viernes, 25 de diciembre de 2015

Evangelio del día 26 de Diciembre – Sábado. Octava de Navidad.– SAN ESTEBAN, protomártir





26 de Diciembre
–  Sábado. Octava de Navidad.
SAN ESTEBAN, protomártir

  Evangelio: Mt 10, 17-22

     En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
-«No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles.
     Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.
Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán.
    Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará.»

1.- Es importante darse cuenta de que la primera fiesta, que celebra la liturgia cristiana inmediatamente después del nacimiento de Jesús, es el recuerdo del martirio de Esteban. ¿Por qué, en cuanto Jesús aparece en la historia, lo primero que recordamos es un asesinato brutal?

2.- Según cuenta Lucas, en los Hechos de los apóstoles, Esteban era un hombre “lleno de fe y de Espíritu Santo” (Hech. 6,5) “lleno de gracia” (Hech. 7,48; cf. Is. 66,1 ss) (B.Wander; J. D. G. Dunn). Lo que, en definitiva, era oponerse al sistema religioso del judaísmo de entonces, que tenía su centro en el Templo, con sus sacerdotes y sus ritos de sacrificios y observancias sagradas. La peor de las blasfemias (Josefo, Bell 2,145), para la religión tradicional.

3.- Así pues, el recuerdo del martirio de Esteban es el primer eslabón de la larga cadena de hombres y mujeres que, en la ya larga historia cristiana, se han dado cuenta de que la religión de aquel Jesús, que nació en un establo y murió colgado como un subversivo, no puede ser la prolongación (con otras creencias y otros rituales) de algo que, a fin de cuentas, viene a ser lo mismo. No. La religión del poder sagrado, con sus templos, sus altares y sus sacerdotes, quedó sepultada en el estiércol del establo en que vino al mundo Jesús. Como quedo desautorizada al quedar desautorizado el mismo Jesús cuando agonizó en la cruz. La religión de los cristianos consiste en renovar constantemente, con nuestra forma de vivir, lo que se inició en el pesebre del nacimiento de Jesús.

SAN ESTEBAN, protomártir

Esteban fue el primer mártir, el primero que entregó su vida por profesar a Cristo. Por eso, lo recordamos en este tiempo en que iniciamos el año litúrgico. Esteban era diácono, servicio para el que fue elegido al ser un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo. Al igual que Jesús, él sufrió a causa de los jefes religiosos que no aceptaron el Evangelio y tenían poder para darle muerte. Su martirio ocurrió en el año 36 d.C.
A San Esteban se le llama "protomártir" porque fue el primer mártir de toda la historia católica. San Esteban era uno de los hombres de confianza de los apóstoles; habló y defendió muy bien a Jesús, que entre los judíos generó cierto desconcierto. Por tal razón, la tradición señala que fue llevado ante el Tribunal Supremo de la Nación, el Sanedrín, para ser acusado con falsos testigos, los cuales argumentaron que Esteban afirmaba que Jesús iba a destruir el templo y a acabar con las leyes de Moisés.
Sin embargo, el santo no se atemorizó, y por el contrario, pronunció un impresionante discurso en el cual fue recordando toda la historia del pueblo de Israel (Hechos 7) y a través del cual exhortó a los judíos a rectificar, reprendiéndolos por haber llegado al extremo de no sólo no reconocer al Salvador, sino de haberlo además crucificado.
Llenos de ira, éstos lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon.
Los que lo apedreaban dejaron sus vestidos junto a un joven llamado Saulo (el futuro San Pablo que se convertirá por las oraciones de este mártir) y que aprobaba aquel delito. Mientras lo apedreaban, Esteban decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu". Y de rodillas dijo con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Y diciendo esto, murió.
Los cristianos lo rescataron y dieron a su cuerpo digna sepultura.



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