27 DE ENERO – LUNES –
3ª – SEMANA DEL T.O. – A –
Lectura
del segundo libro de Samuel (5,1-7.10):
En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a
Hebrón a ver a David y le dijeron:
«Hueso tuyo y carne tuya somos: ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era
nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel.
Además, el Señor te ha prometido:
"Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tu serás el jefe de
Israel."»
Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David
hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a
David como rey de Israel.
Tenía treinta años cuando empezó a reinar, y reinó cuarenta años; en Hebrón
reinó sobre Judá siete años y medio, y en Jerusalén reinó treinta y tres años
sobre Israel y Judá.
El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban
el país.
Los jebuseos dijeron a David:
«No entrarás aquí. Te rechazarán los ciegos y los cojos.»
Era una manera de decir que David no entraría. Pero David conquistó el
alcázar de Sión, o sea, la llamada Ciudad de David. David iba creciendo en
poderío, y el Señor de los ejércitos estaba con él.
Palabra de Dios
Salmo:
88,20.21-22.25-26
R/.
Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán
Un dia hablaste en visión a tus amigos:
«He ceñido la corona a un héroe,
he levantado a un soldado sobre el
pueblo.» R/.
«Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso.» R/.
«Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán,
por mi nombre crecerá su poder:
extenderé su izquierda hasta el mar,
y su derecha hasta el Gran Río.» R/.
Lectura
del santo evangelio según san Marcos (3,22-30):
En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de
Jerusalén decían:
«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de
los demonios.»
Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas:
«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás?
Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede
subsistir.
Si Satanás se rebela contra sí
mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido.
Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su
ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier
blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá
perdón jamás, cargará con su pecado para siempre.»
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Palabra del Señor
1.
Este relato es uno de los más elocuentes y violentos que nos presentan
los evangelios. La oposición a Jesús, en este caso, viene de unos letrados de
Jerusalén. Eran, por tanto, teólogos de la capital, sin duda, vinculados al Sanedrín
y, por tanto, hombres de la religión y del Templo con notable influencia.
Y ocurre, con frecuencia, que las
personas más identificadas con la "religión establecida" son quienes
se enfrentan a los profetas con más violencia y saña. Porque los profetas de
Dios actúan de forma que desestabilizan a los funcionarios del Templo y sus
intereses. De ahí la acusación que plantean estos letrados contra Jesús. La
acusación más fuerte que se le hizo.
2.
Porque, en el fondo, lo que estos letrados plantearon era la cuestión
más fuerte que se le podía echar en cara a un profeta y, por tanto, a Jesús.
Se trata de saber si Jesús traía la
salvación o, por el contrario, tenía un demonio dentro (E. Schillebeeckx). O
sea, si lo que realmente comunicaba era la perdición. Si era portador del Dios
o portador del demonio.
Esto ha ocurrido siempre. Y sigue
pasando ahora. Cuando un profeta resulta
molesto, no se rebaten sus razones y argumentos, sino que se le ofende, se le
insulta y se pone en duda su honestidad.
Cuando no se tienen a mano argumentos
teológicos, se echa mano de insultos groseros.
3.
Jesús les llama, les dice que se acerquen a él, no les tiene miedo. Ni
les dice nada agresivo contra ellos. Simplemente les hace ver la contradicción
en que viven.
Lo que Jesús hacía era lo que le
defendía. Jesús no recurre a argumentos doctrinales de tradiciones o normas. Se
remite a la vida: él iba expulsando demonios, o sea liberando a la gente de
penas y males.
¿Cómo iba a proceder eso del demonio?
La coherencia de lo que hacemos con lo que
decimos es el argumento definitivo que pone en evidencia si transmitimos
salvación o perdición.
STª – ANGELA DE MERICI, virgen
Nació alrededor del año 1470 en Desenzano, región de Venecia.
Tomó el hábito de la tercera Orden franciscana y reunió a un grupo de jóvenes,
a las que instruyó en la práctica de la caridad y en la promoción cultural.
En el año
1535 fundó en Brescia una sociedad de mujeres, bajo la advocación de santa
Úrsula, dedicadas a la formación cristiana de las niñas pobres.
Murió en
1540.
Nació en Desenzano, cerca de Brescia, norte
de Italia, el 21 de Marzo de 1470 o 1474; murió en Brescia, el 27de enero de
1540; canonizada en 1807;
"Si alguna persona, por su estado de vida, no puede
vivir sin riquezas y posición, que al menos mantenga su corazón vacío del amor
a estas" Sta, Angela Merici.
Como a menudo ocurre, Angela creció gracias a
muchas dificultades. Huérfana a los 10 años, Angela, su hermana y hermano
fueron criados por un tío rico, Biancozi, at Salo. En su primera experiencia de
éxtasis, se le apareció la Virgen Santísima con su hermana mayor quien había
muerto de repente sin los sacramentos. Ella había estado preocupada por la
salvación de esta hermana.
Angela se hizo terciaria franciscana a la
edad de 13 años y vivió en gran austeridad, a veces comiendo solo pan y
vegetales. Desde entonces no quiso poseer nada, ni siquiera una cama (porque el
Hijo del Hombre no tenía donde recostar su cabeza)
Al morir su tío, Angela con 20 años, vuelve a
su pueblo natal y da catecismo a los pobres. Pequeña en estatura, pero muy
grande en amor y entusiasmo por servir a Dios, Angela compartió con sus amigas
su gran preocupación por la ignorancia religiosa de tantos niños. Pronto, con
un grupo de terciarias organizó la formación de jovencitas. Una familia
adinerada le invitó a abrir una escuela en Brescia.
Angela tenía el don de recordar todo lo que
leía. Hablaba bien en latín y conocía el significado de algunos de los pasajes más
difíciles de la Biblia. En Brescia conoció a las familias más influyentes y
comenzó un grupo de personas devotas.
En un viaje a la Tierra Santa, de repente
perdió la vista en Creta. Continuó con devoción el viaje y en el regreso
recuperó la vista en el mismo lugar que la había perdido.
En su visita a Roma para el año santo 1525,
el Papa Clemente VII le pidió que se hiciese cargo de un grupo de hermanas
enfermeras en Roma, pero ella le dijo de una visión que ella había tenido años
antes de doncellas ascendiendo al cielo en una escalera de luz. Esta visión la
inspiró a formar un noviciado informal. En la visión, las santas vírgenes eran
acompañadas en la escalera por ángeles gloriosos que tocaban dulces melodías
con arpas doradas. Todas llevaban preciosas coronas decoradas con piedras
preciosas. Después de un tiempo, la música paró y el Salvador en persona la
llamó por su nombre para crear una sociedad de mujeres. El Santo Padre le dio
permiso para formar la comunidad.
Poco tiempo después, se le apareció Santa Úrsula,
quien desde entonces fue la patrona de la comunidad. Un día Angela cayó en
éxtasis y se dice que levitó.
Poco después de su retorno a Brescia, tuvo que retirarse a
Cremona por la guerra. Carlos V estaba a punto de hacerse con Brescia y los
civiles debían abandonar la ciudad. Angela más tarde regresó para el gran gozo
de la población que ya la tenía por santa y profeta.
En la Iglesia de San Afra en Brescia, el 25
de Noviembre de 1535, Angela y 28 compañeras más jóvenes se unieron ante Dios
para dedicarse el resto de sus vidas a su servicio, especialmente para la
educación de niñas. Angela puso al grupo bajo la protección de Santa Úrsula,
patrona de las universidades medievales y veneradas como líder de mujeres. Este
fue el comienzo de la Compañía de las Ursulinas, la primera orden de mujeres
dedicada a la enseñanza. Esto era una idea novedosa que tomó tiempo en ser
aceptada. Sta. Angela no lo vio ya que murió cuatro años después de fundar.
La orden no usaba hábito (solo un sencillo
vestido negro), no hacía votos, no tenía vida de clausura, ni votos ni vida
comunitaria. Su trabajo era la educación religiosa de niñas, especialmente las pobres,
y el cuidado de los enfermos. Las Ursulinas fueron reconocidas formalmente por
el Papa Pablo III cuatro años después de la muerte de Sta. Angela (1544) y se
organizaron como Congregación en 1565.
Al comienzo mucha de la enseñanza la hacían
en las casas de los niños. Angela tenía una gran paciencia y amabilidad.
Atendía con esmero a los pobres, enfermos e ignorantes. Pronto tuvo 150
hermanas.
Al momento de morir, rodeada de sus hermanas,
un hermoso rayo de luz brilló sobre la santa. Murió con en nombre de Jesús en
sus labios.
EN 1568, San Carlos Borromeo llamó a las
Ursulinas a Milán y las persuadió a entrar en la vida de clausura. En un sínodo
provincial dijo a sus obispos vecinos que no conocía mejor forma de reformar
una diócesis que introducir a las Ursulinas en las comunidades muy pobladas.
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