jueves, 23 de septiembre de 2021

Párate un momento: El Evangelio del dia 25 - DE SEPTIEMBRE – SÁBADO – 25ª – SEMANA DEL T. O. – B – Beato Marcos Criado, misionero en La Alpujarra

 

 


25 - DE SEPTIEMBRE – SÁBADO –

25ª – SEMANA DEL T. O. – B –

Beato Marcos Criado,

misionero en La Alpujarra

 

    Lectura de la profecía de Zacarías (2,5-9.14-15a):

 

Alcé la vista y vi a un hombre con un cordel de medir. Pregunté:

«¿Adónde vas?»

Me contestó:

«A medir Jerusalén, para comprobar su anchura y longitud.»

Entonces se adelantó el ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro, diciéndole:

«Corre a decirle a aquel muchacho: "Por la multitud de hombres y ganado que habrá, Jerusalén será ciudad abierta; yo la rodearé como muralla de fuego y mi gloria estará en medio de ella –oráculo del Señor–."»

«Alégrate y goza, hija de Sión, que yo vengo a habitar dentro de ti –oráculo del Señor–. Aquel día se unirán al Señor muchos pueblos, y serán pueblo mío, y habitaré en medio de ti.»

 

Palabra de Dios

 

Salmo: Jr 31,10.11-12ab.13

 

    R/. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño

 

Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, anunciadla en las islas remotas:

«El que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como un pastor a su rebaño.» R/.

   

«Porque el Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte.»

Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión, afluirán hacia los bienes del Señor. R/.

 

Entonces se alegrará la doncella en la danza,

gozarán los jóvenes y los viejos;

convertiré su tristeza en gozo,

los alegraré y aliviaré sus penas. R/.

 

    Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,43b-45):

 

En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:

«Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres.»

Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

                                                      

Palabra del Señor

 

1.  La fuerza temible de este relato está en el significado del verbo parad! mi, que, concretamente en Lucas, aparece con frecuencia relacionado con Pasión: entrega del Hijo del Hombre (Lc 9, 44; 18,32; 22, 22; 24, 7), entrega traición) por Judas (22, 4. 6. 21 s. 48), por Pilato (23, 25) y por las autoridades judías (20, 20; 24, 20) (W. Popkes). El contraste es patente: cuando Jesús está en el culmen de su éxito popular y goza de la admiración general, precisamente entonces Jesús insiste de nuevo en que lo van a entregar en manos de los hombres.    Lo que claramente se refiere, en el lenguaje de Lucas, a la pasión muerte.

El evangelio recalca, por tanto, que el Jesús admirado por todos va a ser el Jesús traicionado y rechazado con infamia.

 

2.  La reacción de los discípulos es comprensible, si la cosa se mira desde

punto de vista de lo que humanamente alcanzamos los mortales: "no entendían semejante lenguaje", "les resultaba oscuro", para ellos, "no tenía sentido.

Es más, "les daba miedo preguntarle". Y es que lo de Jesús, tal como sucedió y

acabó, no cabe en cabeza humana: el Salvador salva fracasando.

- ¿Qué sentido puede tener eso?

 

3.  El que triunfa y vence, inevitablemente hace eso dominando o humillando a alguien, a quien sea. Así, es posible que salve a alguien o a algunos. Pero cierto como eso es que condena y frustra a otros.

Por lo demás, nunca debemos olvidar que todo el que sube y se impone, por eso mismo divide, genera dolor y sufrimiento. Jesús no quiso hacer nada de eso.

Jesús enseño a la humanidad que la solución a los muchos problemas que nos angustian no podemos ver su solución "desde arriba" (el triunfo), sino "desde abajo (poniéndose donde están los últimos). De forma que todo el que hace eso, eso mismo, y por eso solo, une a los demás y saca de cada cual lo mejor que llevamos en las entrañas.

Ante el dolor, la debilidad, el sufrimiento, insignificancia de un niño o un enfermo, todos nos humanizamos. Por ahí va la solución.  

Porque cuando, en un ser “humano”, todo se queda destrozado, ¿qué queda? Su "humanidad".  

Ahí, en eso, está la salvación: en nuestra humanización.

 

Beato Marcos Criado,

misionero en La Alpujarra


 

Presbítero Trinitario y Mártir

Martirologio Romano: En la sierra de las Alpujarras, cerca de la ciudad de Granada, beato Marcos Criado, presbítero de la Orden de la Santísima Trinidad, para la redención de cautivos, y mártir, víctima de los moriscos (1569).


    Fue un valiente misionero declarado Beato por dejarse hasta su vida como misionero anunciando la Palabra, la de Cristo, la de la vida, sin más medio ni arma que la palabra. Tan potente fue esta arma que suscitó la fe en unos y en otros el rechazo. Como respuesta encontró la violencia, y hostilidad hasta la muerte. Pero la violencia venció, y la Palabra convenció. La fe y su testimonio siguen vivos.  

    Inicios y vocación Este trinitario nació en La Higuera, lugar cercano, Andújar, y una fecha lejana, en 1522. Como es natural tenía una gran devoción a la Virgen de la Cabeza. De hecho, pierde a su madre siendo niño y ante este dolor acude a su madre del cielo, a la Virgen de la Cabeza. A ella le hablaría de su soledad y de ella sentiría su abrazo de madre, que siempre está ahí, atenta a sus hijos. Marcos, aquel día se encomendó a la madre de Dios y madre nuestra y se consagró a ella.

    Años más tarde, aún muy joven pide entrar en la comunidad de Trinitarios de su ciudad, quizá como respuesta a su consagración de niño. Tras un año de noviciado realizó su profesión religiosa como trinitario. Después realizó los estudios teológicos hasta que fue ordenado sacerdote.

    El trinitario de la Palabra. La lectura del Evangelio y de los libros de teología le hacían escuchar la Palabra de Jesús que lo llamaba a seguirlo dejándolo todo en pobreza, obediencia y castidad. Aquellas palabras le hicieron encontrarse con la Palabra hecha carne en la realidad y el sufrimiento humano. También él quería anunciar la palabra de vida y esperanza. Marcos destacó por ser un gran predicador, de hecho, pasó por diversas comunidades Andújar, Ronda, Jaén y finalmente Úbeda- con el ministerio de predicador mayor. También en el confesionario su palabra trasmitía la acogida y el perdón de Dios Padre, destacando como confesor.

      Misión.

    Marcos leía la Biblia y meditaba sobre la obediencia de Jesús a la voluntad del Padre. Se encontraba en la comunidad de Úbeda. Aquella tarde tenían capítulo, el Ministro Local lo había convocado de forma extraordinaria, le intrigaba pensar que nuevas tenía que comunicarles. Tras una oración comenzaron la reunión, en el orden del día sólo un punto. Los Obispos de Guadix y Almería pedían a los trinitarios tres o cuatro misioneros para afianzar la fe de los moriscos en la zona de las Alpujarras. La mayoría de los moriscos se habían bautizado para evitar ser expulsados y sólo habían recibido una superficial evangelización. Los obispos querían consolidar la fe de aquellos pueblos apartados y aislados por la abrupta Sierra Nevada. Junto a las palabras de los obispos el provincial añadió que esta empresa se equiparaba a la redención de cautivos, por la redención de almas. Al pedir voluntarios llenos de Espíritu se ofrecen el P. Pedro de San Martin y el P. Marcos Criado. Era el momento de encarnar la Palabra.

    Como los apóstoles, de dos en dos, parten nuestros hermanos. Pedro iría a Almería, mientras que Marcos a Guadix. Repentinamente el P. Pedro enferma y tras varios días muere. Marcos se encuentra sólo en su misión, pero de nuevo siente como la Virgen de la Cabeza, le dice que está con él, y que le acompaña en su encomienda. Tras presidir el funeral se pone en camino, había sido nombrado vicario del párroco de la Peza (Granada).

      Misionero en las Alpujarras. Desde la Peza va visitando los distintos pueblos de la Alpujarra. Sus dotes de predicador movilizaban a los cristianos y sus palabras en el confesionario trasmitían el amor de Dios. Lo mismo impartía catequesis a los niños en la calle que visitaba a enfermos. Su fama corrió por la sierra, las autoridades civiles y religiosas le facilitaban su trabajo y le pedían a los vecinos que lo acogiesen como a un apóstol. Sin embargo, esta fama también le ganó detractores, en la Peza recibe una paliza para que deje su actividad. Un clima de hostilidad se levantaba contra los cristianos, Marcos recibe una nueva paliza en la sierra de Filabres, lo dan por muerto, pero sorprendentemente se recupera. Algunos pueblos cristianos son arrasados y profanados sus templos.

      Palabra contra violencia. Nuestro misionero sufre en este contexto de confrontación por lo que decide hablar con Abencotha, líder de los moriscos. Le pide que respete y deje tranquilos a los cristianos y lo invita a cambiar de actitud en nombre de Jesús. Tan insultante le pareció a Abencotha el encuentro que a las palabras responde con violencia. Lo prenden con una soga y lo atan a un caballo arrastrándolo por abruptos caminos. Lo abandonaron como muerto.

      De nuevo se recupera y continúa su misión, predicando, visitando a los cristianos acosados. Sus milagrosas recuperaciones, su fidelidad a su misión, y predicaciones producen conversiones, hasta de renegados de la fe; al mismo tiempo que la persecución se hace más hostil contra los cristianos. Son asesinados los primeros sacerdotes en Vera y Marcos estando en Cadiar se ve obligado a huir para evitar su muerte.

      Vuelve a la Peza.

      Las autoridades civiles publican el Edicto del Primero de Mayo para reprimir a los moriscos. Este documento consigue el efecto contrario, los moriscos se quieren vengar de la opresión y obligaciones impuestas por el edicto atacando a la población cristiana. En la noche de Navidad de 1568 comienza el levantamiento de las Alpujarras. Aben Humeya capitanea una revuelta contra los critianos que irá recorriendo todos los pueblos de la zona, acabando con sacerdotes y cristianos. Año y medio más tarde llegan a la Peza atemorizando a la comunidad cristiana que se refugia en el castillo, junto a sus pastores. El párroco que increpó a los agresores encontró allí su muerte. El P. Marcos celebró sus funerales y desde aquel momento se instala en la Iglesia presintiendo su fin violento. El 22 de septiembre de 1569 tras celebrar la Eucaristía se dirigió a los fieles manifestando su deseo de dar la vida por Cristo.

      ¿Vence la violencia?

      De repente un grupo de moriscos entra violentamente en el templo, les habla, pero la respuesta es violencia sorda. Los fanáticos lo sacan a golpes y puntapiés y lo llevan hasta a las afueras del pueblo. Allí un grupo mayor le esperaba. Le torturaron para que renegara de Cristo, y de su boca ensangrentada emergió una clara palabra: - ¡Jamás! Entre golpes e insultos lo amarraron a una encina con los pies al aire, esperando contemplar su agonía y muerte. El día 23 aún estaba vivo y de repente comenzó a cantar salmos, palabras de confianza, de perdón, de alabanza, por lo que apedrearon hasta que ellos creían que estaba muerto. El 24 comprobaron que aún vivía, intentaba balbucear alguna palabra. Aquel día murió, o nació a la vida definitiva. Permaneció en el árbol hasta el 25 y para verificar su muerte un morisco cruel le abrió el pecho y le sacó el corazón.

      Los testigos de aquel macabro espectáculo estaban conmovidos tras tres días de violencia y agonía, aceptada en fidelidad y amor ¿Quién le daba aquella fuerza? Al sacarle el corazón todos los presentes quedaron admirados y cayeron en tierra. En el corazón aparecía estar escrita una palabra: Jesús, el nombre que apasionó aquel corazón y que le hizo dar la vida por amor.

      Triunfo de la Palabra.

      Habían terminado con su vida, pero la palabra triunfó, venció la fe. Todos fueron a anunciar el hecho prodigioso, los cristianos recogieron el cuerpo y el corazón de su mártir. Comenzaron a llamarlo el Santo Marcos. La sangre de los mártires fue semilla de auténticos cristianos y de generación en generación contaban como el Santo Marcos encarnó la Palabra de Dios en el Pueblo de la Peza y fue signo de su amor.

      Debido al culto y veneración que recibió durante siglos en este pueblo y comarca se comienza el proceso de beatificación hasta que en 1899 el Papa León XIII lo elevó a los altares como mártir.

Fuente: Trinijoven.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario