miércoles, 17 de enero de 2024

Párate un momento: El Evangelio del dia 19 DE ENERO – VIERNES – 2 – SEMANA T O - B – Beato Marcelo Spínola

 


 

19 DE ENERO – VIERNES –

2 – SEMANA T O - B

Beato Marcelo Spínola

 

      Lectura del primer libro de Samuel (24,3-21):

 

En aquellos días, Saúl, con tres mil soldados de todo Israel, marchó en busca de David y su gente hacia las Peñas de los Rebecos; llegó a unos apriscos de ovejas junto al camino, donde había una cueva, y entró a hacer sus necesidades.

David y los suyos estaban en lo más hondo de la cueva, y le dijeron a David sus hombres:

«Este es el día del que te dijo el Señor: "Yo te entrego tu enemigo." Haz con él lo que quieras.»

Pero él les respondió:

«¡Dios me libre de hacer eso a mí Señor, el ungido del Señor, extender la mano contra él!»

Y les prohibió enérgicamente echarse contra Saúl, pero él se levantó sin meter ruido y le cortó a Saúl el borde del manto, aunque más tarde le remordió la conciencia por haberle cortado a Saúl el borde del manto.

Cuando Saúl salió de la cueva y siguió su camino, David se levantó, salió de la cueva detrás de Saúl y le gritó:

«¡Majestad!»

Saúl se volvió a ver, y David se postró rostro en tierra rindiéndole vasallaje.

Le dijo:

«¿Por qué haces caso a lo que dice la gente, que David anda buscando tu ruina?

Mira, lo estás viendo hoy con tus propios ojos: el Señor te había puesto en mi poder dentro de la cueva; me dijeron que te matara, pero te respeté y dije que no extendería la mano contra mi señor, porque eres el Ungido del Señor.

Padre mío, mira en mi mano el borde de tu manto; si te corté el borde del manto y no te maté, ya ves que mis manos no están manchadas de maldad, ni de traición, ni de ofensa contra ti, mientras que tú me acechas para matarme.

Que el Señor sea nuestro juez. Y que él me vengue de ti; que mi mano no se alzará contra ti.

Como dice el viejo refrán:

"La maldad sale de los malos...", mi mano no se alzará contra ti.

¿Tras de quién ha salido el rey de Israel?

¿A quién vas persiguiendo?

¡A un perro muerto, a una pulga!

El Señor sea juez y sentencie nuestro pleito, vea y defienda mi causa, librándome de tu mano.»

Cuando David terminó de decir esto a Saúl, Saúl exclamó:

«Pero, ¿es ésta tu voz, David, hijo mío?»

Luego levantó la voz, llorando, mientras decía a David:

«¡Tú eres inocente, y no yo! Porque tú me has pagado con bienes, y yo te he pagado con males; y hoy me has hecho el favor más grande, pues el Señor me entregó a ti y tú no me mataste.

Porque si uno encuentra a su enemigo, ¿lo deja marchar por las buenas? ¡El Señor te pague lo que hoy has hecho conmigo!

Ahora, mira, sé que tú serás rey y que el reino de Israel se consolidará en tu mano.»

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 56,2.3-4.6.11

 

R/. Misericordia, Dios mío, misericordia

 

Misericordia, Dios mío, misericordia,

que mi alma se refugia en ti;

me refugio a la sombra de tus alas,

mientras pasa la calamidad. R/.

 

Invoco al Dios altísimo,

al Dios que hace tanto por mí.

Desde el cielo me enviará la salvación,

confundirá a los que ansían matarme,

enviará su gracia y su lealtad. R/.

 

Elévate sobre el cielo, Dios mío,

y llene la tierra tu gloria.

Por tu bondad que es más grande que los cielos,

por tu fidelidad que alcanza las nubes. R/.

 

       Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,13-19):

 

En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él. A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios.

Así constituyó el grupo de los Doce: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges –Los Truenos–, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó.

 

Palabra del Señor

 

1.  La teología cristiana ha enseñado, desde el s. III, que los doce apóstoles tuvieron como misión y tarea en la Iglesia ser testigos oficiales de la Resurrección de Cristo. Ya lo dijo el apóstol Pablo (1 Cor 15, 5). Pero es una cuestión capital, para la teología cristiana y para la Iglesia entera, comprender que la misión de los apóstoles no se podía reducir y limitar a ser testigos de la Resurrección. Eso, por supuesto, es decisivo. Pero no es lo único. Ni es lo más importante.

Lo que a todos más nos interesa es la Cristología en su totalidad. Es decir, lo más importante es conocer a Jesús. Y también conocer el mensaje de Jesús. Es decir, conocer lo que Jesús nos dejó como "proyecto de vida".

Los cristianos podemos ser verdaderamente cristianos cuando conocemos el proyecto de vida de Jesús y nos ponemos a vivirlo. Después de esto, vendrá la Resurrección. Esto es la "Cristología total", que responde a estas preguntas:

        -      ¿Qué Dios se nos reveló en Jesús?

        -      ¿Qué nos dijo Jesús sobre Dios?

         -      ¿Qué nos enseñó sobre el hecho religioso y su forma de vivirlo?

         -      ¿Jesús quiso una Iglesia?

 

Y si la quiso, ¿Qué Iglesia quiso?

 

2.  La finalidad de este grupo fue doble: Durante la vida terrena de Jesús: fueron designados, como dice Marcos, "para estar con Jesús" y "para enviarlos a predicar" (Mc 3, 13).

Es decir, su primera razón de ser consistía en "estar con" Jesús; y en "anunciar" a Jesús.

Lo que importa es comprender que las preguntas planteadas son nuestras preguntas de ahora. Lo que los apóstoles nos transmitieron fue una Cristología que aquellos hombres aprendieron no porque la estudiaron en libros, lecciones...), sino porque la vivieron.

¿Cuándo? ¿Cómo?  ¿Dónde?

Estando con Jesús, viviendo con Jesús, viviendo como vivió Jesús.  

En este sentido, se puede y se debe decir que el "seguimiento" de Jesús es constitutivo de la Cristología.

O sea: a Jesús solamente se le puede conocer viviendo con él y como él. Esto es esencial para la Cristología (J. B. Metz, D. Bonhoeffer).

 

3.  La Iglesia primitiva no tuvo idea de perpetuar este grupo para siempre.  Cuando se suicidó Judas, se reunieron para completar el número de "doce" (Hech 1, 15-26). Pero después, cuando fueron muriendo los demás, a nadie se le ocurrió designar o elegir el suplente. La idea de la "sucesión apostólica" y del episcopado surgió mucho más tarde, a finales del s. II y cuajó en el s. III (J. A. Estrada).

Menos aún se puede afirmar que Jesús "ordenó" como sacerdotes a estos doce. Las ideas de "orden", "ordenación" y "ordenados", provienen de la cultura romana y se introdujeron en la Iglesia a partir del s. III. Por eso no tiene sentido decir que Jesús no escogió mujeres para el sacerdocio o cosas parecidas. Lo importante que nos dejaron los apóstoles fue su experiencia tal como nos la dejaron descrita en los relatos de los evangelios. Para que los vivamos en nuestro proyecto de vida.

 

Beato Marcelo Spínola



Obispo y Fundador de la

Congregación de las Esclavas del Divino Corazón

 

Martirologio Romano: En la ciudad de Sevilla, en España, beato Marcelo Spínola y Maestre, obispo, que fundó círculos de obreros para mejorar la sociedad humana, trabajó por la verdad y la equidad, y abrió su casa a los menesterosos (1906).

Hijo del V Marqués de Spínola, de profesión marino de guerra, el joven Marcelo Spínola y Maestre, nacido en Cádiz el 14 de enero de 1835, empezó su andadura profesional ejerciendo de abogado en Huelva, tras licenciarse en Derecho por la Universidad de Sevilla. Le llamaban el “abogado de los pobres”, por el empeño que puso, durante su estancia en la ciudad onubense, en ayudar a los más pobres, a los que no cobraba la minuta.

En paralelo, la devoción que sentía desde niño hacia el Sagrado Corazón iba en aumento y tuvo mucho que ver en su vocación tardía al sacerdocio, que culminó con su ordenación en 1864. Tras diversos destinos como párroco en diferentes localidades andaluzas -Sanlúcar de Barrameda fue una de ellas-, recaló en Sevilla como párroco de la Iglesia de San Lorenzo.

Allí fue a verle, un día de 1874, Celia Méndez, una sevillana que había enviudado recientemente. Le pedía ayuda espiritual. El diálogo espiritual de ambos desembocó en la creación, diez años más tarde, de las Esclavas del Divino Corazón en Coria, primera diócesis de la que fue titular el Beato Marcelo. Como su nombre indica, la espiritualidad de esta Congregación está centrada en el culto al Sagrado Corazón de Jesús y en el anuncio de su Amor y se plasma en colegios, residencias universitarias y fundaciones culturales en España y en una quincena de países.

Una propensión a participar en la vida pública -era el final del siglo XIX, época cuajada de desafíos para la Iglesia- que el Beato Marcelo Spínola volvió a impulsar, a partir de 1896, como arzobispo de Sevilla. Por ejemplo, a través de la creación del Correo de Andalucía. Una fiel aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia y, de forma muy especial, de la encíclica Rerum Novarum, publicada por León XIII en 1891. Un Papa que coronó la labor del Beato Marcelo Spínola nombrándole cardenal en 1905. Fue el rey Alfonso XIII quien le impuso el birrete el 31 de diciembre de 1905. Veinte días después, el 19 de enero de 1906, fallecía. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1986.

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario