domingo, 17 de junio de 2018

Párate un momento: El Evangelio del dia 18 de Junio – LUNES – XIª – SEMANA DEL T.O. – B – SAN CIRIACO Y SANTA PAULA, PATRONOS DE MÁLAGA


18 de Junio – LUNES –
XIª – SEMANA DEL T.O. – B –
PATRONOS DE MÁLAGA 
Lectura del primer libro de los Reyes (21,1-16):
Por aquel tiempo, Nabot, el de Yezrael, tenía una viña pegando al palacio de Ajab, rey de Samaria.
Ajab le propuso:
      «Dame la viña para hacerme yo una huerta, porque está al lado, pegando a mi casa; yo te daré en cambio una viña mejor o, si prefieres, te pago en dinero.»
Nabot respondió:
«¡Dios me libre de cederte la heredad de mis padres!»
Ajab marchó a casa malhumorado y enfurecido por la respuesta de Nabot, el de Yezrael, aquello de: «No te cederé la heredad de mis padres.»
Se tumbó en la cama, volvió la cara y no quiso probar alimento.
Su esposa Jezabel se le acercó y le dijo:
«¿Por qué estás de mal humor y no quieres probar alimento?»
Él contestó:
«Es que hablé a Nabot, el de Yezrael, y le propuse: "Véndeme la viña o, si prefieres, te la cambio por otra." Y me dice: "No te doy mi viña."»
Entonces Jezabel dijo:
«¿Y eres tú el que manda en Israel? ¡Arriba! A comer, que te sentará bien. ¡Yo te daré la viña de Nabot, el de Yezrael!»
Escribió unas cartas en nombre de Ajab, las selló con el sello del rey y las envió a los ancianos y notables de la ciudad, paisanos de Nabot. Las cartas decían: «Proclamad un ayuno y sentad a Nabot en primera fila. Sentad en frente a dos canallas que declaren contra él: "Has maldecido a Dios y al rey." Lo sacáis afuera y lo apedreáis hasta que muera.»
Los paisanos de Nabot, los ancianos y notables que vivían en la ciudad hicieron tal como les decía Jezabel, según estaba escrito en las cartas que habían recibido.
Proclamaron un ayuno y sentaron a Nabot en primera fila; llegaron dos canallas, se le sentaron enfrente y testificaron contra Nabot públicamente: «Nabot ha maldecido a Dios y al rey.»
Lo sacaron fuera de la ciudad y lo apedrearon hasta que murió.
Entonces informaron a Jezabel:
 «Nabot ha muerto apedreado.»
En cuanto oyó Jezabel que Nabot había muerto apedreado, dijo a Ajab:
«Hala, toma posesión de la viña de Nabot, el de Yezrael, que no quiso vendértela. Nabot ya no vive, ha muerto.»
En cuanto oyó Ajab que Nabot había muerto, se levantó y bajó a tomar posesión de la viña de Nabot, el de Yezrael.
Palabra de Dios

Salmo: 5,2-3.5-6.7

R/. Atiende a mis gemidos, Señor
Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
haz caso de mis gritos de auxilio,
Rey mío y Dios mío. R/.
Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia. R/.
Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario
y traicionero lo aborrece el Señor. R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,38-42):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente". Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.»
Palabra del Señor

1.   La "ley del talión", extendida en las culturas orientales antiguas, fue asumida por Israel:  "vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano,
pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal" (Ex 21, 23-25; cf. Lv 24, 19 s; Dt 19, 21).
Se sabe que esta ley fue una liberación y un alivio para las gentes más oprimidas de la antigüedad. En todo caso, aceptó la represión de la violencia con la misma violencia.

2.   Jesús anula esta ley que, en la práctica, es la legitimación de la venganza. Pero Jesús llega mucho más lejos. Porque no se limita a anular la ley de la venganza, sino que además dispone la renuncia a la propia dignidad (la bofetada), la renuncia a la propiedad (dar la capa al ladrón), y la renuncia a la defensa (no negarse nunca a dar con creces). En definitiva, se trata de que, no solo no te vengues de quien te humilla, te pide lo tuyo o se aprovecha de ti, sino que seas generoso con él, hasta llegar al exceso de lo que razonablemente supera todo límite. Jesús no solo invita a refrenar la agresividad, sino que invita a soportar la agresividad del violento.

3.   Es evidente que, al pedir estas cosas, Jesús propone algo que es provocativo. - ¿Por qué? 
Sin duda, porque por aquí va el único camino eficaz que conduce a la eliminación de la violencia.  Nunca deberíamos olvidar que la violencia constituye un círculo cerrado sobre sí mismo que se alimenta en la
propia violencia, que así se hace más fuerte y, además, se perpetúa. Los "excesos" de no-violencia, que propone Jesús, son "un gemido del oprimido" (a sigh of  the oppressed. K. Tagawa), que desarma al violento.
Pero no basta cualquier gemido.  Tiene que ser tan fuerte como las renuncias que plantea Jesús. Y conviene caer en la cuenta de que, para exigir tanta renuncia, Jesús no invoca ni el motivo del Reino, ni nada relacionado con Dios. El asunto es tan grave, que Jesús consideró que ya era bastante con presentar el tema en toda su crudeza.

SAN CIRIACO Y SANTA PAULA,
PATRONOS DE MÁLAGA

Los Reyes Católicos consagraron a los Santos Mártires Ciriaco y Paula una de las cuatro parroquias fundacionales tras la reconquista en 1487, designaron a los Santos Mártires Ciriaco y Paula Patronos de la ciudad de Málaga en 1490, e incluyeron a los Santos Patronos en el Escudo de Armas en 1494. Todos estos aspectos han permanecido inalterados hasta el momento presente. El día 18 de Junio ha sido una fiesta fundamental en la ciudad durante siglos, aunque de forma intermitente. Hasta el año 1986, el día 18 de Junio era fiesta local civil.
La tradición transmitida ampliamente en la historiografía local afirma que los Santos Ciriaco y Paula fueron dos jóvenes malagueños pertenecientes a una floreciente comunidad cristiana existente en nuestra ciudad y presidida por el Obispo San Patricio. Apresados en el contexto de la décima persecución del emperador Diocleciano y Maximiano, fueron sometidos a dolorosos tormentos con el propósito de que renunciaran a su fe y adorasen a las divinidades paganas.  Como no consiguieron tal propósito, fueron condenados a muerte y lapidados, atados a sendos troncos de unas palmeras, esto sucedió en el margen del río Guadalmedina el día 18 de Junio del año 303 de nuestra era, en el lugar que aún hoy conocemos como Paseo de Martiricos. Ocurrida la muerte, cayó un fuerte aguacero que impidió que sus cuerpos fuesen quemados, y sus hermanos cristianos los recogieron y procedieron a su sepultura. Se desconocen los datos en torno a su nacimiento, infancia o juventud. se ignora dónde han sido depositados sus cuerpos, aunque tradicionalmente se afirmaban que no podían estar muy lejos de la ciudad, junto a la ribera del río Guadalmedina, de donde se arrancaron las piedras para lapidarlos.
En 1581 se dejó sentir un fuerte terremoto en la iglesia de los Santos Mártires, como apenas hubo que lamentar pérdidas, decidieron el 16 de Junio de 1582 hacer un voto solemne y declarar día festivo con obligación de oír misa el 18 de junio, día de los Santos Mártires, en la ciudad y sus arrabales. En el mismo cabildo la Ciudad acordó mandar labrar dos estatuas de plata para que fueran sacadas en procesión en el día de su fiesta. Estas imágenes, donadas por el Cabildo municipal, fueron procesionadas por primera vez el 18 de junio del año 1604. El 5 de Febrero de 1810 entraron los franceses en Málaga y arrebataron a los malagueños las dos estatuas de los Santos Patronos debido a su precioso metal.
Hay buena prueba de la memoria de los Santos Ciriaco y Paula en el callejero de la ciudad: La Barriada de Santa Paula y unos jardines, están dedicados en honor de nuestra Patrona. El Paseo de Martiricos, junto al río Guadalmedina, guarda tradición del lugar del martirio. En Ciudad Jardín tenemos calle San Ciriaco y calle Santa Paula. La denominada Plaza de los Mártires Ciriaco y Paula, y la calle Mártires junto al templo parroquial de los Santos Mártires Ciriaco y Paula. Muy cerca, además, está la calle Santos, también dedicada a los Patronos, recogiendo la tradición que afirmaba que los jóvenes Santos se conocieron en una panadería situada en esa vía, en la que trabajaban ambos.

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