viernes, 25 de mayo de 2018

Párate un momento: El Evangelio del dia 26 DE MAYO – SÁBADO – 7ª – SEMANA DEL T.O. – B – SAN FELIPE NERI



26  DE MAYO    SÁBADO –
7ª –  SEMANA DEL  T.O. – B –

Lectura de la carta del apóstol Santiago (5,13-20):
¿Sufre alguno de vosotros?
Rece.
-  ¿Está alegre alguno?
Cante cánticos.
-  ¿Está enfermo alguno de vosotros?
Llame a los presbíteros de la Iglesia, y que recen sobre él, después de ungirlo con óleo, en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo curará, y, si ha cometido pecado, lo perdonará.
Así, pues, confesaos los pecados unos a otros, y rezad unos por otros, para que os curéis. Mucho puede hacer la oración intensa del justo.
Elías, que era un hombre de la misma condición que nosotros, oró fervorosamente para que no lloviese; y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Luego volvió a orar, y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos.
Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro lo encamina, sabed que uno que convierte al pecador de su extravío se salvará de la muerte y sepultará un sinfín de pecados.
Palabra de Dios

Salmo:140,1-2.3.8

R/. Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor
Señor, te estoy llamando, ven deprisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde. R/.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,13-16):
En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:
«Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor

1.  Este breve relato es central para comprender y vivir el cristianismo. Porque, si efectivamente Jesús marcó aquí cómo tiene que ser y aparecer la Iglesia y los seguidores del Evangelio, entonces esto nos viene a decir que a todo este cristianismo hay que darle la vuelta por completo.  Empezando por el Vaticano.
No olvidemos que el concilio Vaticano II, en la Constitución sobre la Iglesia (nº 5) dice que Jesús puso la fundamentación inicial de la Iglesia "predicando la llegada del Reino de Dios".
Por tanto, la Iglesia tiene que ser fiel y coherente con su fundamentación original, que está en el hecho de lo que hizo y dijo Jesús al predicar el Reino de Dios.
Si la Iglesia o los cristianos nos salimos de aquel origen, nos salimos del camino.   Nos extraviamos.

2.  -  ¿Qué camino nos marcó Jesús al anunciar el Reino de Dios?
En este relato, la cosa queda muy clara. Al plantear la centralidad de "los niños" en el Reino de Dios, Jesús no se refiere a la inocencia, a la pureza, a la bondad...   Nada de eso.
En la antigüedad en general, los rasgos dominantes de la imagen del "niño" eran su debilidad, su vulnerabilidad, su dependencia, su marginalidad social (P. Müller, Marcus Joel).
La expresión "los niños" indicaba a las "personas
dependientes" en general.  Personas, por tanto, que    generalmente no servían de "modelo religioso".
El rabino R. Dosa b. Harla decía:
"El sueño durante la mañana, el vino al mediodía, la conversación con niños y el sentarse en las casas las 'gentes de la tierra' sitúan a una persona fuera del mundo" (J. Marcos).

3.  El desprecio de los niños ha disminuido "teóricamente". En "la práctica", seguimos viviendo y reproduciendo situaciones escandalosas y que claman   al cielo. Se les maltrata, se les usa y se abusa de ellos hasta el extremo de cometer delitos muy graves. 
Los "abusos de menores", de los que nos informan los medios, y que son noticia cada día, son nada más que la punta de iceberg de una de las taras más     vergonzosas de nuestra sociedad. Y también de nuestra
Iglesia. Y no olvidemos que un niño, del que se ha   abusado (por el poder autoritario o por la brutalidad sexual), esa pobre criatura queda marcada para el resto de su vida. ¡NO HAY DERECHO! Hay que poner remedio a esta barbarie.

SAN  FELIPE  NERI


“Quien quiera algo que no sea Cristo, no sabe lo que quiere; quien pida algo que no sea Cristo, no sabe lo que pide; quien no trabaje por Cristo, no sabe lo que hace”, decía San Felipe Neri, patrono de educadores y humoristas, así como fundador del Oratorio en Roma.
San Felipe Neri nació en Florencia (Italia) en 1515. Muy pronto quedó huérfano de madre, pero la segunda esposa de su padre fue para él y sus hermanos una verdadera mamá.
A los 17 años fue enviado a San Germano para que aprendiera de negocios y tuvo una experiencia mística que el Santo llamaría su “conversión”. Se fue a Roma sin dinero y sin proyecto alguno confiando en la Divina Providencia.
Obtuvo trabajo educando a los hijos de un aduanero florentino, quienes se portaban muy bien con la dirección de Felipe. En sus ratos libres se dedicaba a la oración. Más adelante realizó estudios de filosofía y teología, pero cuando se le abría una brillante carrera, abandonó los estudios y se entregó al apostolado.
En la Víspera de Pentecostés de 1544 pedía en oración los dones del Espíritu Santo cuando del cielo bajó un globo de fuego que se dilató en su pecho. San Felipe cayó al suelo pidiendo al Señor que se detenga, pero cuando recuperó plenamente la conciencia, tenía un bulto en el pecho del tamaño de un puño, que jamás le causó dolor.
Más adelante fundó la Cofradía de la Santísima Trinidad, conocida como la cofradía de los pobres. Fue ordenado sacerdote y ejerció el apostolado del confesionario varias horas al día. Con frecuencia caía en éxtasis en Misa y algunos llegaron a verlo levitando.
Organizó las conversaciones espirituales que solía terminar con la visita al Santísimo. El pueblo los llamaba los “oratorianos” porque se tocaba la campana para llamar a los fieles a rezar en su oratorio. Como quería irse de misionero a la India, San Juan Evangelista se le apareció y le dijo que su misión estaba en Roma.
Posteriormente inició la Congregación del Oratorio. La Virgen se le apareció y lo curó de una enfermedad de la vesícula. El Santo además tenía el don de la curación, de leer los pensamientos y de la profecía.
Al final de su vida, el 25 de mayo de 1595, día del Corpus Christi, San Felipe Neri estaba desbordante de alegría y no se le había visto tan bien en los últimos años. Confesó durante todo el día y recibió a los visitantes. Hacia la medianoche sufrió un ataque agudo y partió a la Casa del Padre.
San Felipe decía: “¿Oh Señor que eres tan adorable y me has mandado a amarte, por qué me diste tan solo un corazón y este tan pequeño?” Tras la autopsia, se reveló que el Santo tenía dos costillas rotas y que estaban arqueadas para dejar más sitio al corazón. Sus restos reposan en la Iglesia de Santa María en Vallicela.

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