7 DE SEPTIEMBRE – LUNES –
23ª – SEMANA DEL T. O. – A –
Santa Regina, mártir
Lectura de la primera carta
del apóstol san Pablo a los Corintios (5,1-8):
Se
sabe de buena tinta que hay un caso de unión ilegítima en vuestra comunidad, y
tan grave que ni los gentiles la toleran: me refiero a ése que vive con la
mujer de su padre. ¿Y todavía tenéis humos? Estaría mejor ponerse de luto y
pidiendo que el que ha hecho eso desaparezca de vuestro grupo. Lo que es yo,
ausente en el cuerpo, pero presente en espíritu, ya he tomado una decisión como
si estuviera presente: reunidos vosotros en nombre de nuestro Señor Jesús, y yo
presente en espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús, entregar al que ha
hecho eso en manos del diablo; humanamente quedará destrozado, pero así la
persona se salvará en el día del Señor.
Ese orgullo vuestro no
tiene razón de ser. ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa?
Barred la levadura vieja para ser una masa nueva, ya que sois panes ázimos.
Porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así pues, celebramos
la Pascua, no con levadura vieja (levadura de corrupción y de maldad), sino con
los panes ázimos de la sinceridad y la verdad.
Palabra de Dios
Salmo: 5
R/. Señor, guíame con tu
justicia
Tú
no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia. R/.
Detestas
a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor. R/.
Que
se alegren los que se acogen a ti,
con júbilo eterno;
protégelos, para que se llenen de gozo
los que aman tu nombre. R/.
Lectura del santo evangelio
según san Lucas (6,6-11):
Un
sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía
parálisis en el brazo derecho. Los escribas y los fariseos estaban al acecho
para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él, sabiendo lo que
pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico:
«Levántate y ponte
ahí en medio.»
Él se levantó y se quedó
en pie.
Jesús les dijo:
«Os voy a hacer una
pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar a uno o
dejarlo morir?»
Y, echando en torno una
mirada a todos, le dijo al hombre:
«Extiende el
brazo.»
Él lo hizo, y su brazo
quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer
con Jesús.
Palabra del Señor
1.- Hay estudiosos de los
evangelios que consideran "razonable que los fariseos se opusieran a esta
acción (la curación) cuando la vida no estaba en peligro" (Geza Vermes).
En cualquier caso, parece razonable
decir que las agresiones
del sábado, que se cuentan en los evangelios, no son importes (R. Pesch).
Este caso del manco es muy claro en ese
sentido.
2.- Pero es que el problema
serio, que se plantea en estos relatos, no está en saber si Jesús transgredió o
no la Ley de Moisés y sus interpretaciones oficiales. El problema está en saber
qué era importante para Jesús y qué cosas no tenían importancia para él.
Es
importante tener esto en cuenta. Por más que las historias, que se relaten,
sean cosas de poca importancia. En la vida diaria, lo que hace
felices o desgraciados, son muchas veces cosas (aparentemente) de poca
importancia.
3.- Planteado así el
problema, lo que está claro es que para Jesús era más importante la felicidad
de los seres humanos que la observancia de los rituales religiosos. Como
también está claro que para los observantes fariseos era más importante el fiel
cumplimiento de las normas religiosas que la salud y el bienestar de
las personas. Por eso Jesús desplazó el centro de la religión.
Jesús descolocó a la gente religiosa.
Porque hizo que el centro de la acción religiosa pasara del ritual (fielmente observado)
a la conducta (honradamente vivida).
Santa Regina, mártir
Santa Regina fue una
doncella virgen mártir que entregó su vida defendiendo su castidad por amor a
Dios. Nació en Autun, Francia, de un pagano llamado Clemente.
Su madre murió en su
nacimiento y su padre la repudió. Luego fue a vivir con una enfermera cristiana
que la bautizó. Santa Regina ayudó cuidando a las ovejas. Ella se comunicaba
con Dios en la oración y meditaba en las vidas de los santos.
Estaba prometida al
procónsul Olybrius, pero se negó a renunciar a su fe para casarse con él, por
lo que fue torturada y decapitada en Alesia, en la diócesis de Autun.
Santa Regina es
considerada la patrona de las pastoras, de las víctimas de la tortura y contra
la pobreza.
Vida de Santa Regina de Autun
Los niños piden -al menos así lo hacían en tiempos pasados- a los mayores
que les cuenten un cuento a la hora de dormir. La condescendencia de los que
les quieren, procurando su bien dormir, les lleva a ilustrar su imaginación con
historias que unas veces son sólo producto del genio humano y otras... adornan
la verdad de hechos ocurridos en la ordinariez de la vida con amplificaciones
que hacen fantástica, amable y hasta apasionante la historia real. No sé si la
historia de Regina servirá para rellenar esos momentos previos al descanso
nocturno de los pequeños, pero no me cabe duda de que sí servirán a los adultos
para que detengamos un momento nuestro ardoroso caminar.
Regina es palabra latina que se vierte al castellano por Reina. Así se
llamaba nuestra protagonista de hoy. Fue una francesita hija de padre romano y
de madre gala. Era el tiempo del Imperio. Cuando tenía quince años conoció a
Cristo y le entregó su corazón, se bautizó y decidió darle para siempre su
virginidad.
Es hermosa en demasía. El prefecto romano se enamoró de ella al verla. En su
presencia, Regina confiesa su fe.
Desde este momento comienzan las dificultades para la fidelidad. Fue puesta
en la cárcel y con una amenaza: al regreso del prefecto, que necesariamente ha
de ausentarse, ella debe haber cambiado de religión o conocerá el furor romano.
Sucede a la vuelta del personaje lo previsible con la gracia de Dios. Ella
se niega a sacrificar a los ídolos, llegan las torturas, los hierros arañan y
cortan su carne. También hay prodigios del Cielo: se producen terremotos, se
oyen voces celestiales... hasta una paloma se acerca para consolarla, darle
ánimos y curarla.
El ejemplo es tan llamativo que la gente se convierte a centenares. Por fin,
es degollada.
La candidez de la historia narrada, pletórica de elementos hiperbólicos y de
adornos donados por la fantasía, expone un drama común y diario de mucha gente
que bien merece la atención y el mimo del poeta, me refiero a todos esos que
están dispuestos en serio a dar la vida por la fe que tienen y, llegado el
momento, darla.
(Fuente: archimadrid.es)
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