miércoles, 18 de enero de 2023

Párate un momento: El Evangelio del dia 20 - DE ENERO – VIERNES – 2ª SEMANA DEL T. O. – A San Fabián, papa y San Sebastián, mártires

 

 


20 - DE ENERO – VIERNES –

2ª SEMANA DEL T. O. – A  

San Fabián, papa y San Sebastián, mártires

 

Lectura de la carta a los Hebreos (8,6-13):

 

HERMANOS:

Ahora a nuestro sumo Sacerdote, Cristo, le ha correspondido un ministerio tanto más excelente cuanto mejor es la alianza de la que es mediador: una alianza basada en promesas mejores.

Si la primera hubiera sido perfecta, no habría lugar para una segunda.

Pero les reprocha:

«Mirad que llegan días —oráculo del Señor— en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá una alianza nueva; no como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto.

Ellos fueron infieles a mi alianza y yo me desentendí de ellos —oráculo del Señor—.

Así será la alianza que haré con la casa de Israel después de aquellos días —oráculo del Señor—: pondré mis leyes en su mente y las escribiré en sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: “Conoce al Señor”, porque todos me conocerán, del menor al mayor, pues perdonaré sus delitos y no me acordaré ya de sus pecados».

Al decir alianza “nueva”, declaró antigua la anterior; y lo que envejece y queda anticuado, está para desaparecer.

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 84,8.10.11-12.13-14

 

R/. La misericordia y la fidelidad se encuentran.

 

V/. Muéstranos, Señor, tu misericordia

y danos tu salvación.

La salvación está cerca de los que lo teman

y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.

 

V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran,

la justicia y la paz se besan;

la fidelidad brota de la tierra

y la justicia mira desde el cielo. R/.

 

V/. El Señor nos dará la lluvia,

y nuestra tierra dará su fruto.

La justicia marchará ante él,

la salvación seguirá sus pasos. R/.

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,13-19):

 

EN aquel tiempo, Jesús subió al monte, llamó a los que quiso y se fueron con él.

E instituyó doce para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar, y que tuvieran autoridad para expulsar a los demonios:

Simón, a quien puso el nombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo, y Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso el nombre de Boanerges, es decir, los hijos del trueno, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el de Caná y Judas Iscariote, el que lo entregó.

 

Palabra del Señor

 

1.  Los acontecimientos importantes, que nos relata la Biblia, tienen algún tipo de relación con una montaña. Aquí, Jesús sube a la montaña. Como, Moisés subió al Sinaí, antes de la Alianza. En el Pentateuco, esta referencia al ascenso a la montaña es importante (Ex 19, 24-34; Nm 27; Dt 9-10. 32) (Marcus Joel). Prueba de ello es que la misma expresión se repite hasta 24 veces en la traducción de los LXX (D. C. Allison). La proximidad a Dios (expresada en la altura) es el anuncio de algo decisivo. En este caso, lo decisivo va a ser la elección de los Doce. Algo que llama la atención.

Antes de la venida del Espíritu, se pensaba que el grupo de los Doce tenía que estar completo. Por eso cuando faltó Judas, se suplió su ausencia con la elección de Matías (Hch 1, 15-26). Pero después, cuando fueron desapareciendo los Doce, nadie sintió la necesidad de perpetuar aquel grupo, tal como aparece estructurado en los evangelios.

 

2.  Y es que la finalidad de aquellos primeros Doce era:

1) Estar con Jesús consistió no solamente en orar y tener una intensa espiritualidad, sino además en llevar una vida lo más parecida (que fue posible) a la vida que llevó Jesús.

2) Predicar, o sea comunicar lo que enseñaba Jesús y hacer eso como lo hacía Jesús, con la humanidad, la sencillez y la libertad con que siempre habló Jesús. En cuanto a expulsar demonios, se trataba, en aquel tiempo, de curar enfermos, ya que algunas enfermedades se atribuían a los malos espíritus.

 

3.  Los doce hombres que escogió Jesús eran muy distintos. Por ejemplo, Mateo había sido publicano, es decir, de los que colaboraban con el régimen. Por el contrario, hay quienes piensan que Simón Cananeo era de los revolucionarios que más tarde fueron llamados "fanáticos" (del partido zelota). Y Judas Iscariote, parece que perteneció a los "sicarios", la banda armada de los subversivos contra el poder romano, aunque esto es puesto en duda por algunos exegetas. 

En todo caso, lo que quiso Jesús es que fueran hombres serios y entregados, sin importarle las ideas o la opción política de cada cual. Lo verdaderamente importante era (y es) vivir el Evangelio.

 

San Fabián, papa y San Sebastián, mártires

 


 

San Fabián, Sumo Pontífice (250)

 

Fue Sumo Pontífice del año 236 al 250, por 14 años.

Jesús es bajado de la Cruz. El historiador Eusebio cuenta que, al morir el Papa San Antero, el clero de Roma se reunió junto con los fieles creyentes, para elegir al nuevo Papa, y que estando allí reunidos, vieron descender una paloma sobre la cabeza de Fabián. No habían pensado elegirlo a él porque todavía no era sacerdote. Pero ante esta señal, lo eligieron, y fue ordenado sacerdote y consagrado obispo. San Cipriano dijo de él: "Fue un hombre muy santo, y la gloria de su martirio correspondió a la gran pureza de su vida". El emperador Decio ordenó en el 250 una terrible persecución contra los cristianos y al primero que mandó matar fue al Papa San Fabián.

 

San Sebastián, soldado mártir. Año 300.

       Transfiguración de nuestro Señor. Se dice de él que entró a la vida militar para poder ayudar a los cristianos que estaban prisioneros. Una vez un mártir estaba para desanimarse a causa de las lágrimas de sus familiares, pero el militar Sebastián lo animó a ofrecer su vida por Jesucristo, y así aquel creyente obtuvo el glorioso martirio. Dicen los antiguos documentos que Sebastián era Capitán de la Guardia en el Palacio Imperial en Roma, y aprovechaba ese cargo para ayudar lo más posible a los cristianos perseguidos.

Pero un día lo denunciaron ante el emperador por ser cristiano. Maximino lo llamó y lo puso ante la siguiente disyuntiva: o dejar de ser cristiano y entonces ser ascendido en el ejército, o si persistía en seguir creyendo en Cristo ser degradado de sus cargos y ser atravesado a flechazos. Sebastián declaró que sería seguidor de Cristo hasta el último momento de su vida, y entonces por orden del emperador fue atravesado a flechazos. En Roma le levantaron desde muy antiguos tiempos una basílica en su honor. Ha sido invocado por muchos siglos como su Patrono contra las flechas envenenadas y para librarse de plagas y enfermedades. San Ambrosio pronunció hermosos sermones acerca de San Sebastián. Es patrono de los arqueros, los soldados y los atletas.

El nombre "Sebastián" significa: "Digno de respeto. Venerable".

 

 

 

 

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