miércoles, 19 de junio de 2019

Párate un momento: El Evangelio del dia 20 de Junio – JUEVES – 11ª – SEMANA DEL T. O. – C – San Juan de Matera





20 de Junio – JUEVES –
11ª – SEMANA DEL T. O. – C –

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (11,1-11):

Ojalá me toleraseis unos cuantos desvaríos; bueno, ya sé que me los toleráis. Tengo celos de vosotros, los celos de Dios; quise desposaros con un solo marido, presentándoos a Cristo como una virgen intacta. Pero me temo que, igual que la serpiente sedujo a Eva con su astucia, se pervierta vuestro modo de pensar y abandone la entrega y fidelidad a Cristo. Se presenta cualquiera predicando un Jesús diferente del que yo predico, os propone un espíritu diferente del que recibisteis, y un Evangelio diferente del que aceptasteis, y lo toleráis tan tranquilos.
- ¿En qué soy yo menos que esos superapóstoles?
En el hablar soy inculto, de acuerdo; pero en el saber no, como os lo he demostrado siempre y en todo.
- ¿Hice mal en abajarme para elevaros a vosotros?
Lo digo porque os anuncié de balde el Evangelio de Dios. Para estar a vuestro servicio, tuve que saquear a otras Iglesias, aceptando un subsidio; mientras estuve con vosotros, aunque pasara necesidad, no me aproveché de nadie; los hermanos que llegaron de Macedonia proveyeron a mis necesidades.
Mi norma fue y seguirá siendo no seros gravoso en nada. Lo digo con la verdad de Cristo que poseo; nadie en toda Acaya me quitará esta honra.
- ¿Por qué?, ¿porque no os quiero? Bien lo sabe Dios.

Palabra de Dios

Salmo: 110,1-2.3-4.7-8

R/. Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor

Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman. R/.

Esplendor y belleza son su obra,
su generosidad dura por siempre;
ha hecho maravillas memorables,
el Señor es piadoso y clemente. R/.
Justicia y verdad son las obras de sus manos,
todos sus preceptos merecen confianza:
son estables para siempre jamás,
se han de cumplir con verdad y rectitud. R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,7-15):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que lo pidáis.
Vosotros rezad así: "Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno."
Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.»

Palabra del Señor

1.  Estas palabras de Jesús se comprenden mejor, si tenemos presente que rezar es expresar un deseo. Por eso, lo primero que dice Jesús aquí es que los
cristianos, cuando nos ponemos a rezar, lo mejor que podemos hacer es no usar muchas palabras, pensando que cuanto más hablemos, más nos va a escuchar el Señor.
No.  Dios no se fija en las palabras, sino en la sinceridad y limpieza del corazón. La pena es que, con frecuencia, los cristianos damos la impresión de que   no hemos aprendido esta enseñanza de Jesús.
Los muchos rosarios, los muchos   salmos, las muchas jaculatorias..., todo eso no parece estar muy de acuerdo con lo que aquí manda Jesús.

2.  En lo que más insiste Jesús, cuando enseña el Padre nuestro, es en el perdón de las culpas y ofensas que los demás nos hacen. Eso es una de las cosas
más duras, al menos para algunas personas.  Pero es importante saber que
Dios nos perdona en la medida, y solo en la medida, que nosotros perdonamos a los demás.

3.  Los odios y resentimientos son de las cosas que más daño hacen a los
individuos y a la sociedad. A los individuos, por las divisiones y enfrentamientos que el odio crea.
A la sociedad, porque un país en el que pervive odios no perdonados es un país roto. La unidad de un país, de una familia, de un matrimonio, no depende de las leyes, sino de la capacidad que cada
cual tiene para saber perdonar. Y eso supone y se basa en saber respeta aceptar   las ideas o las preferencias del otro, ser siempre tolerante con los demás, tal como son, como piensan y como viven. Con tal que no hagan daño a nadie.

San Juan de Matera
  

En el monasterio de San Jacobo de Foggia, en la Apulia, san Juan de Matera, abad, insigne por su austeridad y su predicación al pueblo, que instituyó la Congregación de Pulsano en la región del Gárgano, observando la Regla de san Benito.


Breve Biografía


Nació en Matera (Lucania-Italia) en el seno de una noble familia. Desde muy joven quiso ser eremita y solicitó hospitalidad en el monasterio de Taranto, pero como era un hombre poco hablador, fue juzgado de carácter antipático y por ello alejado del monasterio.
Marchó a Calabria, uniéndose a los monjes de Montevergine junto a san Guillermo de Vercelli, su fundador, pero lo dejó para ser predicador en Bari; luego se dirigió a Sicilia viviendo en continua penitencia y por último se refugió en Ginosa en la Puglia, donde recibió de san Pedro la orden de reparar su iglesia; como san Francisco, entendió en una reparación arquitectónica, y junto con unos compañeros se puso al trabajo, pero fue encarcelado acusado de posesionarse de un tesoro. Se dio cuenta que lo que tenía que rehacer era la iglesia espiritual y salió de su aislamiento convirtiéndose en un predicador de gran éxito en toda la Italia meridional. Fue acusado de herejía, pero, la humildad que demostró en su proceso hizo que se exonerase de los cargos. En Pulsano fundó, bajo la regla de San Benito, un monasterio que toma su nombre, Congregación de Pulsano que sobrevivirá algún tiempo. En su Vita se dice que fue un hombre de oración, solitario, y de una intensa vida mística. Tiene culto local.

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