sábado, 5 de septiembre de 2020

Párate un momento: El Evangelio del dia 7 DE SEPTIEMBRE – LUNES – 23ª – SEMANA DEL T. O. – A – Santa Regina, mártir





7 DE SEPTIEMBRE – LUNES –
23ª – SEMANA DEL T. O. – A –
Santa Regina, mártir

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (5,1-8):
Se sabe de buena tinta que hay un caso de unión ilegítima en vuestra comunidad, y tan grave que ni los gentiles la toleran: me refiero a ése que vive con la mujer de su padre. ¿Y todavía tenéis humos? Estaría mejor ponerse de luto y pidiendo que el que ha hecho eso desaparezca de vuestro grupo. Lo que es yo, ausente en el cuerpo, pero presente en espíritu, ya he tomado una decisión como si estuviera presente: reunidos vosotros en nombre de nuestro Señor Jesús, y yo presente en espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús, entregar al que ha hecho eso en manos del diablo; humanamente quedará destrozado, pero así la persona se salvará en el día del Señor.
Ese orgullo vuestro no tiene razón de ser. ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa? Barred la levadura vieja para ser una masa nueva, ya que sois panes ázimos. Porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así pues, celebramos la Pascua, no con levadura vieja (levadura de corrupción y de maldad), sino con los panes ázimos de la sinceridad y la verdad.

Palabra de Dios

Salmo: 5

R/. Señor, guíame con tu justicia
Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia. R/.
Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor. R/.
Que se alegren los que se acogen a ti,
con júbilo eterno;
protégelos, para que se llenen de gozo
los que aman tu nombre. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,6-11):
Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho. Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico:
 «Levántate y ponte ahí en medio.»
Él se levantó y se quedó en pie.
Jesús les dijo:
«Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?»
Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre:
 «Extiende el brazo.»
Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.

Palabra del Señor

1.-  Hay estudiosos de los evangelios que consideran "razonable que los fariseos se opusieran a esta acción (la curación) cuando la vida no estaba en peligro" (Geza Vermes).
En cualquier caso, parece razonable decir que las agresiones del sábado, que se cuentan en los evangelios, no son importes (R. Pesch).
Este caso del manco es muy claro en ese sentido.

2.-  Pero es que el problema serio, que se plantea en estos relatos, no está en saber si Jesús transgredió o no la Ley de Moisés y sus interpretaciones oficiales. El problema está en saber qué era importante para Jesús y qué cosas no tenían importancia para él.
       Es importante tener esto en cuenta. Por más que las historias, que se relaten, sean cosas de poca importancia.  En la vida diaria, lo que hace felices o desgraciados, son muchas veces cosas (aparentemente) de poca importancia.

3.-  Planteado así el problema, lo que está claro es que para Jesús era más importante la felicidad de los seres humanos que la observancia de los rituales religiosos. Como también está claro que para los observantes fariseos era más importante el fiel cumplimiento de las normas religiosas que la salud y el bienestar de las personas. Por eso Jesús desplazó el centro de la religión.
Jesús descolocó a la gente religiosa. Porque hizo que el centro de la acción religiosa pasara del ritual (fielmente observado) a la conducta (honradamente vivida). 


Santa Regina, mártir


Santa Regina fue una doncella virgen mártir que entregó su vida defendiendo su castidad por amor a Dios. Nació en Autun, Francia, de un pagano llamado Clemente.
Su madre murió en su nacimiento y su padre la repudió. Luego fue a vivir con una enfermera cristiana que la bautizó. Santa Regina ayudó cuidando a las ovejas. Ella se comunicaba con Dios en la oración y meditaba en las vidas de los santos.
Estaba prometida al procónsul Olybrius, pero se negó a renunciar a su fe para casarse con él, por lo que fue torturada y decapitada en Alesia, en la diócesis de Autun.
Santa Regina es considerada la patrona de las pastoras, de las víctimas de la tortura y contra la pobreza.

Vida de Santa Regina de Autun

Los niños piden -al menos así lo hacían en tiempos pasados- a los mayores que les cuenten un cuento a la hora de dormir. La condescendencia de los que les quieren, procurando su bien dormir, les lleva a ilustrar su imaginación con historias que unas veces son sólo producto del genio humano y otras... adornan la verdad de hechos ocurridos en la ordinariez de la vida con amplificaciones que hacen fantástica, amable y hasta apasionante la historia real. No sé si la historia de Regina servirá para rellenar esos momentos previos al descanso nocturno de los pequeños, pero no me cabe duda de que sí servirán a los adultos para que detengamos un momento nuestro ardoroso caminar.

Regina es palabra latina que se vierte al castellano por Reina. Así se llamaba nuestra protagonista de hoy. Fue una francesita hija de padre romano y de madre gala. Era el tiempo del Imperio. Cuando tenía quince años conoció a Cristo y le entregó su corazón, se bautizó y decidió darle para siempre su virginidad.

Es hermosa en demasía. El prefecto romano se enamoró de ella al verla. En su presencia, Regina confiesa su fe.

Desde este momento comienzan las dificultades para la fidelidad. Fue puesta en la cárcel y con una amenaza: al regreso del prefecto, que necesariamente ha de ausentarse, ella debe haber cambiado de religión o conocerá el furor romano.

Sucede a la vuelta del personaje lo previsible con la gracia de Dios. Ella se niega a sacrificar a los ídolos, llegan las torturas, los hierros arañan y cortan su carne. También hay prodigios del Cielo: se producen terremotos, se oyen voces celestiales... hasta una paloma se acerca para consolarla, darle ánimos y curarla.

El ejemplo es tan llamativo que la gente se convierte a centenares. Por fin, es degollada.

La candidez de la historia narrada, pletórica de elementos hiperbólicos y de adornos donados por la fantasía, expone un drama común y diario de mucha gente que bien merece la atención y el mimo del poeta, me refiero a todos esos que están dispuestos en serio a dar la vida por la fe que tienen y, llegado el momento, darla.

(Fuente: archimadrid.es)

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