, imponiéndole el nombre de Anunciación.
Sus padres se esmeraron en darle una educación profundamente cristiana. No
tarda en hacerse presente en su vida el dolor. Con la muerte de su madre,
conoció pronto las privaciones y el trabajo, que forjaron en ella un espíritu
austero, laborioso y sensible a las necesidades de los demás.
Dios la tenía
señalada para sí. El día 14 de diciembre de 1924 ingresó en el Instituto de las
Siervas de María en la casa de Tudela, pasando después al Noviciado de Madrid.
El 4 de julio de 1925 vistió el santo hábito y el 25 de julio de 1927 emitió
sus primeros Votos, ofreciéndose al Señor con todo el fervor de su alma.
El 9 de agosto del
mismo año fue destinada a la casa de Pozuelo de Alarcón para ocuparse en los
oficios domésticos. El día 5 de julio de 1933 emitió sus Votos Perpetuos en la
misma casa de Pozuelo y a los 3 años pasaba a vivirlos en plenitud al cielo.
De espíritu
profundamente piadoso, dicen cuántas la conocieron, que todo se convertía para
Sor Agustina en Capilla y que en cuanto podía disponer de algún tiempo libre,
se retiraba ante el Señor Sacramentado para permanecer ante Él profundamente
recogida.
Tenía verdadero
amor al trabajo y sus conversaciones casi siempre versaban sobre cosas
espirituales. Su disponibilidad y entrega no conocieron límites cuando los
Superiores le confiaron el cuidado de Madre Aurelia, aceptando este servicio
como sagrado deber, levantándose por la noche, cuantas veces la enferma la
llamara, sin dar nunca la menor señal de contrariedad y haciendo con ella
derroches de caridad.
En 1936 al tener
que abandonar la casa de Pozuelo de Alarcón, es acogida con otras tres Hermanas
en la misma familia, pero los milicianos la obligan a separarse de ellas. Se
une a otra familia que huye hacia las Rozas y allí sola, es acusada de ser
religiosa y habérsele visto rezar.
Su vida de 36 años
es coronada con el martirio, el día 5 de diciembre de 1936.
Este grupo de
mártires está integrado por:
1. CLEMENTINA ARAMBARRI FUENTE
(AURELIA) religiosa profesa, Siervas de María,
Ministras de los enfermos nacimiento: 23 Octubre 1866 en Vitoria, Álava
(España) martirio: 06 Diciembre 1936 en Aravaca, Madrid (España)
2. ANUNCIACIÓN PEÑA RODRÍGUEZ
(AGUSTINA) religiosa profesa, Siervas de María,
Ministras de los enfermos nacimiento: 23 Marzo 1900 en Ruanales, Santander
(España) martirio: 05 Diciembre 1936 en Las Rozas, Madrid (España)
3. JUSTA LÓPEZ GONZÁLEZ (AURORA) religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos nacimiento: 28 Mayo 1850 en San Lorenzo,
Madrid (España) martirio: 06 Diciembre 1936 en Aravaca, Madrid (España)
4. ENGRACIA ANDIARENA SAGASETA
(DARÍA) religiosa profesa, Siervas de María,
Ministras de los enfermos nacimiento: 05 Abril 1879 en Donamaría, Navarra (España) martirio: 06 Diciembre 1936 en Aravaca,
Madrid (España).
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