21 de AGOSTO – MIERCOLES – 20ª – SEMANA DEL T. O. – C –
Lectura
del libro de los Jueces (9,6-15):
En aquellos días, los de Siquén y todos los de El Terraplén se
reunieron para proclamar rey a Abimelec, junto a la encina de Siquén.
En
cuanto se enteró Yotán, fue y, en pie sobre la cumbre del monte Garizín, les
gritó a voz en cuello:
«¡Oídme,
vecinos de Siquén, así Dios os escuche!
Una
vez fueron los árboles a elegirse rey, y dijeron al olivo:
"Sé
nuestro rey."
Pero
dijo el olivo:
"¿Y
voy a dejar mi aceite, con el que engordan dioses y hombres, para ir a mecerme
sobre los árboles?"
Entonces
dijeron a la higuera:
"Ven
a ser nuestro rey."
Pero
dijo la higuera:
¿Y
voy a dejar mi dulce fruto sabroso, para ir a mecerme sobre los árboles?"
Entonces
dijeron a la vid:
"Ven
a ser nuestro rey."
Pero
dijo la vid:
"¿Y
voy a dejar mi mosto, que alegra a dioses y hombres, para ir a mecerme sobre
los árboles?"
Entonces
dijeron a la zarza:
"Ven
a ser nuestro rey."
Y
les dijo la zarza:
"Si
de veras queréis ungirme rey vuestro, venid a cobijaros bajo mi sombra; y si
no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano."»
Palabra
de Dios
Salmo: 20,2-3.4-5.6-7
R/.
Señor, el rey se alegra por tu fuerza
Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu
victoria!
Le has concedido el
deseo de su corazón,
no le has negado lo que
pedían sus labios. R/.
Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su
cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la
has concedido,
años que se prolongan
sin término. R/.
Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor
y majestad.
Le concedes bendiciones
incesantes,
lo colmas de gozo en tu
presencia. R/.
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (20,1-16a):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El
reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a
contratar jornaleros para su viña.
Después
de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió
otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les
dijo:
"Id
también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido."
Ellos
fueron.
Salió
de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde
y encontró a otros, parados, y les dijo:
"¿Cómo
es que estáis aquí el día entero sin trabajar?"
Le
respondieron:
"Nadie
nos ha contratado."
Él
les dijo:
"Id
también vosotros a mi viña."
Cuando
oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz:
"Llama
a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por
los primeros."
Vinieron
los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los
primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario
cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo:
"Estos
últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que
hemos aguantado el peso del día y el bochorno.
Él
replicó a uno de ellos:
"Amigo,
no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y
vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para
hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy
bueno?"
Así,
los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.»
Palabra
del Señor
1.
Hay dos formas de relación entre los seres humanos:
1) La "relación productiva".
2) La "relación
amorosa".
La primera se valora o se mide por
"lo que recibes". La segunda se valora y se mide por "lo que
das".
Dicho de otra manera: no es lo mismo
la relación de un "patrono" que la relación de "amante", un
"amigo", un "hermano", cuando estas palabras expresan realidades
y no meros conceptos vacíos y sin contenido.
2.
Todo ser humano normal tiene que integrar en su vida las dos formas de
relaciones indicadas: tiene que trabajar para
ganarse la vida; y tiene que amar
a las personas con las que se relaciona. La
"relación profesional" y la "relación
afectiva", ambas son indispensables para que una persona viva equilibrada
y con dignidad. Pero ocurre que la llamada
"civilización" se ha organizado
de forma que ha terminado por separar, y hasta
enfrentar, estas dos formas
fundamentales de relación.
Nos han dividido, nos han roto y nos
han partido, en nuestros sentimientos
más hondos. Durante unas horas al día y en sitios determinados, nuestra
relación es laboral. A otras horas y en otros sitios, nuestra relación ha de
ser amorosa. Vivimos fracturados y
rotos.
3.
Tenemos que conseguir la armonía en nosotros: en nuestra relación con los
otros; y en nuestra relación con Dios. Dios no es un patrono que nos paga según
los méritos de nuestro rendimiento civil o religioso.
Dios nos da lo que nos da "porque
nos quiere", sea más o sea menos lo que producimos.
Dios no es un "patrono",
Dios es un "padre". Es el Padre. Y como un hijo con su padre, así tiene
que ser nuestra relación con Dios. El propietario de la parábola es una "representación" humana de Dios. Y es también una "representación"
elocuente de cómo deberíamos portarnos los
humanos, entre nosotros, de forma que no busquemos siempre el propio provecho, sino el estar como
si fuéramos los últimos, al servicio de los demás.
San Pío X papa
Memoria del papa san Pío X, que
fue sucesivamente sacerdote con cargo parroquial, obispo de Mantua y después
patriarca de Venecia. Finalmente, elegido Sumo Pontífice, adoptó una forma de
gobierno dirigida a instaurar todas las cosas en Cristo, que llevó a cabo con
sencillez de ánimo, pobreza y fortaleza, promoviendo entre los fieles la vida
cristiana por la participación en la Eucaristía, la dignidad de la sagrada
liturgia y la integridad de la doctrina.
San Pío X: VIDA
(Giuseppe Melchiorre Sarto; Riese, 1835 - Roma, 1914) Papa de la
Iglesia católica (1903-1914). Su pontificado, de signo claramente conservador,
se caracterizó por su cerrazón y su oposición a las reformas. Ordenado
sacerdote en 1858, Giuseppe Melchiorre había estudiado en Castelfranco y en el
seminario de Padua. Fue obispo de Mantua y cardenal en Venecia antes de ser
elegido papa en 1903, tras el fallecimiento de León XIII.
Durante su pontificado combatió cualquier manifestación de
liberalismo intelectual y particularmente el modernismo (una revisión del pensamiento
religioso a la luz del progreso de la ciencia), llegando a incluir diversas
obras de esa tendencia en el Índice de Libros Prohibidos.
Promovió en cambio la renovación religiosa de la liturgia,
mediante los decretos sobre la música sagrada, la comunión frecuente y la
reforma de los libros litúrgicos. También creó una comisión para la reforma del
derecho canónico (1904), reorganizó la curia romana e impulsó el inicio de una
publicación oficial de la Santa Sede (Acta Sanctae Sedis, 1909).
Su ideología conservadora llevó a la ruptura de la Santa Sede con
Francia en 1905 y con Portugal en 1911 por las legislaciones anticlericales que
estos países habían promulgado, y que incluían la proscripción de la enseñanza
religiosa y la confiscación de bienes eclesiásticos. En 1909 disolvió la Opera
dei Congressi italiana, el mismo año que creó el Pontificio Instituto Bíblico.
En una alocución de agosto de 1914 intentó sin éxito evitar la Primera Guerra
Mundial; murió pocos días después. Reunido el cónclave, los prelados eligieron
nuevo pontífice al cardenal Giacomo della Chiesa, que adoptó el nombre de
Benedicto XV. En 1954, cuarenta años después de su fallecimiento, Pío X fue
canonizado por el papa Pío XII.
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