2 de AGOSTO – VIERNES –
17ª – SEMANA DEL T. O. – C –
Lectura del libro del Levítico
(23,1.4-11.15-16.27.34b-37):
El Señor dijo a Moisés:
«Estas
son las festividades del Señor, en las que convocarán a asambleas litúrgicas.
El
día catorce del primer mes, al atardecer, es la fiesta de la Pascua del Señor.
El
día quince del mismo mes es la fiesta de los panes sin levadura, dedicada al
Señor. Comerán panes sin levadura durante siete días.
El
primer día de éstos se reunirán en asamblea litúrgica y no harán ningún
trabajo. Los siete días harán ofrendas al Señor. El día séptimo se volverán a
reunir en asamblea litúrgica y no harán ningún trabajo de siervos».
El
Señor volvió a hablar a Moisés y le dijo:
«Di
a los israelitas: Cuando entren en la tierra que yo les voy a dar y recojan la
cosecha, le llevarán la primera gavilla al sacerdote, quien la agitará
ritualmente en presencia del Señor, el día siguiente al sábado para que sea
aceptada.
Pasadas
siete semanas completas, contando desde el día siguiente al sábado en que
lleven la gavilla para la agitación ritual, hasta el día siguiente al séptimo
sábado, es decir, a los cincuenta días, harán una nueva ofrenda al Señor. El
día diez del séptimo mes es el día de la expiación. Se reunirán en asamblea
litúrgica, harán penitencia y presentarán una ofrenda al Señor.
El
día quince de este séptimo mes comienza la fiesta de los Campamentos, dedicada
al Señor, y dura siete días. El primer día se reunirán en asamblea litúrgica.
No harán trabajos serviles. Los siete días harán ofrendas al Señor. El octavo
día volverán a reunirse en asamblea litúrgica y a hacer una ofrenda al Señor.
Es día de reunión religiosa solemne. No harán trabajos serviles.
Estas
son las festividades del Señor, en las que se reunirán en asamblea litúrgica y
ofrecerán al Señor oblaciones, holocaustos y ofrendas, sacrificios de comunión
y libaciones, según corresponde a cada día».
Palabra
de Dios
Salmo:
80
R/.
Aclamemos al Señor, nuestro Dios
Entonemos un canto
al son de las guitarras
y del arpa.
Que suene la trompeta en
esta fiesta
que conmemora nuestra
alianza. R/.
Porque ésta es una ley en Israel,
es un precepto que el
Dios de Jacob
estableció para su
pueblo,
cuando lo rescató de
Egipto. R/.
«No tendrás otro Dios fuera de mí
ni adorarás a dioses
extranjeros.
Pues yo, el Señor, soy
el Dios tuyo,
el que te sacó de
Egipto, tu destierro». R/.
Lectura
del santo Evangelio según san Mateo (13,54-58):
En aquel tiempo, Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la
gente en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados y se
preguntaban:
«¿De
dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos?
¿No
es el hijo del carpintero?
¿No
es María su madre, y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas?
¿No
viven entre nosotros todas sus hermanas?
¿De
dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?»
Y
se negaban a creer en él.
Entonces
Jesús les dijo:
«Un
profeta no es despreciado más que en su patria y en su casa».
Y
no hizo muchos milagros allí por la incredulidad de ellos.
Palabra del Señor
1.
Sin duda alguna, Jesús se dirigía a Nazaret, como indica Marcos en el
relato
paralelo (Mc 6, 1-6). Un pueblo sin
importancia, del que no cabía esperar
que de allí viniera a este mundo nadie importante (Jn 1,46). Además, en
una aldea así, Jesús se situaba entre la gente más baja en la escala social.
En este evangelio se hace referencia a
su padre, a su madre y a sus hermanos. Y los vecinos están de acuerdo en que aquel
pobre artesano (tékton) no tenía ni formación, ni cualidades demostradas, para
ser una persona que pudiera destacar. Por eso, la pregunta lógica: ¿de dónde saca
todo eso?
2.
A los parientes y vecinos no les cabía en la cabeza que un hijo de aquella
familia pudiera ser un personaje que hablaba con
éxito a la gente y en público.
Todo aquello, a los vecinos del pueblo y a sus
parientes les resultaba escandaloso.
¿Por qué el escándalo?
Porque, para un israelita piadoso, de
Dios solo podía hablar quien tuviera formación intelectual y la preparación debida para
ello. Y los nazarenos sabían que Jesús no tenía tal formación, ni había hecho estudios, ni se había preparado en una
escuela de rabinos competentes.
De la gente vulgar y sin títulos
adecuados, ¿cómo se podía esperar que saliera una palabra creíble sobre Dios,
sobre la ley o sobre la religión?
3.
Los vecinos de Nazaret pensaban en lo que estaban presenciando, desde "la
lógica de la religión" que habían aprendido.
Pero, por lo visto, no tenían ni idea
de "la lógica del Evangelio" que Jesús enseñaba. Y, si es que
hablamos de la lógica del Evangelio, ya nos estamos refiriendo a otra cosa, que
tiene que ver poco con la sabiduría del orden presente de este mundo. Jesús había dicho que las cosas de Dios están
escondidas a los sabios y entendidos. Y, por el contrario, quienes las conocen
son la gente sencilla (Mt 11, 25).
Es la sorprendente sabiduría de los
pequeños, los sin importancia, los nadies, esos son los que contagian lo que
Jesús transmitía.
- ¿Y por qué los más simples son los
que aciertan con lo que Jesús comunicaba? Porque lo que Jesús vio que todos más
necesitamos, no son saberes humanos,
sino humanidad, bondad, integridad propia de personas de una pieza. Esto no les
cabe en la cabeza a los que aspiran a títulos, saberes y cargos. Solo es
entendible para los que anhelan ser profundamente humanos. Esos son los que dan
con el Dios de Jesús.
Nuestra Señora de los Ángeles
La Virgen María es la Madre de
Jesucristo. Por esta razón, ha sido venerada siempre como la criatura más
excelsa, por encima de todos los Santos y de los Ángeles. Por ser Madre de Dios
es justamente Reina y Señora de los Ángeles.
En este mes de agosto, celebramos la gran Solemnidad de la
Asunción. Jesús, Quien resucitó de entre los muertos y ascendió a su Padre por
su propio Poder, asumió a María a los cielos. Por su grandiosa santidad y
pureza, Nuestro Señor le dijo a su madre: "Levántate, amada mía, hermosa
mía, y vente." (Cantar de los Cantares 2:10). Cuán llenos de júbilo y gozo
deben haber estado todos los ciudadanos del Reino de los Cielos cuando dieron
la bienvenida a la Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa de Dios
Espíritu Santo.
Dicen que, en el momento de la Asunción, los Nueve Coros de Ángeles
no podían detener su alegría. Todos proclamaban el esplendor y la gloria de su
Reina. Ya que no sólo es María la Reina de Todos los Corazones y la Reina de
Todos los Santos, ¡Nuestra Señora es también la Reina de todos los Ángeles! La solemnidad de Nuestra Señora de los Ángeles
se celebra el 2 de Agosto. Es apropiado que la fiesta de la Asunción,
Coronación y Nuestra Señora de los Angeles sean en el mismo mes, ya que son íntimamente
unidas. Nuestra Señora de los Angeles es una fiesta muy especial para mí y para
nuestra comunidad. Nuestro Monasterio lleva el nombre de la primera Iglesia de
la orden Franciscana –Nuestra Señora de los Angeles o Porciúncula.
Cuando San Francisco oye de Nuestro Señor esas palabras famosas:
"Francisco, ve y repara mi iglesia, que se está cayendo en ruinas",
él inmediatamente comenzó a reconstruir la Porciúncula. Esta pequeña Iglesia
construida en honor de Nuestra Señora de los Angeles tomó un lugar especial en
el corazón de San Francisco. Él dijo a sus frailes: " Hijos míos,
asegúrense de nunca abandonar este lugar. Si ustedes son llevados fuera en una
vía, vuelvan por la otra, ya que este sitio es verdaderamente santo y la morada
de Dios. Aquí cuando éramos pocos, el Altísimo nos aumentó en número. Aquí Él
iluminó nuestra sabiduría, y aquí Él inflamó nuestra voluntad con el fuego de
Su Amor. Quienquiera que ore aquí con un espíritu lleno de devoción obtendrá lo
que pida, mas quien ofenda este lugar será castigado fuertemente. Así que,
hijos míos, consideren este lugar de Dios como digno de todo honor, y con todos
sus corazones y con una voz regocijante den gloria y gracias al Señor en este
lugar".
El amor de San Francisco por esta pequeña Iglesia y por nuestra
Señora obviamente no termina aquí. Es más, él va donde el Santo Padre a pedir
por una Indulgencia especial: "Santo Padre, si a usted le complace,
desearía que, ya que tantas bendiciones Dios a otorgado y seguirá otorgando en
este lugar, todos los que asistan a él con un corazón arrepentido y confesado,
obtengan una indulgencia plenaria por todos sus pecados, para que así no tengan
que pagar más por sus consecuencias."
La Indulgencia de la Porciúncula está disponible a todos los
fieles el 2 de Agosto. Los requisitos para esta indulgencia especial son:
1) Visitar una Iglesia,
2) Recitar un Padre
Nuestro por el Santo Padre,
3) Recitar un Credo por
el Santo Padre.
San Francisco, en su
petición, hizo una clara referencia a la contrición y al sacramento de la
reconciliación (que debe ser recibida 8 días antes o después del 2 de Agosto).
Verdaderamente, tenemos que estar arrepentidos de nuestros pecados, ya que es
por medio de la contrición y de la penitencia necesaria que nuestro apego al
pecado disminuye. La Indulgencia de la Purciúncula es un gran acto de la Bondad
y Misericordia de Nuestro Señor.
La Misericordia de nuestro Señor es demasiado inmensa para
medirla y su amor demasiado profundo para descifrarlo. Él hasta nos dio a Su
Madre como Intercesora con Jesús y como nuestra Abogada. Familia, no dejen
pasar este día sin dar gracias a Dios por Su generosidad y cuidado. Mantengan
sus ojos fijos en el cielo cuando los quehaceres de cada día sean una carga y
recuerden que todos estamos llamados a unirnos un día en el Cielo con la
Santísima Trinidad, Nuestra Señora y todos los Santos. ¡Piensen a menudo en
Nuestra Señora, quien es la Reina de los Angeles y la Reina de VUESTRO corazón!
¡Los amo familia mía!
Fuente: EWTN.com
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