martes, 18 de octubre de 2022

Párate un momento: El Evangelio del dia 20 - DE OCTUBRE – JUEVES – 29 – SEMANA DEL T. O. – C San Honorio abad

 

 


20 - DE OCTUBRE – JUEVES –

29 – SEMANA DEL T. O. – C

San Honorio abad

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (3,14-21):

Doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, pidiéndole que, de los tesoros de su gloria, os conceda por medio de su Espíritu robusteceros en lo profundo de vuestro ser, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todos los santos, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios. Al que puede hacer mucho más sin comparación de lo que pedimos o concebimos, con ese poder que actúa entre nosotros, a él la gloria de la Iglesia y de Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 32,1-2.4-5.11-12.18-19

R/. La misericordia del Señor llena la tierra

Aclamad, justos, al Señor,

que merece la alabanza de los buenos.

Dad gracias al Señor con la cítara,

tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.

Que la palabra del Señor es sincera,

y todas sus acciones son leales;

él ama la justicia y el derecho,

y su misericordia llena la tierra. R/.

Pero el plan del Señor subsiste por siempre,

los proyectos de su corazón, de edad en edad.

Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,

el pueblo que él se escogió como heredad. R/.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,

en los que esperan en su misericordia,

para librar sus vidas de la muerte

y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,49-53):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!

¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz?

No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»

 

Palabra del Señor

 

1.  Jesús utiliza la metáfora del fuego, que en la Biblia es la representación de una teofanía: hablar de fuego es hablar de una manifestación de Dios (Dn 7, 10; Hech 7, 30; Ap 1, 14; 15, 2).

Con esta imagen del fuego, Jesús introduce el tema del bautismo, que, en la teología del evangelio de Lucas, es el "bautismo en el Espíritu y el fuego" (Lc 3, 16; 12, 49 s).

Jesús afirma de esta manera que él es la manifestación de Dios en el mundo. Pero lo manifiesta mediante el bautismo que el mismo Jesús recibió. ¿Cuándo?    ¿Cómo?   En su muerte en la cruz (Mc 10, 39). De ahí la "angustia" de Jesús hasta que llegara ese momento. Por tanto, para Jesús, ser bautizado es ser crucificado, es decir, sufrir y morir por el pueblo (O. Cullmann).

El bautismo es el acto por el que el cristiano asume en la vida el mismo destino que asumió Jesús.

 

2.  Ahora bien, cuando este destino se toma en serio, inevitablemente sobrevienen los conflictos. Por eso Jesús dice que él no ha venido a traer paz, sino división.  ¿Por qué?

Las divisiones y los conflictos se producen por intereses económicos, por ideas políticas, por motivos éticos o por causa de las creencias religiosas. Jesús se refiere a algo mucho más profundo y decisivo en la vida: cuando una persona asume en la vida el mismo destino que asumió Jesús, ponerse de parte de los últimos hasta llegar al enfrentamiento mortal con los poderes políticos y religiosos, esa persona entra en conflicto con su propia familia.  Lo tendrán por loco, como le pasó a Jesús (Mc 3, 21), lo despreciarán como a Jesús (Mc 6, 4), no se fiarán de él, como hicieron con Jesús sus parientes (Jn 7, 5).

Es duro optar en serio por el pueblo. Es dura la condición del cristiano, que, como Jesús, revela a Dios en su opción por los últimos.

Es el destino de todos los que, a lo largo de la historia, han tomado en serio el dolor de los más desamparados de este mundo.

 

3.  En esto consiste la "autoestigmatización" (G. Theissen) que define lo que tiene que ser "la condición cristiana". No es la autodestrucción.

Todo lo contrario: es la condición indispensable para poder alcanzar la bondad plena, que es lo que define el ser cristiano.

Jesús desplazó la religión: la sacó de "lo sagrado" y la puso en "lo laico", en la vida diaria, en la convivencia de todos con todos. Pero eso solo es posible cuando se vive la bondad sin límites.

 

San Honorio abad


 

      Fregenal de la Sierra (Badajoz) remonta sus orígenes hacia el 580 antes de Cristo, cuando la poblaron los celtas de la Lusitania, llamándola Nertóbriga.

Inscripciones romanas confirman la presencia del Nuevo Imperio del Lacio. Fue sede episcopal, que en el reinado de Wamba ya había sido extinguida. Después fue villa de los templarios con su castillo como plaza fuerte y con las encomiendas de Higuera y Bodonal.

Uno de los cuatro santos que figuran en su historia cristiana fue san Honorio, abad. En una lápida hallada en la ermita de San Miguel se lee la siguiente inscripción: "In nomine Domini respicis augustum praeciosa rupe supulcrum. Hospitium Beatissimi Honorii abbatis caelestia tenentis regna. In saecula saeculorum amen. Hic tumullus Honorii abbatis".

Así, sabemos de su vida ejemplar, de sus oraciones y penitencias, del testimonio ante los cristianos de la primera época. Nos queda el deseo de darle a Dios, siguiendo sus pasos, lo mejor de nuestro tiempo.

Fuente: Archidiócesis de Madrid

 

 

 

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