martes, 20 de diciembre de 2016

Párate un momento: El Evangelio del dia 21 DE DICIEMBRE - MIÉRCOLES FERIAS DE ADVIENTO San Pedro Canisio, presbítero y doctor



          21 DE DICIEMBRE   - MIÉRCOLES       FERIAS    DE    ADVIENTO
San Pedro Canisio, presbítero y doctor

Evangelio según san Lucas 1, 39-45
       Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel
del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:
"¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
¡Dichosa tú, que has creído!, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá".

1. Es notable -y hay que destacarlo- el    comportamiento de María.  Una joven de una aldea de Galilea, que ha quedado embarazada sin saber cómo, en cuanto se entera de que su parienta Isabel (ya anciana) ha quedado también embarazada, se pone (ella sola) en camino, a pie seguramente, durante varios días, desde su aldea hasta las montañas de Judea. Y todo para "estar
con" y "compartir con" su parienta la alegría.
Esto es lo más evidente que hay en el relato. Por lo demás, como se ha dicho muy bien, este relato no encaja bien en el esquema que elaboró Lucas para el evangelio de la infancia (R. E. Brown).
En ese esquema, hay dos anuncios angélicos, el que se hace a Zacarías (Lc 1, 5-25) y el que se hace a María (Lc 1, 26-38); y se relatan dos nacimientos, el de Juan Bautista (Lc 1, 57-80); y el de Jesús (Lc 2, 1-21).
Pero aquí nos encontramos que, entre los dos anuncios angélicos y los dos nacimientos, se introduce esta escena que no encaja en el díptico (Juan - Jesús). Y no encaja porque la visitación se centra más en Juan que en Jesús.
¿Qué quiere decir esto?

2. Es importante caer en la cuenta de que lo central de este relato no son las madres (María e Isabel), sino uno de los hijos (Juan). Al menos, eso es lo que salta a la vista, en una primera lectura del texto de Lucas.
Enmarcado en lo que dicen las dos mujeres, lo central de la escena es la reacción del hijo de Isabel, del que se dice dos veces que "saltó de alegría". Al tiempo que de Isabel se afirma que "se llenó del Espíritu Santo".
La información nueva, que aporta el relato, es la alegría de Juan y la plenitud del espíritu que invade a Isabel.
¿Qué significa todo esto?

3. En realidad, este relato es la introducción que prepara el gran himno del evangelio de la infancia, según Lucas, que puso en boca de María el "Magníficat", a renglón seguido, y como mensaje central, para coronar el relato de la visitación de María a Isabel. Lo cual quiere decir que la preparación próxima para el mensaje del "Magníficat" es el hecho de que la sola cercanía
de Jesús es fuente de "alegría" y de "plenitud" en la posesión del Espíritu.
Más aún, la cercanía de Jesús es fuerza de inspiración para María en su mensaje fundamental: el "Magníficat".

San Pedro Canisio, presbítero y doctor
Presbítero y Doctor de la Iglesia
(1521-1597)

San Pedro Canisio
Es una verdad muy grande «que el Santo no nace, se hace». Pedro Canisio no sentía esas inclinaciones hacia la bondad ni hacía esas otras maravillas de las que suelen abundar las biografías de Santos antiguos que parece gozaron desde su cuna de gracias extraordinarias. No, Pedro Canisio será un chico normal. Dicen sus biógrafos que estaba dotado de una naturaleza un tanto rarilla. Era, dicen: irritable, pendenciero, quisquilloso, vanidosillo, engreído y bastante terco... Aun cuando será mayor, de cuando en cuando, aparecerá su genio fuerte y altanero. Por otra parte, también tenía cualidades buenas que le inclinaban hacia la bondad, el perdón y una acendrada piedad. Todo cabía en aquel gran corazón de Pedro Kanis.
Era el 8 de mayo de 1521, en el mismo año que Lutero rompe con Roma, cuando nace Pedro en la bella ciudad de Nimega, Holanda. Su padre desempeñaba el cargo más importante de la ciudad: era burgomaestre de la misma. Tanto el padre como la madre, que eran muy buenos cristianos, trataron de dar a Pedro una digna educación. Su madre, Egidía se llamaba, cuenta el mismo San Pedro en su precioso libro Confesiones que, antes de morir, reunió a sus hijos y les dijo como testamento espiritual: «Hijos míos, haced que después de mi muerte siempre améis mucho y seáis fieles a la Iglesia Católica. Sed muy fieles hijos del Papa de Roma.»
Por el año 1542, cuando tenía 22 años, mientras estudiaba en la ciudad de Maguncia, se encontró con el célebre jesuita Pedro Fabro y pronto vieron que eran almas gemelas y trabaron una gran amistad. Fabro le invitó a que tomara parte en unos Ejercicios Espirituales que se iban a celebrar. Canisio salió de ellos totalmente transformado hasta el punto que le dijo: «Amigo Fabro, veo que el Señor me llama a que ingrese en la Compañía. Quiero ser santo y para ello el Señor me ha señalado este camino». Ingresa en la Compañía y empieza una nueva etapa para él: Se entrega de lleno a su formación espiritual y científica. Progresa rápido en ambos caminos. Admiran sus cualidades. Él dice lleno de gratitud: ¿"Qué hubiera sido de mí, pobre pecador, a no ser que la Divina Providencia me enviara todos estos hombres providenciales que me ayudaron a caminar por el bien y a evitar los peligros que me rodeaban?".
Se graduó en filosofía y en teología y fue profesor muy aventajado de Sagrada Escritura. Se ordenó sacerdote el año 1646.
San Ignacio de Loyola sentía una predilección especial por Pedro Canisio, por ser el primer sacerdote jesuita germánico. Los males de la herejía extendida por Lutero, se propagan cada vez más. Hay que poner remedio a tanto mal. Por ello Ignacio envía a Pedro Canisio a su patria, para que allí predique la palabra de Dios, ayude a sus hermanos en la fe y defienda a la Iglesia católica contra aquellos furibundos ataques.
Canisio predica, escribe, funda conventos, no descansa ni de noche ni de día. Tiene conversaciones públicas con los detractores de la fe católica y los deja avergonzados con sus argumentos y con su arrebatadora elocuencia. Para burlarse de él hacen chistes con su nombre de familia: Canis, perro. Pero a él no le importa. Se da cuenta sobre todo que hay que trabajar con la juventud, que son los hombres del mañana. Funda Colegios y los mima. Es elegido superior provincial y trabaja por extender la Compañía. Él es un gran maestro de Catequistas. Escribe el famoso Catecismo que aún hoy es de un valor insustituible. Es Nuncio del Papa. Es un hombre práctico. Este es el título que se merece: el Doctor Práctico. El 21 de diciembre de 1597 muere en Friburgo.





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