miércoles, 26 de junio de 2019

Párate un momento: El Evangelio del dia 27 de Junio – JUEVES – 12ª – SEMANA DEL T. O. – C – San Cirilo de Alejandría





27 de Junio – JUEVES –
12ª – SEMANA DEL T. O. – C –

Lectura del libro del Génesis (16,1-12.15-16):
En aquellos días, Saray maltrató a Hagar, y ella se escapó.
El ángel del Señor la encontró junto a la fuente del desierto, la fuente del camino de Sur, y le dijo:
«Hagar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y adónde vas?»
Ella respondió:
«Vengo huyendo de mi señora.»
El ángel del Señor le dijo: «Vuelve a tu señora y sométete a ella.»
Y el ángel del Señor añadió:
«Haré tan numerosa tu descendencia que no se podrá contar.»
Y el ángel del Señor concluyó:
«Mira, estás encinta y darás a luz un hijo y lo llamarás Ismael, porque el Señor te ha escuchado en la aflicción. Será un potro salvaje: él contra todos y todos contra él; vivirá separado de sus hermanos.»
Hagar dio un hijo a Abrán, y Abrán llamó Ismael al hijo que le había dado Hagar. Abrán tenía ochenta y seis años cuando Hagar dio a luz a Ismael.

Palabra de Dios

Salmo: 105,1-2.3-4a.4b-5

R/. Dad gracias al Señor porque es bueno

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
¿Quién podrá contar las hazañas de Dios,
pregonar toda su alabanza? R/.
Dichosos los que respetan el derecho
y practican siempre la justicia.
Acuérdate de mí por amor a tu pueblo. R/.
Visítame con tu salvación:
para que vea la dicha de tus escogidos,
y me alegre con la alegría de tu pueblo,
y me gloríe con tu heredad. R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (7,21-29):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Aquel día muchos dirán:
“Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?”
Yo entonces les declararé:
“Nunca os he conocido. Alejaos de mí, malvados.”
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente.»
Al terminar Jesús este discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad, y no como los escribas.

Palabra del Señor

1. Aquí llegamos al final del sermón del monte, según la redacción que nos
dejó Mateo.  En este final, Jesús resume el contenido central de lo que él ha querido enseñar. 
 Ahora bien, lo primero que Jesús deja claro es que la salvación no depende de la piedad o la devoción, sino de la conducta que el propio Jesús ha planteado en el sermón del monte.
Las muchas plegarias, las numerosas   invocaciones, las observancias piadosas, todo eso es bueno y nos ayuda. Pero todo eso puede resultar engañoso.  Porque, con frecuencia, nos ciega los ojos del alma, hasta impedirnos ver lo lejos que anda nuestra vida del modelo de vida que trazó Jesús.

 2.   "El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica...".
- ¿De qué palabras se trata?  
Evidentemente de las que se cierran con este texto. Y lo que se cierra con este texto es el contenido de los capítulos cinco, seis y siete del evangelio de Mateo.
- ¿Qué plantea Jesús en esos capítulos?
El tema de los pobres, el tema del dinero, el tema del perdón, la "regla de oro" en cuanto al trato con los demás...
El que hace eso y vive así, ese es el que vive en una casa sólida y bien construida. El que no hace eso es un insensato, que vive sobre un montón de arena.
Así de concreta, y así de práctica es la ética de Jesús.                

3.   La conclusión final es tan clara como exigente: no nos engañemos, la religiosidad cristiana consiste en la bondad con los demás. Todo lo que no sea eso es dejarse atrapar por la enorme trampa que representa, para muchas personas, la religión, sobre todo la religión bien observada.  
 Porque es un hecho que hay cantidad de personas en las que se conjugan y armonizan -tan misteriosa como verdaderamente- las religiosidades más exactas con las conductas más aberrantes, en las relaciones mutuas y en los comportamientos cívicos como tendrían que ser.
Jesús se dio cuenta de este peligro. Y no se quedó con los brazos cruzados. Por eso tuvo que soportar insultos, enemistades, persecución, amenazas, conflicto, condena y muerte.  Así hay que afrontar la vida, si es preciso.

San Cirilo de Alejandría

                  
San Cirilo, obispo y doctor de la Iglesia, que elegido para ocupar la sede de Alejandría, en Egipto, trabajó con empeño para mantener íntegra la fe católica, y en el Concilio de Éfeso defendió los dogmas de la unidad de persona en Cristo y la divina maternidad de la Virgen María.


Vida de San Cirilo de Alejandría

Su autoridad sirvió santamente los designios de Dios. San Cirilo es famoso por su defensa de la ortodoxia contra la herejía, particularmente contra el nestorianismo.
Arzobispo de Alejandría (Egipto). Defensor de la doctrina que proclama a María la Theotokos: Madre de Dios. Esta doctrina fue proclamada como dogma en el Concilio de Efeso (431) que San Cirilo presidió bajo la autoridad el Papa Celestino. Su gran oponente era Nestóreo, patriarca de Constantinopla.
Al ponerse en duda que María es madre de Dios se ponía en duda la identidad de Jesucristo quien es una persona divina. Por eso San Cirilo no solo aportó a la Mariología sino también a la Cristología.
El argumento de San Cirilo: María es la Theotokos, no porque ella existiese antes de Dios o hubiese creado a Dios. Dios es eterno y María Santísima es una criatura de Dios. Pero Dios quiso nacer de mujer. La persona que nace de María es divina por lo tanto ella es madre de Dios.
Su santa defensa de la verdad le ganó la cárcel y muchas luchas, pero salió victorioso.

Testimonio de San Cirilo al final del Concilio de Efeso:

"Te saludamos Ho María, Madre de Dios, verdadero tesoro de todo el universo, antorcha que jamás se apagará, templo que nunca será destruido, sitio de refugio para todos los desamparados, por quien ha venido al mundo el que es bendito por los siglos. Por ti la Trinidad ha recibido más gloria en la tierra; por ti la cruz nos ha salvado; por ti los cielos se estremecen de alegría y los demonios son puestos en fuga; el enemigo del alma es lanzado al abismo y nosotros débiles criaturas somos elevados al puesto de honor".
Y sobre la realidad histórica que se vivía: "No se puede imaginar la alegría de este pueblo fervoroso cuando supo que el Concilio había declarado que María sí es Madre de Dios y que los que no aceptaran esa verdad quedan fuera de la Iglesia. Toda la población permaneció desde el amanecer hasta la noche junto a la Iglesia de la Madre de Dios donde estábamos reunidos los 200 obispos del mundo. Y cuando supieron la declaración del Concilio empezaron a gritar y a cantar, y con antorchas encendidas nos acompañaron a nuestras casas y por el camino iban quemando incienso. Alabemos con nuestros himnos a María Madre de Dios y a su Hijo Jesucristo a quien sea todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos".

Fuente: corazones.org




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