26 - DE
OCTUBRE – MIERCOLES –
30 – SEMANA DEL T. O. – C
San Evaristo papa
Lectura de la carta del
apóstol san Pablo a los Efesios (6,1-9):
Hijos,
obedeced a vuestros padres como el Señor quiere, porque eso es justo.
«Honra a tu padre y a
tu madre» es el primer mandamiento al que se añade una promesa: «Te irá bien y
vivirás largo tiempo en la tierra.»
Padres, vosotros no
exasperéis a vuestros hijos; criadlos educándolos y corrigiéndolos como haría
el Señor.
Esclavos, obedeced a
vuestros amos según la carne con temor y temblor, de todo corazón, como a
Cristo. No por las apariencias, para quedar bien, sino como esclavos de Cristo
que hacen lo que Dios quiere; con toda el alma, de buena gana, como quien sirve
al Señor y no a hombres. Sabed que lo que uno haga de bueno, sea esclavo o
libre se lo pagará el Señor.
Amos, correspondedles
dejándoos de amenazas; sabéis que ellos y vosotros tenéis un amo en el cielo y
que ése no es parcial con nadie.
Palabra de
Dios
Salmo:
144,10-11.12-13ab.13cd-14
R/. El
Señor es fiel a sus palabras
Que
todas tus criaturas te den gracias,
Señor, que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.
Explicando
tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.
El Señor
es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan. R/.
Lectura
del santo evangelio según san Lucas (13,22-30):
En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y
aldeas enseñando.
Uno le
preguntó:
«Señor,
¿serán pocos los que se salven?»
Jesús les
dijo:
«Esforzaos
en entrar por la puerta estrecha.
Os digo que
muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y
cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo:
"Señor,
ábrenos"; y él os replicará: "No sé quiénes sois."
Entonces
comenzaréis a decir:
"Hemos
comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas."
Pero él os
replicará:
"No sé
quiénes sois. Alejaos de mí, malvados."
Entonces será
el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a
todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. Y
vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en
el reino de Dios.
Mirad: hay
últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»
Palabra del Señor
1. Esta
recopilación de sentencias, que hizo Lucas, nos recuerda a todos aquellos y aquellas, que se empeñan en dulcificar el Evangelio, que el
acceso al Reino de Dios está aguardando nuestra
respuesta (F. Bovon).
Desde
otro punto de vista, este conjunto de sentencias, que Lucas atribuye a Jesús,
no es posible saber si todas provienen del mismo Jesús, ni menos aún si todas
ellas fueron dichas de esta manera y en este orden.
Se puede
decir que lo más probable es que aquí nos encontremos con una amalgama de
materiales heterogéneos (R. Bultmann). En cualquier caso, este
discurso, tal como aquí se nos presenta, es una composición organizada por el
evangelista Lucas (J. A. Fitzmyer).
Esto
supuesto, ¿qué es lo que aquí nos dice el Evangelio?
2. La
pregunta, que le hacen a Jesús sobre la salvación, expresa una creencia bastante común y extendida en el judaísmo de aquel tiempo: "Todo
israelita, por el hecho de serlo, entrará a formar parte del mundo futuro"
(San, 10, 1).
Esto
supuesto, era lógico preguntar: ¿cuál es la relación del conjunto de la humanidad con relación a este "Reino" que predica Jesús?
(Fitzmyer).
La respuesta
de Jesús da que pensar. Porque viene a decir que muchos de los que creen que
ellos son los predilectos, se van a encontrar con que a ellos se les da con la
puerta en las narices. Y mientras tanto, verán cómo, de los cuatro puntos
cardinales, es decir, de todo el mundo, de los paganos y de las gentes de todas
las culturas y tradiciones religiosas, vendrán los que se van a sentar en el
banquete del Reino.
Ahora bien,
todo esto entraña una consecuencia muy seria: la pertenencia al
Reinado de Dios no depende de la pertenencia a una determinada religión, sino
de la honestidad y coherencia de cada ser humano.
3. Es
una desgracia importante tener el convencimiento de que uno pertenece a un
grupo de selectos, de elegidos, de "predilectos" de Dios sobre los
demás.
Estos
sentimientos, bajos y torpes, son un engaño serio en la vida. Y un engaño
peligroso. Porque todo eso no sirve sino para producir falsas
seguridades. Y generar posturas de inconsciente desprecio hacia los demás,
hacia los que no pertenecen al grupo de los
selectos. Además, así se crean divisiones y hasta enfrentamientos.
Por otra
parte, todo eso no sirve sino para acrecentar el amor propio, un orgullo mal
disimulado, y un sentimiento de superioridad que nunca tiene buenas
consecuencias.
En suma,
coloca al individuo en los antípodas del Evangelio.
San Evaristo papa
Judío de origen griego, pastoreó la iglesia sucediendo al papa Anacleto.
Fue humilde y docto en la predicación y defendió la fe de los errores
gnósticos.
Vida de San Evaristo papa
Nació por los años 60, de una familia judía asentada en tierras griegas.
Recibió educación judía y aprendió en los liceos helénicos.
No se conocen datos de su conversión al cristianismo, pero se le ve ya en
Roma como uno de los presbíteros muy estimados por los fieles que, lleno de
celo, eleva el nivel de la comunidad de cristianos de la ciudad, entregándose
por completo a mostrarle a Jesucristo. Amplio conocedor de la Sagrada
Escritura, es docto en la predicación y humilde en el servicio.
Muerto mártir el Papa Anacleto, sucesor de Clemente, la atención se fija en
Evaristo. Por humildad se resistió con todas las fuerzas posibles a asumir la
dignidad que comportaba tan alto servicio. El día 27 de Julio del año 108 tuvo
la Iglesia por Papa a Evaristo.
Atendió cuidadosamente las necesidades del rebaño: Defiende la verdadera fe
contra los errores gnósticos. Establece normas que afectan a la consagración y
trabajo pastoral de los Obispos y de los diáconos. Manda la celebración pública
de los matrimonios. Se ocupa de la vida de los fieles, esbozándose ya una
cierta administración territorial, para su mejor atención y gobierno. También
escribió cartas a los fieles de Africa y de Egipto.
Murió mártir, siendo Trajano emperador, hacia el 117.
(Fuente: catholic.net)
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