2 de JUNIO – DOMINGO –
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR -
7ª – SEMANA DE PASCUA – C –
Lectura
del libro de los Hechos de los apóstoles (1,1-11):
En mi primer libro,
querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el
día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el
Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles
numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta
días, les habló del reino de Dios.
Una
vez que comían juntos, les recomendó:
«No
os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la
que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros
seréis bautizados con Espíritu Santo.»
Ellos
lo rodearon preguntándole:
«Señor,
¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?»
Jesús
contestó:
«No
os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido
con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis
fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta
los confines del mundo.»
Dicho
esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista.
Mientras
miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos
de blanco, que les dijeron:
«Galileos,
¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para
subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.»
Palabra
de Dios
Salmo:
46,2-3.6-7.8-9
R/.
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas
Pueblos todos batid
palmas,
aclamad a Dios con
gritos de júbilo;
porque el Señor es
sublime y terrible,
emperador de toda la
tierra. R/.
Dios asciende entre
aclamaciones;
el Señor, al son de
trompetas;
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey,
tocad. R/.
Porque Dios es el rey del
mundo;
tocad con maestría.
Dios reina sobre las
naciones,
Dios se sienta en su
trono sagrado. R/.
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1,17-23):
Que el Dios de nuestro Señor
Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación
para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál
es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia
a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los
que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo,
resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por
encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo
nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo
sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo,
plenitud del que lo acaba todo en todos.
Palabra
de Dios
Conclusión
del santo evangelio según san Lucas (24,46-53):
En aquel tiempo, dijo
Jesús a sus discípulos:
«Así
estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer
día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a
todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto. Yo
os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta
que os revistáis de la fuerza de lo alto.»
Después
los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo. Y mientras los
bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos se postraron ante
él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo
bendiciendo a Dios.
Palabra
del Señor
Ascensión y entronización de Jesús.
Fiesta de la Ascensión.
Ascensión
Entronización
Un peligro que
conviene evitar
En los años anteriores, para no alargarme, omití comentar la segunda
lectura, la carta a los efesios. Un grave error, porque es precisamente ella la
que da el sentido de la fiesta.
Lo que celebramos hoy no termina con una nube que oculta a Jesús mientras sube
al cielo. La fiesta culmina con la entronización de Jesús a la derecha de Dios,
que le somete toda la creación bajo sus pies.
Una sola
cadena de televisión con dos visiones muy distintas
Los dos
textos principales de la misa de hoy (Hechos de los Apóstoles y evangelio de
Lucas) se prestan a una interpretación muy simplista, como si el monte de los
Olivos fuese una especie de Cabo Cañaveral desde el que Jesús sube al cielo
como un cohete. Cualquier cadena de televisión que hubiera filmado el
acontecimiento habría ofrecido la misma noticia, aunque hubiera variado el
encuadre de las cámaras.
En este
caso solo hay presente una cadena de televisión: la de Lucas. Los otros
evangelistas no cuentan la noticia. Pero Lucas ha elaborado dos programas sobre
la Ascensión, uno en el evangelio y otro en los Hechos, y cuenta lo ocurrido de
manera muy distinta, con notables diferencias. Eso demuestra que para él lo
importante no es el hecho histórico sino el mensaje que desea transmitir. Tanto
el evangelio como Hechos podemos dividirlos en dos partes: las palabras de
despedida de Jesús y la ascensión.
Palabras de
despedida de Jesús
En el evangelio, Jesús dice a los discípulos que su pasión,
muerte y resurrección estaban anunciadas en las Escrituras (“Así estaba
escrito” se refiere a los libros atribuidos a Moisés y los profetas). Por
consiguiente, lo ocurrido no debe escandalizarlos ni hacerles perder la fe.
Todo lo contrario: deben predicar la penitencia y el perdón a todos los
pueblos. Para llevar a cabo esa misión necesitan la fuerza del Espíritu Santo,
que deben esperar en Jerusalén.
En el libro de
los Hechos se
repite lo esencial, esperar al Espíritu Santo, pero se añaden dos temas: la
preocupación política de los discípulos y la idea de ser testigos de Jesús en
todo el mundo (cosa que en el evangelio sólo se insinuaba).
La ascensión:
dos relatos muy distintos
Versión del evangelio
Después los sacó hacia Betania y, levantando las
manos, los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el
cielo. Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo
bendiciendo a Dios.
Versión de Hechos
Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta
que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al
cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les
dijeron: - «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo
Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto
marcharse.»
En el Evangelio, Jesús bendice antes de subir
al cielo (en Hch, no).
En Hechos una nube oculta a Jesús (en el
evangelio no se menciona la nube).
En el evangelio, los discípulos se postran (en
Hch se quedan mirando al cielo).
En Hch se les aparecen dos personajes vestidos
de blanco que les anuncian la segunda venida de Jesús. El evangelio no dice
nada de esto.
La vuelta a Jerusalén, donde están siempre en
el templo alabando a Dios (Evangelio), coincide en parte con lo que cuentan los
Hechos: en Jerusalén permanecen en oración “con María, la madre de Jesús”.
(Pero esto no se lee).
Dadas estas diferencias, queda claro que Lucas
no pretende contar lo ocurrido con toda fidelidad. Más bien está invitando al
lector a prescindir de los datos secundarios y fijarse en el mensaje que
pretende transmitir. ¿Cuál es ese mensaje?
La
explicación hay que buscarla en la línea de la cultura clásica greco-romana, en
la que se mueve Lucas y la comunidad para la que él escribe. También en ella
hay casos de personajes que, después de su muerte, son glorificados de forma
parecida a la de Jesús. Los ejemplos que suelen citarse son los de Hércules,
Augusto, Drusila, Claudio, Alejandro Magno y Apolonio de Tiana. Estos ejemplos
confirman que los relatos tan escuetos de Lucas no debemos interpretarlos al
pie de la letra, como han hecho tantos pintores, sino como una forma de
expresar la glorificación de Jesús. El final largo del evangelio de Marcos
subraya este aspecto al añadir que, después de la ascensión, Jesús “se sentó a
la derecha de Dios”. Y esto es lo que afirma también la Carta a los efesios.
No Ascensión, sino entronización (2ª
lectura: Ef 1,17-23)
La carta a los efesios no
habla de la ascensión. Pasa directamente de la resurrección de Jesús al momento
en que se sienta a la derecha de Dios y todo queda sometido bajo sus pies. Por
desgracia, la parte final, que es la más relacionada con la fiesta, y la más
clara, está precedida de una oración tan recargada que resulta confusa. La idea
de fondo es clara: Dios nos ha concedido tantos favores y tan grandes
(vocación, herencia prometida en el cielo, resurrección) que resulta difícil
entenderlos y valorarlos. Igual que nos sentimos abrumados por la inmensidad
del universo, no logramos comprender lo mucho que Dios ha hecho y hace con
nosotros. Por eso pide “espíritu de sabiduría”, “conocimiento profundo”, que
Dios “ilumine los ojos de vuestro corazón”. Y para aclarar la grandeza del
poder que actúa en nosotros, habla del poder con que resucitó a Cristo y lo
sentó a su derecha, sometiendo todo bajo sus pies.
…resucitándolo de entre los muertos,
sentándolo a su derecha en los cielos por encima de todo
Resumen
Ante la
ascensión no debemos tener sentimientos de tristeza, abandono o soledad, al
estilo de la Oda de fray Luis de León (“Y dejas, pastor santo, tu grey en este
valle hondo, oscuro, con soledad y llanto…”). Como dice el evangelio, la marcha
de Jesús debe provocar una gran alegría y el deseo de bendecir a Dios. Porque
lo que celebramos es su triunfo, como demuestran los textos de la cultura
greco-romana en los que se inspira Lucas y subraya la carta a los Efesios.
Viene a la mente la imagen del acto de fin de carrera, cuando el estudiante
recibe su diploma y la familia y amigos lo acompañan llenos de alegría.
Al mismo
tiempo, las palabras de despedida de Jesús nos recuerdan dos temas capitales:
el don del Espíritu Santo, que celebraremos de modo especial el próximo
domingo, y la misión “hasta el fin del mundo”. Aunque estas palabras se
refieren ante todo a la misión de los apóstoles y misioneros, todos nosotros
debemos ser testigos de Jesús en cualquier parte del mundo. Para eso necesitamos
la fuerza del Espíritu, y eso es lo que tenemos que pedir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario