lunes, 14 de diciembre de 2015

Párate un momento: evangelio del día 15 de Diciembre – MARTES – IIIª – Semana de Adviento San Valeriano, obispo




15 de Diciembre – MARTES –
IIIª – Semana de Adviento
San  Valeriano, obispo

Evangelio: Mateo 21, 28-32

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
- «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña. " Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?»
Contestaron: - «El primero.»
Jesús les dijo: - «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»

1.- Hay especialista en el estudio de los evangelios (H. Merkel, R. H. Gunry, J. Scholsser) que sospechan o aseguran que esta parábola no es original de Jesús, sino que provienen del redactor de este texto. Lo más probable es que proviene de tradiciones orales que recogió Mateo (U. Luz). En todo caso, lo importante es que la tradición  cristiana, desde su orígenes ha tenido esta parábola como autentica. Y su enseñanza es importante y fuerte.

2.- ¿En qué consiste la enseñanza central de esta parábola? Lo más claro que hay en ella es que, para Jesús, lo que importa en la vida no es lo que uno piensa (por más que lo diga claramente), sino lo que cada cual hace. Y esto, en el fondo, lo que viene a enseñarnos es que lo decisivo, para los cristianos, no es la dogmática, sino la ética. Ya estamos hartos de gente que es, a la vez, tan estrictamente ortodoxa en sus creencias, como escandalosamente corrupta en sus comportamientos. Porque, ante Dios, lo importante no son las palabras piadosas, sino las conductas que se ajustan a la justicia, la integridad y la transparencia en la convivencia ciudadana.

3.- El final de la parábola, tal como la presenta Mateo, es subversivo. Porque Jesús viene a decir que el orden de rango de sumos sacerdotes y senadores, por una parte, y recaudadores y prostitutas por otra, se ha puesto al revés: los primeros y más privilegiados en el reinado de Dios no son los que están más altos en los rangos de la religión, sino los que se ven como los más depreciables en la sociedad. Los criterios de la ética de Jesús no son nuestros criterios. Para Jesús, lo determinante no es ni la dignidad sagrada, ni la pureza intachable. Lo decisivo, para Jesús, es la condición de notables o poderosos. De ahí, la tremenda pregunta que queda pendiente cuando se oye este evangelio: ¿ Qué hemos hecho para seguir pensando exactamente al revés de cómo pensaba Jesús? ¿Creemos de verdad en el Evangelio?

San  Valeriano, obispo

Conmemoración de san Valeriano, obispo de
Abbensa, en África Proconsular, que, siendo más que octogenario, en la persecución vandálica fue conminado por el rey arriano Genserico a que entregara los utensilios de la Iglesia y, al rehusar constantemente hacerlo, fue expulsado de la ciudad con orden de que nadie le dejara vivir ni en su casa ni en el campo, y durante mucho tiempo estuvo a la intemperie, en la vía pública, acabando así su vida bienaventurada como confesor de la verdad ortodoxa (c. 460).

No hay comentarios:

Publicar un comentario