miércoles, 24 de octubre de 2018

Párate un momento: El Evangelio del dia 25 DE OCTUBRE - JUEVES 29ª - SEMANA DEL T. O. – B – San Frutos de Segovia



25  DE OCTUBRE  -  JUEVES
29ª - SEMANA DEL  T. O. – B –

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (3,14-21):
Doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, pidiéndole que, de los tesoros de su gloria, os conceda por medio de su Espíritu robusteceros en lo profundo de vuestro ser, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todos los santos, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios. Al que puede hacer mucho más sin comparación de lo que pedimos o concebimos, con ese poder que actúa entre nosotros, a él la gloria de la Iglesia y de Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios

Salmo: 32,1-2.4-5.11-12.18-19

R/. La misericordia del Señor llena la tierra

Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.
Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.
Pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad. R/.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,49-53):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!
¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz?
No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»

Palabra del Señor

1.  Jesús utiliza la metáfora del fuego, que en la Biblia es la representación de una teofanía: hablar de   fuego es hablar de una manifestación de Dios (Dn 7,
10; Hech 7, 30; Ap 1, 14; 15, 2).
Con esta imagen del fuego, Jesús introduce el
tema del bautismo, que, en la teología del evangelio de Lucas, es el "bautismo en el Espíritu y el fuego" (Lc 3, 16; 12, 49 s).
Jesús afirma de esta manera que él es la manifestación de Dios en el mundo. Pero lo manifiesta mediante el bautismo que el mismo Jesús recibió. ¿Cuándo?    ¿Cómo?   En su muerte en la cruz (Mc 10, 39). De ahí la "angustia" de Jesús hasta que llegara ese momento. Por tanto, para Jesús, ser bautizado es ser crucificado, es decir, sufrir y morir por el pueblo (O. Cullmann).
El bautismo es el acto por el que el cristiano asume en la vida el mismo destino que asumió Jesús.

2.  Ahora bien, cuando este destino se toma en serio, inevitablemente sobrevienen los conflictos. Por eso Jesús dice que él no ha venido a traer paz, sino
división.  ¿Por qué?
Las divisiones y los conflictos se producen por intereses
económicos, por ideas políticas, por motivos éticos o por causa de las creencias religiosas. Jesús se refiere a algo mucho más profundo y decisivo en la vida: cuando una   persona asume en la vida el mismo destino que asumió Jesús, ponerse de parte de los últimos hasta llegar al enfrentamiento mortal con los poderes políticos y religiosos, esa persona entra en conflicto con su propia familia.  Lo tendrán por loco, como le pasó a Jesús (Mc 3, 21), lo despreciarán como a Jesús (Mc 6, 4), no se fiarán de él, como hicieron con Jesús sus parientes (Jn 7, 5).
Es duro optar en serio por el pueblo. Es dura la   condición del cristiano, que, como Jesús, revela a Dios en su opción por los últimos.
Es el destino de todos los que, a lo largo de la historia, han tomado en serio el dolor de los más     desamparados de este mundo.

3.  En esto consiste la "autoestigmatización" (G. Theissen) que define lo que tiene que ser "la condición cristiana". No es la autodestrucción.
Todo lo contrario: es la condición indispensable para poder alcanzar la bondad plena, que es lo que define el ser cristiano.
Jesús desplazó la religión: la sacó de "lo sagrado"
y la puso en "lo laico", en la vida diaria, en la convivencia de todos con todos. Pero eso solo es posible cuando se vive la bondad sin límites.

San Frutos de Segovia

En las cercanías de Segovia, en Hispania, san Frutos, que llevó vida eremítica junto a una escarpada montaña (c. 715).

Vida de San Frutos de Segovia

San Frutos, Santa Engracia y San Valentín, mártires
Los cuerpos de San Frutos, Santa Engracia y San Valentín, venerados por los cristianos segovianos, se conservaron en la ermita de San Frutos, cerca de la actual Sepúlveda, desde comienzos del siglo VIII hasta el siglo XI.
El rey Alfonso VI concedió esta ermita al monasterio de San Sebastián de Silos —hoy Santo Domingo de Silos- para que la cuidasen y facilitasen la creciente devoción del pueblo; se hizo escritura en el 1076. Los monjes recomponen la ermita como de nuevo y la habilitan para que puedan vivir en ella algunos monjes. Terminadas las obras en el año 1100, la consagra D. Bernardo, el primer Arzobispo de Toledo. Está construida sobre roca escarpada, como cortada a pico, a orillas del río Duratón, afluente del Duero. En ese nuevo lugar se depositan las reliquias de los tres santos.
Restaurada Segovia y restituida a su dignidad episcopal, se pasan a su catedral la mitad de las reliquias desde el monasterio de Silos, con autorización y mandato del Arzobispo de Toledo, en el 1125.
Tan celosamente se guardan que se pierde el sitio donde fueron depositadas hasta que se encontraron milagrosamente, en tiempos del celoso obispo D. Juan Arias de Ávila.
En el año 1558 se depositaron finalmente en la nueva catedral. Allí, en el trascoro, reposan los restos del Patrono de la Ciudad, teniendo por fondo el retablo que trazó Ventura Rodríguez para el palacio de Riofrío y que Carlos III donó para la catedral segoviana.
¿Quién fue el hombre que desde catorce siglos atrás es polo de atracción de tantas generaciones de segovianos?
Nació Frutos, en el año 642, en el seno de una familia rica que tuvo otros dos hijos con los nombres de Valentín y Engracia. Debió ser una familia de profundas convicciones cristianas que supieron, con la misma vida, inculcarlas a sus hijos. Sin que se sepa la causa, murieron los dos. Ahora los tres jóvenes son herederos de unos bienes y comienzan a conocer en la práctica la dureza que supone el ser fieles a los principios. Parece ser que tanto tedio provocaron en ellos los vicios, maldades, desenfrenos, asechanzas y envidias de su entorno humano, que Frutos les propone un cambio radical de vida. Los tres, con la misma libertad y libre determinación deciden vender sus bienes y los dan a los pobres. Dejaron la ciudad del acueducto romano y quieren comenzar una vida de la soledad, oración y penitencia por los pecados de los hombres. A la orilla del río Duratón les pareció encontrar el lugar adecuado para sus propósitos. Hacen tres ermitas separadas para lograr la deseada soledad y dedicar el tiempo de su vida de modo definitivo al trato con Dios.
A partir de aquí se tiene noticias de Frutos cuando el estallido de la invasión musulmana y su rápida dominación del reino visigodo. Frutos, en su deseo de servir a Dios, intervino de alguna manera —y con vivo deseo de martirio- en procurar la conversión de algunos mahometanos que se aproximaron a su entorno; defendió a grupos de cristianos que huían de los guerreros invasores; dio ánimos, secó lágrimas y alentó los espíritus de quienes se desplazaban al norte; fue protagonista de algunos sucesos sobrenaturales y murió en la paz del Señor, con el halo de santo, el año 715.
La misma historia refiere que sus hermanos Valentín y Engracia fueron de los mártires decapitados por los sarracenos y sus cuerpos colocados con el del Santo.
Lo que se sabe hoy del entorno en que viven y mueren estos santos facilita cubrir las lagunas o los interrogantes que pueden presentarse. La invasión musulmana, su rápido avance por el reino hispano-visigodo y el martirio de cristianos tuvieron su génesis. La unidad del reino tan lograda por la conversión del arrianismo a la fe católica de Recaredo en el 589 presentaba ahora una falsa cohesión por su fragilidad. Los clanes de nobles, civiles y eclesiásticos, con intereses políticos y económicos contrapuestos, tratan de controlar cada uno alternativamente el trono de Toledo y son una fuente continua de conflictos. La nobleza que en un principio recibió unos territorios para ejercer en ellos funciones administrativas, fiscales y militares, al hacerse hereditarias, quedan prácticamente privatizadas con detrimento progresivo de las funciones públicas características de un estado centralizado y llevan a la fragmentación del poder del monarca. La clase aristócrata asienta aún más la diferencia social con el pueblo cada vez más pobre, indefenso, desorientado, abandonado y hastiado del lujo de sus señores. Hay que añadir desastres naturales que asolan el país especialmente desde el reinado de Kindasvinto (642-653) como epidemias que diezmaban a la población, plagas de langostas, sequía, pestes y despoblamiento. El vicio, la amoralidad y desenfreno reina en la sociedad al amparo de lo que sucede en las casas de la nobleza. A la muerte de Witiza, los partidarios de Akhila, su hijo primogénito, no consiguen ponerlo en el trono ocupado por D. Rodrigo, duque de la Bética, y piden ayuda a los bereberes. El desastre de Guadalete del 711 hizo que lo que fue una simple ayuda de los moros capitaneados por Tariq se convirtiera en toda una invasión y conquista posterior que colma los planes estratégicos del Islam por la decrepitud que se había ido gestando en el interior del reino visigodo.
santopedia.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario