15 DE DICIEMBRE – MARTES –
3ª – SEMANA DE ADVIENTO – B –
SAN VALERIANO, Obispo
Lectura
de la profecía de Sofonías (3,1-2.9-13):
ESTO dice el Señor:
«¡Ay de la ciudad rebelde,
impura, tiránica!
No ha escuchado la llamada,
no ha aceptado la lección,
no ha confiado en el Señor,
no ha recurrido a su Dios.
Entonces purificaré
labios de los pueblos
para que invoquen todos ellos
el nombre del Señor
y todos lo sirvan a una.
Desde las orillas de los ríos de Cus
mis adoradores, los deportados,
traerán mi ofrenda.
Aquel día, ya no te avergonzarás
de las acciones con que me ofendiste,
pues te arrancaré tu orgullosa arrogancia,
y dejarás de engreírte en mi santa montaña.
Dejaré en ti un resto,
un pueblo humilde y pobre
que buscará refugio en el nombre del Señor.
El resto de Israel no hará más el mal,
ni mentirá ni habrá engaño en su boca.
Pastarán y descansarán,
y no habrá quien los inquiete».
Palabra de Dios
Salmo: 33,2-3.6-7.17-18.19.23
R/.
El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.
V/. Bendigo al Señor en
todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
V/.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R/.
V/.
El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias. R/.
V/.
El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él. R/.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 21, 28-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos
sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
"¿ Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le
dijo:
"Hijo, ve hoy a trabajar en la viña". Él contestó: "No
quiero". Pero después se arrepintió y fue.
Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó:
"Voy, señor". Pero no fue.
¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?".
Contestaron: "El primero'.
Jesús les dijo: "Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os
llevan la delantera en el camino del Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros
enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los
publicanos y las prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros
no recapacitasteis ni le creísteis".
Palabra del Señor
1. El problema que plantea Jesús en este episodio, es el problema de
la fe. Tal es el tema clave de este evangelio. Porque, al final de la parábola,
lo que Jesús echa en cara a los dirigentes religiosos es que no creyeron, al
tiempo que a los publicanos y a las prostitutas los elogia porque creyeron. Lo
que Jesús plantea es si los profesionales del templo y de la religión tenían o no tenían fe.
Jesús va, por tanto, directamente al centro de la teología y de la
espiritualidad que han de cultivar los creyentes en el Dios de Jesús.
2. Este relato trastorna nuestra teología de la fe. Porque aquí hay
algo muy sorprendente. En efecto, lo sorprendente es que, a juicio de
Jesús, los creyentes no fueron las personas religiosas y observantes, sino los
pecadores y las mujeres más despreciadas.
Jesús invierte el sentido de la fe: las personas bien vistas, y debidamente
integradas en la sociedad y sus instituciones, no estuvieron capacitadas para
creer. Mientras que las gentes con las que los notables jamás se
identificarían, esas personas fueron quienes creyeron en el mensaje de Juan
Bautista.
3. No es de suponer que todos los publicanos, que había en la
Palestina de entonces, dejaron de ser publicanos. Ni se puede suponer tampoco
que todas las prostitutas abandonaron su forma de vida. Y, sin embargo, si algo
deja claro la parábola de los dos hijos es que la fe no consiste en lo que se
"dice", sino en lo que cada cual "hace".
Entonces, ¿qué es lo que hicieron los publicanos y las prostitutas y que,
por el contrario, no fueron capaces de hacer los sumos sacerdotes y senadores
de Israel?
Sin duda alguna, los publicanos y las prostitutas se vieron a sí mismos
como pecadores, que necesitaban cambiar de vida.
Sin embargo, los dirigentes religiosos, en lugar de verse a sí mismos como
hombres necesitados de un cambio de vida, enviaron "sacerdotes
y clérigos" desde Jerusalén, para hacerle un interrogatorio a Juan
con la intención de saber qué clase de autoridad tenía para decir lo que decía
y para bautizar a la gente (Jn 1, 19-28 par).
Los hombres del templo no suelen estar dispuestos a reconocer que necesitan
cambiar de ideas y de vida, cosa que suelen ver con claridad los marginados
y excluidos.
Por eso, mientras que los curas de entonces no estaban en condiciones de
creer, los excluidos sociales y religiosos veían su conversión como lo más
lógico y necesario.
SAN VALERIANO, Obispo
Vida de San Valeriano obispo
Conmemoración de san Valeriano, obispo de
Abbensa, en África Proconsular, que, siendo más que octogenario, en la
persecución vandálica fue conminado por el rey arriano Genserico a que entregara
los utensilios de la Iglesia y, al rehusar constantemente hacerlo, fue
expulsado de la ciudad con orden de que nadie le dejara vivir ni en su casa ni
en el campo, y durante mucho tiempo estuvo a la intemperie, en la vía pública,
acabando así su vida bienaventurada como confesor de la verdad ortodoxa (c.
460).
No hay comentarios:
Publicar un comentario