domingo, 23 de abril de 2017

Párate un momento<: El Evangelio del dia 24 DE ABRIL - LUNES - 2ª - SEMANA DE PASCUA San Fidel de Sigmaringen





24 DE ABRIL - LUNES -
2ª - SEM24 DE ABRIL - LUNES -
2ª - SEMANA DE PASCUA

Evangelio según san Juan 3, 1-8An
    Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Este fue a ver a Jesús de noche y le dijo:
"Rabbí, sabemos que has venido de parte de Dios, porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él".
Jesús le contestó:
    "Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios".
    Nicodemo le pregunta:
"¿Cómo puede nacer un hombre siendo viejo?
¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre?"
Jesús le contestó:
"Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu.
    No te extrañes de que te haya dicho: Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu".

1.  Jesús afirma que, para ver el Reino de Dios, hay que nacer de nuevo. El que vuelve a nacer es una persona nueva, una persona distinta. Hay personas que dicen:  "Si yo volviera a nacen... sería así, haría tal cosa, orientaría mi vida de otra manera...".
"Nacer de nuevo" es cambiar radicalmente, desde las raíces mismas de la vida. Ahora bien, cambiar hasta ese extremo es tanto como cambiar las "convicciones" más fundamentales que rigen y orientan nuestra vida.
¿En qué sentido?

2.  Jesús lo explica diciendo que hay que nacer "de agua y de Espíritu". Nacer del agua no se refiere al agua como fuente de vida. Ni al agua como lavatorio de manchas que nos ensucian.
Nacer del agua es salir vivo de las aguas que
ahogan, que matan, que quitan la vida. "Nacer del agua" es "nacer de nuevo".
Es volver a vivir. Para vivir, ¿cómo? Para vivir "llevado por el viento", del que dice Jesús que "no sabes de dónde viene ni a dónde va".
Un sujeto, del que se puede decir que no se sabe ni de dónde viene ni a dónde va, es una persona que no se ajusta a las normas establecidas en cuanto a forma de pensar, pautas de conducta, valores que determinan su vida...
Se trata, por tanto, de una persona que rompe con el sistema establecido. Y opta por la libertad de la profecía, de la utopía, de la llamada "contra-cultura".

3.  Optar por el Evangelio es nadar contra corriente. Es romper con la "mentalidad sumisa" de los que se acomodan a lo que siempre se ha dicho o se ha hecho. Son, en definitiva, los seres humanos libres. Con una libertad que está
siempre al servicio de la misericordia. Y son algo tan imprevisible como imprevisibles son las situaciones de sufrimiento y de felicidad que constantemente se producen en la vida. Y se producen sin saber dónde ni por qué. Vivir siempre en función de tales situaciones y de quienes las padecen, es vivir como el viento, como el Espíritu.

San Fidel de Sigmaringen

San fidel
Hoy celebramos a San Fidel, presbítero y mártir, el cual, siendo abogado, decidió entrar en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. Fue martirizado en Suiza por los herejes a causa de la fe católica.
Nació en Sigmaringen, Alemania, en 1577, en un hogar católico y noble. Su padre, Juan Rey, era de ascendencia española. El origen de su familia le permitió estudiar en una buena academia, la de Friburgo, en la que se convirtió en un excelente jurista.
Una de sus mayores motivaciones en el ejercicio del derecho fue la defensa de los pobres, a los que defendió sin descanso. Poco a poco empieza a darse cuenta de las inmoralidades que rodeaban el mundo de la abogacía lo que le provoca una gran desilusión. Por ello dejará la profesión a los 35 años de edad y se consagrará por entero a Dios.
Ingresó en la Orden de los Capuchinos y se puso el nombre de Fidel (se llamaba Marcos). Fue un excelente predicador y un verdadero pastor con los más desfavorecidos. Fue recorriendo países dando testimonio, labor que le resulto más sencilla debido a su facilidad para los idiomas.
Recién fundada la Congregación Propaganda Fide, la sección de la Curia Romana encargada de los misioneros, mandan a 10 capuchinos a Suiza, lugar de fuertes tensiones y divisiones entre católicos y calvinistas. Fidel es uno de los 10.
Un día le invitó un grupo de protestantes para que les predicara y en mitad del discurso la emprendieron a balazos con él. Logró escabullirse, pero a las afueras de la aldea le alcanzaron, y le instaron a hacerse protestante. Ante su negativa le mataron a palos y con espadas. Sus últimas palabras fueron de perdón para sus asesinos. Era el 24 de abril del año 1622, tenía 45 años.




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