domingo, 12 de enero de 2020

Párate un momento: El Evangelio del dia 13 DE ENERO – LUNES – 1ª – SEMANA DEL T.O. – A San Hilario de Poitiers




13  DE ENERO – LUNES –
1ª – SEMANA DEL T.O. – A
San Hilario de Poitiers

Comienzo del primer libro de Samuel (1,1-8):

Había un hombre sufita, oriundo de Ramá, en la serranía de Efraín, llamado Elcaná, hijo de Yeroján, hijo de Elihú, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita. Tenía dos mujeres: una se llamaba Ana y la otra Fenina; Fenina tenía hijos, y Ana no los tenía.
Aquel hombre solía subir todos los años desde su pueblo, para adorar y ofrecer sacrificios al Señor de los ejércitos en Siló, donde estaban de sacerdotes del Señor los dos hijos de Elí, Jofní y Fineés. Llegado el día de ofrecer el sacrificio, repartía raciones a su mujer Fenina para sus hijos e hijas, mientras que a Ana le daba sólo una ración; y eso que la quería, pero el Señor la había hecho estéril. Su rival la insultaba, ensañándose con ella para mortificarla, porque el Señor la había hecho estéril. Así hacía año tras año; siempre que subían al templo del Señor, solía insultarla así.
Una vez Ana lloraba y no comía. Y Elcaná, su marido, le dijo: «Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué te afliges? ¿No te valgo yo más que diez hijos?»

Palabra de Dios

Salmo: 115,12.13.14.17.18.19

R/. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza

¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre. R/.

Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor. R/.

Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,14-20):

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía:
«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo:
«Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes.
Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

Palabra del Señor

1.  El evangelio de Marcos inicia el relato de la vida pública de Jesús. Y lo inicia con dos datos que impresionan. En primer lugar, Jesús se va a Galilea.
Es sabido que Galilea era la región pobre, subdesarrollada, y cuyos habitantes eran mal vistos por la sociedad instalada, que vivía en la capital, Jerusalén.
O sea, Jesús vio que, para empezar, lo primero que tenía que hacer era irse, no con los poderosos e influyentes, sino con los marginados y atrasados, los sencillos trabajadores pobres y para los pobres. Lo primero que vio Jesús es que los cambios profundos vienen de abajo.

2.  El segundo dato, que impresiona en este relato, es que Jesús se fue a Galilea cuando se enteró de que a Juan Bautista lo habían metido en la cárcel.
Arrestar a Juan fue decisión de Herodes Antipas, el hijo de Herodes el Grande, el tirano que reinaba cuando Jesús vino a este mundo. Los poderes totalitarios de aquel tiempo no necesitaban muchos argumentos, ni jueces, ni juicios, para meter a uno en la cárcel. Y, si se les antojaba, para matar a cualquier preso o incluso a cualquier ciudadano.  Por otra parte, se sabe que Galilea vivía, ya entonces, en un ambiente político-religioso de agitación, revueltas, grupos inquietos y sospechosos, que no tardaron en organizarse para la lucha. Tal fue el caso de los "zelotas", que estaban empezando a preparar el movimiento violento (y desastroso), del que nos informa el historiador judío Flavio Josefo.
Pues bien, Jesús fue a meterse en aquel peligroso ambiente. Para anunciar su proyecto. Jesús unió su suerte y su destino a los pobres más amenazados.

3.  Y este relato nos informa que lo primero, que Jesús se puso a organizar, fue un grupo de "seguidores".  Su proyecto no era reunir un movimiento de gente violenta o algo parecido. El problema, que apunta aquí ya el Evangelio, es mucho más serio y profundo.
Los numerosos relatos de "seguimiento", que los evangelios, nos proponen una lección teológica que mucha gente ni se imagina.
Todo se centra en este hecho:  Solamente viviendo con Jesús y como Jesús se puede aprender quién es Jesús y en qué consiste su mensaje.
El “seguimiento" es constitutivo de la "cristología". En la Iglesia abunda la gente que no se ha enterado de esto.

San Hilario de Poitiers


Nació en Poitiers, Francia, a principios del siglo IV; Sus padres eran nobles gentiles. Fue bautizado el año 345 y desde entonces vivió santamente. Fue elegido obispo de Poitiers el año 350.

Gran defensor de la fe en la divinidad de Cristo frente a los arrianos. En su tratado sobre la Trinidad «De Trinitate» defiende la doctrina del Concilio de Nicea y demuestra que las Sagradas Escrituras dan testimonio claro de la divinidad del Hijo. En otros libros interpreta también los sucesos del Antiguo Testamento como prefiguraciones de la venida de Cristo al mundo.

El punto de partida de la reflexión de Hilario es la fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, recibida en el bautismo. Dios Padre, que es amor, comunica plenamente su divinidad al Hijo. Éste compartió nuestra condición humana, de tal manera que sólo en Cristo, Verbo encarnado, la humanidad encuentra la salvación. Asumiendo la naturaleza humana, Él ha unido a sí a todo hombre. Por eso, el camino hacia Cristo está abierto para todos, aunque por nuestra parte se requiere siempre la conversión personal.

San Hilario combatió herejías del arriano Auxencio de Milán. Los arrianos lograron que el emperador Constancio, también arriano, desterrase a Hilario a Frigia, provincia romana de Asia, a fines del año 356. Su comentario fue: "Permanezcamos siempre en el destierro con tal que se predique la verdad".  Desde el destierro envió a Occidente su tratado de los Sínodos y en 359 los doce libros Sobre la Trinidad, que se considera su mejor obra.

Asistió al concilio de Seleucia de Isauria, ciudad del Asia Menor, en la región de Tauro. Allí trató Hilario sobre misterios de la fe. Después pasó a Constantinopla, donde en un escrito presenta al emperador como un anticristo.

Sus enemigos, convencidos de que Hilario les era más problema en el Oriente, le permitieron regresar a Poitiers. San Jerónimo comenta sobre el gran júbilo con que fue recibido por los católicos. Allí realizó una importante labor de exégesis, escribiendo tratados sobre los grandes misterios de la fe, sobre los salmos y sobre san Mateo. Compuso también himnos y algunos le atribuyeron el "Gloria in excelsis".

Según san Isidoro de Sevilla, Hilario fue el primero que introdujo los cánticos en las iglesias de Occidente. Años más tarde San Ambrosio introducirá esa costumbre en su catedral de Milán y los herejes lo acusarán ante el gobierno diciendo que por los cantos tan hermosos que entona en su iglesia le quita a ellos sus clientes que se van a donde los católicos porque allá cantan más y mejor.

San Hilario murió el 13 de enero del año 367. Sus reliquias estuvieron en Poitiers hasta el año 1652, en que fueron sacrílegamente quemadas por los hugonotes.

Se le ha dado el título de Atanasio de Occidente.

Entre sus ilustres discípulos está San Martín de Tours. San Jerónimo y san Agustín lo llaman gloriosísimo defensor de la fe.

El Papa Pío IX, a petición de los obispos reunidos en el sínodo de Burdeos, declaró a san Hilario Doctor de la Iglesia por sus enseñanzas sobre la divinidad de Cristo.

Oración

Señor Jesucristo: Te pedimos que, así como tu amigo San Hilario nosotros empleemos también nuestra vida y nuestras fuerzas en hacerte conocer y amar más y más.  Amén.

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