domingo, 3 de junio de 2018

Párate un momento: El Evangelio del dia 4 DE JUNIO – LUNES – 9ª – SEMANA DEL T. O. – B Santa Noemí



4 DE JUNIO – LUNES –
9ª – SEMANA DEL T. O. – B


Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pedro (1,1-7):
Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo les ha cabido en suerte una fe tan preciosa como a nosotros. Crezca vuestra gracia y paz por el conocimiento de Dios y de Jesús, nuestro Señor.
Su divino poder nos ha concedido todo lo que conduce a la vida y a la piedad, dándonos a conocer al que nos ha llamado con su propia gloria y potencia. Con eso nos ha dado los inapreciables y extraordinarios bienes prometidos, con los cuales podéis escapar de la corrupción que reina en el mundo por la ambición, y participar del mismo ser de Dios. En vista de eso, poned todo empeño en añadir a vuestra fe la honradez, a la honradez el criterio, al criterio el dominio propio, al dominio propio la constancia, a la constancia la piedad, a la piedad el cariño fraterno, al cariño fraterno el amor.
Palabra de Dios

Salmo: 90

R/. Dios mío, confío en ti
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti.» R/.
«Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé.
Con él estaré en la tribulación.» R/.
«Lo defenderé, lo glorificaré,
lo saciaré de largos días
y le haré ver mi salvación.» R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,1-12):
En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los escribas y a los ancianos:
«Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.
A su tiempo, envió un criado a los labradores, para percibir su tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo apalearon y lo despidieron con las manos vacías. Les envió otro criado; a éste lo insultaron y lo descalabraron. Envió a otro y lo mataron; y a otros muchos los apalearon o los mataron. Le quedaba uno, su hijo querido. Y lo envió el último, pensando que a su hijo lo respetarían. Pero los labradores se dijeron:
"Éste es el heredero. Venga, lo matamos, y será nuestra la herencia."
Y, agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.  - ¿Que hará el dueño de la viña?
Acabará con los ladrones y arrendará la viña a otros.
 - ¿No habéis leído aquel texto: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular? Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"?”.
Intentaron echarle mano, porque veían que la parábola iba por ellos; pero temieron a la gente, y, dejándolo allí, se marcharon.
Palabra del Señor

1.  Esta parábola  se puede   -y se suele-  interpretar  como   la denuncia  más fuerte que  hizo Jesús contra  los dirigentes de Israel, que  serían los  que se llegaron a considerar como   los "dueños"  del  "Pueblo  elegido". Por supuesto, leyendo  el texto, tal como ha   llegado hasta nosotros, esta interpretación  es la más  obvia y la que parece  más lógica e inevitable. Pero, si entendemos  así
la  parábola, la consecuencia  que de ella se sigue, es  el "antisemitismo"  más radical e intolerante que se  puede  imaginar.

2.  Sabemos   que el pueblo  judío ha sido hostigado,   desde el año 70 del siglo primero  (cuando  fue invadido  por el Emperador  Tito,  que destruyó  Jerusalén con su  Templo). Desde   entonces, y a medida que el cristianismo fue  creciendo y   dominando la cultura de Occidente, los judíos se han visto   incomprendidos, perseguidos,  expulsados, hasta llegar a su prueba más cruel en el  Holocausto del nazismo  en la  segunda  guerra  mundial,  en  los  años 40 al 45 del siglo pasado.  Así las cosas, tenemos que cuidar con   extrema delicadeza  para que el
Evangelio  no se convierta  en una fuerza  de odio y venganza.   Jesús no pudo enseñar esto. Esto  ha sido  invención de  seres  pervertidos que han  malinterpretado el Evangelio.

3.  La enseñanza   indiscutible  de la parábola  está en  que,   cuando los dirigentes religiosos se ven  a sí mismos como  los  "dueños y  señores" del  pueblo fiel, terminan convirtiéndose en tiranos,  que maltratan y destrozan la vida, lo humano,  a  cualquier ser  humano. Jesús  tuvo el valor y la libertad de decirles en  su cara, a quienes él sabía que lo iban a matar, lo  que  aquellos hombres
eran. No eran  "hombres de Dios". Eran  "criminales de lo  humano".  Hay  que pedir al Padre de la Misericordia  que nos libere de semejante amenaza y los daños que  de ella se siguen.

SANTAS RUT Y NOEMI


En la Biblia encontrarás un libro llamado Rut. Es una historia sobre una familia que vivió durante el tiempo en que Israel tuvo jueces. Rut es una joven del país de Moab; no pertenece a Israel, la nación de Dios. Pero cuando Rut aprende acerca del Dios verdadero, Jehová, lo ama mucho. Noemí es una señora mayor que ayudó a Rut a conocer a Jehová.
Noemí es israelita. Ella y su esposo y sus dos hijos se mudaron a la tierra de Moab cuando había poco alimento en Israel. Un día, el esposo de Noemí murió. Después, los hijos de Noemí se casaron con dos moabitas llamadas Rut y Orpa. Unos 10 años después, los dos hijos de Noemí murieron. ¡Qué tristeza! ¿Qué haría Noemí ahora?
Un día Noemí decide volver a su propia gente, un viaje largo. Rut y Orpa quieren estar con ella, y la acompañan también. Pero después de algún tiempo en el camino, Noemí les dice a las jóvenes: ‘Vuélvanse al lugar de donde vinieron y quédense con sus madres.’
Noemí se despide de ellas con un beso. Ellas empiezan a llorar, porque aman mucho a Noemí. Dicen: ‘¡No! Nosotras vamos a ir contigo a tu gente.’ Pero Noemí les responde: ‘Ustedes tienen que regresar, hijas mías. Les irá mejor entre los suyos.’ De manera que Orpa empieza el viaje de regreso al lugar de donde vino. Pero Rut no se va.
Noemí se vuelve a ella y dice: ‘Orpa se ha ido. Vete con ella también.’ Pero Rut contesta: ‘¡No trates de hacer que te deje! Déjame ir contigo. Donde tú vayas, yo iré, y donde vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras, yo moriré, y allí me enterrarán.’ Cuando Rut dice esto, Noemí deja de tratar de hacer que regrese.
Al fin las dos mujeres llegan a Israel. Se establecen allí. Rut en seguida empieza a trabajar en los campos, porque es tiempo de recoger la cebada. Un hombre llamado Booz le deja recoger cebada en sus campos. ¿Sabes quién era la madre de Booz? Era Rahab, de la ciudad de Jericó.
Un día Booz le dice a Rut: ‘He oído mucho de ti, y de lo bondadosa que has sido con Noemí. Sé que dejaste a tu padre y a tu madre y tu propio país y has venido a vivir entre un pueblo que nunca antes habías conocido. ¡Te deseo que Jehová sea bueno contigo!’
Rut contesta: ‘Eres muy bondadoso conmigo, señor. Me has hecho sentir mejor por las buenas cosas que me has dicho.’ A Booz le agrada mucho Rut, y poco tiempo después se casan. ¡Qué feliz hace esto a Noemí! Pero Noemí se siente más feliz todavía cuando Rut y Booz tienen su primer hijo, llamado Obed. Después Obed llega a ser el abuelo de David; de este David después aprenderemos más.

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