domingo, 22 de enero de 2023

Párate un momento: El Evangelio del dia 24 - DE ENERO – MARTES – 3ª SEMANA DEL T. O. – A San Francisco de Sales y Nuestra Señora de la Paz.

 

 


24 - DE ENERO – MARTES –

3ª SEMANA DEL T. O. – A

San Francisco de Sales y

Nuestra Señora de la Paz.

 

Lectura de la carta a los Hebreos (10,1-10):

 

HERMANOS:

La ley, que presenta solo una sombra de los bienes futuros y no la realidad misma de las cosas, no puede nunca hacer perfectos a los que se acercan, pues lo hacen año tras año y ofrecen siempre los mismos sacrificios.

Si no fuera así, ¿no habrían dejado de ofrecerse, porque los ministros del culto, purificados de una vez para siempre, no tendrían ya ningún pecado sobre su conciencia?

Pero, en realidad, con estos sacrificios se recuerdan, año tras año, los pecados. Porque es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.

Por eso, al entrar él en el mundo dice:

«Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuerpo; no aceptaste

holocaustos ni víctimas expiatorias.

Entonces yo dije:

He aquí que vengo —pues así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí— para hacer, ¡oh, Dios!, tu voluntad».

Primero dice:

«Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, ni holocaustos, ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la ley.

Después añade:

«He aquí que vengo para hacer tu voluntad».

Niega lo primero, para afirmar lo segundo.

Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 39,2.4ab.7-8a.10.11

 

R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

 

    Yo esperaba con ansia al Señor;

él se inclinó y escuchó mi grito.

Me puso en la boca un cántico nuevo,

un himno a nuestro Dios. R/.

 

 Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,

y, en cambio, me abriste el oído;

no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios, entonces yo digo: «Aquí estoy». R/.

 

     He proclamado tu justicia

ante la gran asamblea;

no he cerrado los labios,

Señor, tú lo sabes. R/.

 

 No me he guardado en el pecho tu justicia, he contado tu fidelidad y tu salvación, no he negado tu misericordia y tu lealtad ante la gran asamblea. R/.

 

      Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,31-35):

 

EN aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.

La gente que tenía sentada alrededor le dice:

«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».

Él les pregunta:

«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».

Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:

«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».

 

Palabra del Señor

 

1.  Las relaciones de familia no son libres. Nadie puede escoger la familia en la que va a nacer, en la que se va a criar, en la que va a ser educado y a la que tendrá que estar sometido, durante casi veinte años.  Para luego, respetarla siempre, preferirla siempre, identificarse con ella lo más posible. Además, el derecho y las leyes regulan lo que a cada uno le corresponde en la familia. Y a lo que se tiene que someter.

La educación, la cultura, las costumbres, la religión y las creencias, probablemente las preferencias políticas, todo eso está condicionado por la familia en la que nacemos y a la que pertenecemos hasta la muerte.

 

2.  En la familia es más determinante la sumisión que la libertad. Por eso la familia es tan importante para la estabilidad de la sociedad. Además, la familia es un factor determinante de la transmisión de la propiedad. 

 Todo esto fomenta y mantiene la paz en la convivencia. Pero todo esto tiene también un inconveniente: impide o dificulta que el progreso de las ciencias y los nuevos conocimientos coincidan con el cambio de las costumbres, de la convivencia y de la vida de las personas. Lo cual nos puede plantear problemas tremendos. Porque las personas no somos siempre "modelos ejemplares".   Sino que somos egoístas, tenemos ambiciones, orgullo, sentimientos de odio y venganza, envidia y deseos perversos, que hacen mal a otros.

 

3.  Este relato de la familia de Jesús buscándolo, cuando Jesús estaba con su comunidad de seguidores y discípulos, nos dice con claridad que, para Jesús, era más importante la libertad del creyente que la sumisión del que se acomoda, se limita y se ajusta a lo que tenemos. Jesús no quiso perpetuar el sistema. Jesús quiso poner las bases para poder renovar la sociedad, la cultura, las leyes, la convivencia.

Eso es cumplir la voluntad de Dios. Así pensaba Jesús.

 

San Francisco de Sales y

Nuestra Señora de la Paz.

 



San Francisco de Sales

 

Es el patrono de los periodistas. Fue un escritor nacido en el año 1567 en Saboya que buscaba la transmisión de la verdad evangélica. Durante su infancia su madre le narraba el Catecismo y a los 14 años ingresó en la Universidad de París. Destacó en retórica y filosofía, se entregó al estudio de Teología y se consagró a Dios. A los 24 años obtuvo el Doctorado en Leyes y en 1593 fue ordenado sacerdote. Predicó por muchas ciudades y participó en la reconquista del Chablais. En esta ardua tarea comenzó su carrera de escritor elaborando una serie de panfletos de la Doctrina de la Iglesia. Gracias a su labor el número de conversiones aumentó y restableció la fe Católica en la provincia. Ocupó el cargo de Obispo de Ginebra durante 21 años y murió en 1622. Su última palabra fue el nombre de Jesús.

 

Nuestra Señora de la Paz.

 



El origen de esta advocación mariana se halla en el siglo XI, y el lugar en que fue proclamada, Toledo, España. Luego de la reconquista de la ciudad por los cristianos, luego de la combinación mora, aunque estos habían perdido la ciudad, querían conservar la otra basílica cristiana como mezquita. Lo lograron del rey Alfonso VI, que firmó un tratado mediante el cual se las concedía para este uso. Pero los cristianos vieron esto como una barbaridad y se propusieron recuperarla para el culto cristiano, como había sido anteriormente. Y así fue: se lanzaron a conquistar la catedral. Los moros defendieron su plaza, pensando que el rey los había traicionado. En medio de la batalla, la reina y el arzobispo aclararon que había sido un ataque contrario a los deseos del rey, ante el cual, establecida una tregua, denunciaron el hecho. Este decidió castigar a los cristianos, empezando por la reina Constanza y el arzobispo Don Rodrigo (al parecer alentaron la sublevación). Una comitiva salió a su encuentro pidiendo su perdón, al que accedió el rey, aunque confirmando su anterior entrega de la basílica a los moros.

Pero entonces, el 23 de enero de 1085, los moros, inesperadamente, en un acto inteligente, decidieron entregarla pacíficamente. Este hecho fue celebrado con gran regocijo y funciones religiosas solemnes, dentro de las cuales estuvo la proclamación de María, la Madre de Dios, como Nuestra Señora de la Paz. Este título se hizo más conocido y celebrado (pasó incluso a América) por el hecho de la Descensión de María e imposición de la casulla a San Ildefonso (23 de enero). Dice la leyenda que, yendo San Ildefonso a celebrar los maitines, la Virgen María apareció, sentada en la cátedra del obispo, con una casulla en las manos, la cual impuso al santo como recompensa de todos sus esfuerzos en predicar las excelencias y privilegios de la misma Virgen María, en especial el hecho de la Virginidad Perpetua, dogma de fe. Hay que decir que el hecho era tan conocido de todos que durante el período que los moros se apoderaron de la basílica, este sitio fue perfectamente conservado y respetado por ellos, por ser un lugar sagrado, ya que María había estado allí. Aún podemos venerar la piedra en la cual estuvo la Santísima Virgen. Aunque este milagro a San Ildefonso había sido el 18 de diciembre del año 645, la celebración para España es el 24 de enero, día posterior del santo y memoria de la “reconquista” de la catedral, uniendo ambos hechos.

La advocación “de la Paz”, pasó a América, casi siempre unida al 24 de enero, pero hay otras, como la patrona de El Salvador, bella talla hallada en 1682, el 21 de noviembre, día de su festividad allí. Una advocación más moderna ignora el hecho de Toledo, presentándose como nueva, cuando hay un título mucho más antiguo. Iconográficamente las representaciones son bastante diferentes: algunas visten de blanco, azul o rojo; unas llevan niño Jesús y otras no. Un elemento bastante común suelen ser las palomas y las ramas de olivo, ambos símbolos de la paz.

 

 

 

 

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