lunes, 7 de octubre de 2024

Párate un momento: El Evangelio del dia 8 - DE OCTUBRE – MARTES – 27ª – SEMANA DEL T.O. – B – Santa Faustina Kowalska

 

 


8 - DE OCTUBRE – MARTES –

27ª – SEMANA DEL T.O. – B –

Santa Faustina Kowalska

 

Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Gálatas (1,13-24):

  Habéis oído hablar de mi conducta pasada en el judaísmo: con qué saña perseguía a la Iglesia de Dios y la asolaba, y me señalaba en el judaísmo más que muchos de mi edad y de mi raza, como partidario fanático de las tradiciones de mis antepasados. Pero, cuando aquel que me escogió desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia se dignó revelar a su Hijo en mí, para que yo lo anunciara a los gentiles, en seguida, sin consultar con hombres, sin subir a Jerusalén a ver a los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia, y después volví a Damasco. Más tarde, pasados tres años, subí a Jerusalén para conocer a Pedro, y me quedé quince días con él. Pero no vi a ningún otro apóstol, excepto a Santiago, el pariente del Señor. Dios es testigo de que no miento en lo que os escribo. Fui después a Siria y a Cilicia.

  Las Iglesias cristianas de Judea no me conocían personalmente; sólo habían oído decir que el antiguo perseguidor predicaba ahora la fe que antes intentaba destruir, y alababan a Dios por causa mía.

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 138

R/. Guíame, Señor, por el camino eterno

Señor, tú me sondeas y me conoces; me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.

Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno.

       Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente, porque son admirables tus obras. R/.

Conocías hasta el fondo de mi alma, no desconocías mis huesos.

       Cuando, en lo oculto, me iba formando, y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R/.

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10, 38-42):

  En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo:

   «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.»

    Pero el Señor le contestó:

   «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.»

 

Palabra del Señor

 

1.  Las lecturas en el día de hoy nos llevan a reflexionar desde la dimensión del camino y de los encuentros que hay en esos caminos con Jesús de Nazaret. La vida es camino, como lo es también la fe y el crecimiento espiritual. De este modo, teniendo la visión plástica de un sendero, captamos la profundidad de la Palabra de Dios.

2.  San Pablo, va desgastándose evangelizando por la multitud de pueblos, comunidades, ciudades, por las que pasa. Transita un sinfín de linderos; Éfeso, Roma, Galacia, Corintio…  Tratando de dar razones de su fe en el Hijo de Dios. Ahora, redacta la experiencia vivida en el camino de Damasco. Pablo judío de fuertes convicciones, de raíz profunda en la tradición de sus antepasados, intachable, que lleva una radicalidad de vida por implantar aquello que cree firmemente. Tiene en medio de ese trayecto de su vida, un encuentro con la persona de Jesús de Nazaret, que transforma su vida por completo, llenando de sentido pleno aquello que antes era solo el mero cumplimiento de leyes.

3.  En el sendero de la búsqueda de plenitud y sentido, Jesús se cruzó conmigo, por su gracia, mi vida se iluminó y adquirió sentido pleno. Yo que tengo este pasado de perseguidor, tratando de destruir a aquellos que siguen a Cristo, he experimentado la gracia de su amor y no me queda otra cosa, que desgastar mi vida para que otros puedan beneficiarse de la gracia de ser hijos de Dios. Un giro radical de vida que provoca el Espíritu de Cristo, de perseguidor a evangelizador: Para mí la vida es Cristo.

Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas

El pasaje del evangelio nos muestra otro escenario concreto como es Betania, en el que también se da un encuentro importante de dos hermanas con la figura del Maestro de Nazaret. Aquí aparece también le realidad de camino. Betania es lugar de paso que Jesús tiene en su actividad misionera. Es casa de la amistad en la que le permite reparar fuerzas para la dureza del camino. Es hogar en el que se comparte la vida y las enseñanzas de profeta. Ahora se produce el encuentro porque Jesús visita «tú» hogar y vemos dos actitudes a la hora de recibir al peregrino.

Se ha dicho en más de una ocasión que María representaba la vida contemplativa por su actitud a los pies del Señor. Y por el contrario, Marta, la vida activa, porque se afanaba en la acción. Nada más lejos de la realidad, porque en nuestra vida como seguidores de Jesús necesitamos de las realidades para poder llevar a plenitud nuestro seguimiento. Me parece que la profundidad del texto tiene que ver más con el encuentro, más desde la clave de ¿Cómo acojo yo a Jesús en mí vida?

4.   María, centra ese encuentro con Jesús, en ponerse a los pies en actitud contemplativa de llenarse de la plenitud que trae el visitante. Contemplar a Cristo y su mensaje de salvación porque Él es que da la vida. Algo que, a María, no le podrán quitar, puesto que se ha llenado de Jesús.

Marta, recibe la visita igual que su hermana, lo que pasa que entiende que a Dios no le puede faltar de nada. Es Dios, y hay que agasajar de la manera más perfecta al huésped, por ello, se afana en el servicio. Sin embargo, hay una polilla que la va minando por dentro. Mi hermana no se entera de esto, ¿Por qué no me ayuda? Siempre me cargo yo todo el trabajo, si alguna vez hiciera algo… Claro María pone el foco en otra cosa y son dos formas distintas de ver la misma realidad y de entender la vida. Quizás la falta de diálogo, empatía, pedir ayuda, hace que Marta, trate de salir adelante con todo. Por eso, Jesús, pone el acento en la raíz del problema: «andas inquieta». No es que le esté reprochando nada Jesús. Sino que la raíz de nuestros problemas muchas veces son esos, que no somos capaces de centrarnos y de disfrutar de lo que estamos haciendo porque nos consume el agobio, ni en la acción ni en la contemplación. No disfrutamos de servir a Jesús, en los demás como debemos por los cansancios, agobios, falta de paciencia. Igual sucede en la oración, la aplazamos, no la saboreamos, no nos llena porque el agobio de hacer otra cosa.

Por ello, es importante la actitud: «Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos» (Mt 20-28). Servicio hasta dar la vida por lo demás, que centra tu vida en lo importante en Cristo, de este modo, te configuras con Él.

 

Santa Faustina Kowalska

 

 

 


(1905 – 1938)

 

Cofundadora espiritual

 

Llamada apóstol de la Divina Misericordia, fue una religiosa y mística polaca de la orden de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia.

Los teólogos la consideran entre los más notables místicos del cristianismo.

Su confesor, el beato Michał Sopoćko, le pidió que escribiera sus vivencias en un diario espiritual, que consta de varios cuadernos.

Fue canonizada por Juan Pablo II el 30 de abril de 2000, día en que también instituyó la fiesta de la Divina Misericordia.

 

     Nació como la tercera hija, de entre diez hermanos, en el seno una pobre familia de campesinos de la aldea Glogowiec, Mariana y Estanislao Kowalski, en la parroquia de Świnice Warckie. En el santo bautizo, celebrado en la iglesia parroquial de Swinice Warckie, le pusieron el nombre de Elena. Sólo pudo ir a la escuela por un breve período de menos de tres años, y ya a la edad de 16 años abandonó la casa familiar para trabajar como sirviente doméstica en Aleksandrów y Lodz, para así mantenerse a sí misma y poder ayudar a sus padres. Después de haber sido apresurada por una visión de Cristo sufriente, estuvo sirviendo en la casa de una familia, en Ostrówkek, municipio de Klembów, y el 1 de agosto de 1925, ingresó finalmente en la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, en la que, en el día de la toma de hábito, recibió el nombre religioso de Sor María Faustina. Durante trece años de vida religiosa, residió en diversos conventos y casas de la Congregación; Los períodos más largos los pasó en Cracovia, Vilna y Płock. Padecía tuberculosis pulmonar y del tubo digestivo, Por esta razón, tuvo que ser ingresada y recibir tratamiento prolongado en el hospital el Pradnik, en dos ocasiones, en Cracovia.

        Su vida, aparentemente ordinaria, ocultaba en su interior la extraordinaria profundidad de su unión con Dios, y la gran misión profética que Dios le había confiado. Recibió muchas gracias extraordinarias, alcanzando las más altas cimas a las que se puede llegar en la tierra, de unión con Dios. A través de Sor Faustina, Jesús recordó al mundo la verdad bíblica del amor misericordioso de Dios para con cada persona e hizo una llamada a todos para que proclamemos al mundo su amor misericordioso con fuerzas renovadas. A cada una de estas nuevas formas de culto y a la proclamación del mensaje de la Misericordia, el Señor vinculó grandes promesas con tal de cultivar la actitud de confianza en Dios, es decir, de cumplir su voluntad y ejercer la misericordia al prójimo.

       Para ello, Jesús transmitió nuevas formas de culto: la imagen con la inscripción „Jesús, en Ti confío”, la Fiesta de la Misericordia, la Coronilla a la Divina Misericordia y la oración en la hora de su agonía en la cruz, la llamada la Hora de la Misericordia. A cada uno de estas formas de culto, y también al hecho de proclamar el honor de la Misericordia, el Señor vinculó grandes promesas bajo la condición de esforzarse por conseguir la actitud de confianza en Dios (hacer su voluntad) y la caridad hacia el prójimo.

       En el cumplimiento de esta misión profética, ayudaban a Sor Faustina su director espiritual en Vilna, el P. Miguel Sopoćko y el Padre José Andrasz SJ confesor de Cracovia. Del carisma y experiencia mística de San Sor Faustina surgió en la Iglesia el Movimiento Apostólico de la Divina Misericordia, que se ha propuesto continuar su misión de anunciar el misterio de la misericordia de Dios al mundo a través del testimonio de vida, mediante obras, palabras y con la oración.

     Sor Faustina falleció el 5 de octubre de 1938, a los 33 años de edad, en el convento de la Congregación en Cracovia-Lagiewniki. En 1966, sus restos mortales fueron trasladados desde el cementerio a la capilla de la Comunidad. Desde la beatificación, el día 18 de abril de 1993, que hizo el Santo Padre Juan Pablo II, el sepulcro con las reliquias, se encuentra en el altar lateral de la capilla del convento de Cracovia, lugar donde se encuentra la milagrosa imagen de Jesús Misericordioso, en el santuario de Cracovia-Lagiewniki. El día 30 de abril de 2000, el Papa Juan Pablo II la inscribió en el registro de los santos, y de ese modo, entregó a toda la Iglesia y al mundo, para el tercer milenio de la fe, el mensaje de misericordia, que santa Faustina, dejo escrito en su „Diario”, siguiendo el mandato de Jesús.

      El 25 de agosto de 1995, la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, cumpliendo con su misión carismática, reconoció a Sor Faustina como co-fundadora espiritual de la Congregación.

Sor M. Elżbieta Siepak ZMBM

 

Traducción del polaco: Xavier Bordas Cornet

 


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