domingo, 5 de febrero de 2023

Párate un momento: El Evangelio del dia 7 – DE FEBRERO – MARTES – 5ª SEMANA DEL T. O. – A San Ricardo rey

 

 


7 – DE FEBRERO – MARTES –

5ª SEMANA DEL T. O. – A  

San Ricardo rey

 

     Lectura del libro del Génesis (1,20–2,4a):

 

DIJO Dios:

«Bullan las aguas de seres vivientes, y vuelen los pájaros sobre la tierra frente al firmamento del cielo».

Y creó Dios los grandes cetáceos y los seres vivientes que se deslizan y que las aguas fueron produciendo según sus especies, y las aves aladas según sus especies.

Y vio Dios que era bueno.

Luego los bendijo Dios, diciendo:

«Sed fecundos y multiplicaos, llenad las aguas del mar; y que las aves se multipliquen en la tierra».

Pasó una tarde, pasó una mañana: el día quinto.

Dijo Dios:

«Produzca la tierra seres vivientes según sus especies: ganados, reptiles y fieras según sus especies».

Y así fue.

E hizo Dios las fieras según sus especies, los ganados según sus especies y los reptiles según sus especies.

Y vio Dios que era bueno.

Dijo Dios:

«Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los ganados y los reptiles de la tierra».

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó.

Dios los bendijo; y les dijo Dios:

«Sed fecundos y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven sobre la tierra».

Y dijo Dios:

«Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la superficie de la tierra y todos los árboles frutales que engendran semilla: os servirán de alimento. Y la hierba verde servirá de alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra y a todo ser que respira».

Y así fue.

Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno.

Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto.

Así quedaron concluidos el cielo, la tierra y todo el universo.

Y habiendo concluido el día séptimo la obra que había hecho, descansó el día séptimo de toda la obra que había hecho.

Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró, porque en él descansó de toda la obra que Dios había hecho cuando creó.

Esta es la historia del cielo y de la tierra cuando fueron creados.

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 8,4-5.6-7.8-9

 Señor, dueño nuestro,

¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

 

 Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,

la luna y las estrellas que has creado,

¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,

el ser humano, para mirar por él? R/.

 

    Lo hiciste poco inferior a los ángeles,

lo coronaste de gloria y dignidad;

le diste el mando sobre las obras de tus manos.

Todo lo sometiste bajo sus pies. R/.

    Rebaños de ovejas y toros,

y hasta las bestias del campo,

las aves del cielo, los peces del mar,

que trazan sendas por el mar. R/.

 

     Lectura del santo evangelio según san Marcos (7,1-13):

EN aquel tiempo, se reunieron junto a Jesús los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén; y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Pues los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y al volver de la plaza no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas).

Y los fariseos y los escribas le preguntaron:

«Por qué no caminan tus discípulos según las tradiciones de los mayores y comen el pan con manos impuras?».

Él les contestó:

«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito:

“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.

El culto que me dan está vacío,

porque la doctrina que enseñan

son preceptos humanos”.

Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres».

Y añadió:

«Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición. Moisés dijo: “Honra a tu padre y a tu madre” y “el que maldiga a su padre o a su madre es reo de muerte”. Pero vosotros decís: “Si uno le dice al padre o a la madre: los bienes con que podría ayudarte son ‘corbán’, es decir, ofrenda sagrada”, ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre; invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os transmitís; y hacéis otras muchas cosas semejantes».

 

Palabra del Señor

 

1.   Jesús modificó radicalmente la religión. No la centró en los rituales, como suelen hacer casi todas las religiones que se conocen.  Jesús puso el centro de la religión en la vida. Sobre todo, en el comportamiento que cada uno tiene en su vida. Los rituales son acciones convencionales, que se repiten siempre lo mismo y a los que se les atribuye un efecto de salvación, en el caso de los rituales religiosos. Las personas religiosas piensan que, si se santiguan, si van a rezar ante una imagen, si se ponen de rodillas, si van a misa, si van a la cofradía, etc. con eso se salvan o así encuentran a Dios.

  

2.   Esto es lo que critica este evangelio. Los judíos se aferraban a sus rituales religiosos. Jesús nunca los observó. A Jesús no le importaba la "observancia de los ritos". Lo que le importaba era "el bien de las personas". Por eso, Jesús les echa en cara a los fariseos que, sirviéndose del respeto al templo, le metían en la cabeza a la gente sencilla que era más importante dar sus ahorros para el culto sagrado, que cuidar de sus padres ancianos que, en aquellos tiempos, no tenían pensiones de jubilados ni ninguna otra seguridad económica.

 

3.  Lo importante en la vida es que seamos buenas personas, que nos portemos siempre bien con los demás, que reconozcamos nuestros fallos y nuestras contradicciones, que ayudemos siempre a quien lo necesita, que seamos responsables en el trabajo o en la profesión. Esto es lo que importa. Y en esto consiste la clave del cristianismo. Por esto, en estos tiempos de crisis, es un escándalo que la Iglesia no renuncie a sus privilegios fiscales y a los millones que recibe del Estado. Los obispos hacen esto, justificando su conducta en el bien que la religión hace. Lo hace con sus obras de caridad.  Pero no lo hace costeando el lujo, la ostentación y la vanidad de los clérigos.

 

San Ricardo rey

 



 

En Luca, de la Toscana, san Ricardo Rey, padre de los santos Willibaldo y Waldburgis, el cual, peregrinando junto con sus hijos desde Inglaterra a Roma, falleció durante el camino (c. 720).

 

Era una familia de Wessex, compuesta del padre, cuyo nombre no se menciona, y sus hijos Wilibaldo y Winebaldo. Hicieron la travesía por el Sena, desembocaron en Rouen visitaron varios santuarios franceses y salieron para Roma. Pero en Lucca el padre murió y fue sepultado en la iglesia de san Frediano. Se registraron milagros en su tumba, donde están todavía sus reliquias y donde se observa su fiesta con devoción.

Su hijo Wilibaldo se unió más tarde a san Bonifacio y llegó a ser el primer obispo de Eichstätt en Baviera. Los detalles anteriores los debemos a un documento llamado el «Hodoeporicon», escrito por una de sus parientes, monja de Heidenheim, quien anotó los recuerdos que tenía sobre la vida del santo, tal como él se las relató de palabra. Dicho documento es la fuente de todo lo que sabemos del padre de san Wilibaldo y san Winebaldo y su hermana santa Walburga: pero esto no era suficiente para los fieles de Lucca y de Eichstátt, que tanto veneraban al santo varón. Entonces le inventaron un nombre «Ricardo», una vida y una posición: «rey de los ingleses». En realidad en Inglaterra no hubo ningún rey Ricardo antes de Corazón de León, y nada se sabe de la condición del padre de Wilibaldo, excepto que tenía buena posición social, pues podía costear viajes de larga duración. Sin embargo, en el Martirologio Romano antiguo se inscribía como «sanctus Richardus rex Anglorum», aunque en el actual se ha retirado esa caracterización de «rey de los ingleses», que sólo permanece en la iconografía del santo. Lo poco que sabemos acerca de él queda compensado por los amplios informes dignos de confianza sobre sus hijos.

 

 

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