sábado, 4 de diciembre de 2021

Párate un momento: El Evangelio del dia 6 - DE DICIEMBRE – LUNES – 2ª – SEMANA DE ADVIENTO – C – San Nicolás de Bari

 

 



6 - DE DICIEMBRE – LUNES –

2ª – SEMANA DE ADVIENTO – C –

San Nicolás de Bari

 

Lectura del libro de Isaías (35,1-10):

EL desierto y el yermo se regocijarán,

se alegrará la estepa y florecerá,

germinará y florecerá como flor de narciso,

festejará con gozo y cantos de júbilo.

Le ha sido dada la gloria del Líbano,

el esplendor del Carmelo y del Sarón.

Contemplarán la gloria del Señor,

la majestad de nuestro Dios.

Fortaleced las manos débiles,

afianzad las rodillas vacilantes;

decid a los inquietos:

«Sed fuertes, no temáis.

¡He aquí vuestro Dios! Llega el desquite,

la retribución de Dios.

Viene en persona y os salvará.»

Entonces se despegarán los ojos de los ciegos,

los oídos de los sordos se abrirán;

entonces saltará el cojo como un ciervo,

y cantará la lengua del mudo,

porque han brotado aguas en el desierto

y corrientes en la estepa.

El páramo se convertirá en estanque,

el suelo sediento en manantial.

En el lugar donde se echan los chacales

habrá hierbas, cañas y juncos.

Habrá un camino recto.

Lo llamarán «Vía sacra».

Los impuros no pasarán por él.

Él mismo abre el camino

para que no se extravíen los inexpertos.

No hay por allí leones,

ni se acercarán las bestias feroces.

Los liberados caminan por ella

y por ella retornan los rescatados del Señor.

Llegarán a Sión con cantos de júbilo:

alegría sin límite en sus rostros.

Los dominan el gozo y la alegría.

Quedan atrás la pena y la aflicción.

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 84,9ab-10.11-12.13-14

 

      R/. He aquí nuestro Dios; viene en persona y nos salvará.

Voy a escuchar lo que dice el Señor:

«Dios anuncia la paz

a su pueblo y a sus amigos».

La salvación está cerca de los que lo temen,

y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,

la justicia y la paz se besan;

la fidelidad brota de la tierra,

y la justicia mira desde el cielo. R/.

El Señor nos dará la lluvia,

y nuestra tierra dará su fruto.

La justicia marchará ante él,

Y sus pasos señalarán el camino. R/.

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (5,17-26):

UN día, estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para realizar curaciones.

En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Él, viendo la fe de ellos, dijo:

«Hombre, tus pecados están perdonados».

Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos:

«¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?».

Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo:

«¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados —dijo al paralítico—: “A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa”».

Y, al punto, levantándose a la vista de ellos, tomó la camilla donde había estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios

El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de temor, decían:

«Hoy hemos visto maravillas».

 

Palabra del Señor

 

1.   En las culturas antiguas, era frecuente relacionar el "pecado" con la "enfermedad".  De manera que, para mucha gente, el que se ponía enfermo es que había cometido algún pecado. Por eso, los enfermos eran doblemente desgraciados: por el sufrimiento de la enfermedad y por la humillación de ser considerados como malas personas. Esto explica la pregunta de los discípulos cuando vieron al ciego de nacimiento (Jn 9, 2) o lo que les dijo Pablo a los corintios (1 Cor 11, 30).

 

2.   Por esto, lo primero que hace Jesús, en cuanto ve al paralítico, es decirle que sus pecados están perdonados. O sea, Jesús rompe la relación (de entonces) entre pecado y enfermedad.   Lo cual escandalizó e irritó a los "hombres de la religión".

Porque se imaginaron que Jesús se atribuía un poder divino, lo que sería una blasfemia. Y quizá también porque Jesús (creían ellos) se apropiaba un poder que era a ellos a quienes correspondía. 

Ellos se sentían dueños de las conciencias. Y no toleraban que nadie les quitase ese poder, que llega hasta el fondo de la conciencia de cada ser humano.      ¡Menudo poder!

 

3.  Jesús demuestra que tiene el poder sobre el pecado y la conciencia porque libera a los que sufren de su sufrimiento y de su humillación. Esto es lo que literalmente dice el relato. Quien libera a la gente de su dolor y de sus humillaciones, ese es el que le puede decir a cualquiera: "Vete en paz".

La confesión es, con demasiada frecuencia, una forma de engaño.  El pecado no es ni culpa, ni mancha, ni ofensa a Dios. Así lo dice Santo Tomás de Aquino (Sum. contra gent. III, 122).

El pecado es ofender a otro ser humano (Mt 18, 15-17). Al ofendido es a quien hay que pedirle perdón. Si no perdonas al que te ha ofendido, Dios no te perdona a ti.

 

San Nicolás de Bari


Nació en Patara (Turquía). Desde pequeño destacó por su carácter desprendido y, a la muerte de sus padres, hereda una gran fortuna que pone al servicio de los necesitados. Irá a vivir a Mira (Turquía), donde fue consagrado obispo.

Fue detenido bajo el gobierno del emperador Licinio y liberado bajo el de Constantino. Participó en el Concilio de Nicea.

Murió tal día como hoy en el año 345. Sus restos descansan en la italiana ciudad de Bari, y de allí el sobrenombre de San Nicolás de Bari, aunque jamás pisara esta ciudad.

Las tradiciones y leyendas del santo son muy extendidas por todo el Orbe. En Alemania se le conoce como Nikolaus y Santa Claus en los países anglosajones.

 

Vida de San Nicolás de Bari

Origen de la figura de Papá Noel o Santa Claus. Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía.

San Nicolás de Mira (o Myra) o San Nicolás de Bari, obispo de Mira, en Licia, famoso por su santidad y por su intercesión ante el trono de la divina gracia (s. IV).

Este santo fue tan popular en la antigüedad, que se le han consagrado en el mundo más de dos mil templos. Era invocado en los peligros, en los naufragios, en los incendios y cuando la situación económica se ponía difícil, y la gente conseguía por su intercesión favores admirables.

Por haber sido tan amigo de la niñez, en su fiesta se reparten dulces y regalos a los niños, y prácticamente con esta fecha se empezaban las festividades de diciembre. Como en alemán se llama "San Nikolaus", lo empezaron a llamar Santa Claus, y lo pintan como un anciano vestido de rojo, con una barba muy blanca, que pasaba de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños (entre nosotros lo llamaron Papá Noel).

De San Nicolás escribieron muy hermosamente San Juan Crisóstomo y otros grandes santos. Su biografía la escribió San Metodio, Arzobispo de Constantinopla, y de ella sacamos los siguientes datos curiosos.

Nació en Licia, Turquía, de padres muy ricos. Desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres. Decía a sus padres: "sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos ha dado tanto".

Tenía un tío que era obispo y este lo consagró como sacerdote. Al morir sus padres atendiendo a los enfermos en una epidemia, él quedó heredero de una inmensa fortuna. Entonces repartió sus riquezas entre los pobres y se fue de monje a un monasterio. Después quiso visitar la Tierra Santa donde vivió y murió Jesús, y al volver de allá llegó a la ciudad de Mira (en Turquía) donde los obispos y sacerdotes estaban en el templo discutiendo a quién deberían elegir como nuevo obispo de la ciudad, porque el anterior se había muerto. Al fin dijeron: "elegiremos al próximo sacerdote que entre al templo". Y en ese momento sin saber esto, entró Nicolás y por aclamación de todos fue elegido obispo. Por eso se le llama San Nicolás de Mira.

La especialidad de este santo fueron los milagros tan numerosos que logró conseguir de Dios. Lo pintaban con unos niños, porque los antiguos contaban que un criminal hirió a cuchillo a varios niñitos, y el santo al rezar por ellos obtuvo su curación instantánea. También pintan junto a él a una señorita, porque en su ciudad había un anciano muy pobre con tres hijas y no lograba que se casaran por ser en tan extremo pobres. Entonces el santo por tres días seguidos, cada noche le echó por la ventana una bolsa con monedas de oro, y así el anciano logró casar a sus hijas muy bien.

Es Patrono de los marineros, porque estando unos marineros en medio de una terribilísima tempestad en alta mar, empezaron a decir: "Oh Dios, por las oraciones de nuestro buen Obispo Nicolás, sálvanos". Y en ese momento vieron aparecer sobre el barco a San Nicolás, el cual bendijo al mar, que se calmó, y en seguida desapareció.

Otro día iban a condenar injustamente a tres amigos suyos que estaban muy lejos. Ellos rezaron pidiendo a Dios que por la intercesión de Nicolás su obispo los protegiera. Y esa noche en sueños el santo se apareció al juez y le dijo que no podía condenar a esos tres inocentes. Y fueron absueltos.

El emperador Licino decretó una persecución contra los cristianos y Nicolás fue encarcelado y azotado, pero siguió aprovechando toda ocasión que se le presentaba, para enseñar la religión a cuantos trataban con él. Más tarde llegó el emperador Constantino y lo liberó a él junto con todos los demás prisioneros cristianos.

Luego apareció la herejía de Arrio que decía que Jesucristo no es Dios. San Nicolás se opuso con toda su sabiduría y con su gran ascendiente y no permitió que los arrianos entraran a su ciudad de Mira.

Dicen que el santo murió el 6 de diciembre del año 345.

En oriente lo llaman Nicolás de Mira, por la ciudad donde estuvo de obispo, pero en occidente se le llama Nicolás de Bari, porque cuando los mahometanos invadieron a Turquía, un grupo de católicos sacó de allí en secreto las reliquias del santo y se las llevó a la ciudad de Bari, en Italia. En esa ciudad se obtuvieron tan admirables milagros al rezarle a este gran santo, que su culto llegó a ser sumamente popular en toda Europa. Es Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía. En Roma ya en el año 550 le habían construido un templo en su honor.

 

 

 

 

 

 

 

 

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