domingo, 12 de febrero de 2023

Párate un momento: El Evangelio del dia 14 – DE FEBRERO – MARTES – 6ª SEMANA DEL T. O. – A FIESTA: Santos Cirilo, monje, y Metodio, obispo

 

 


14 – DE FEBRERO – MARTES –

6ª SEMANA DEL T. O. – A  

FIESTA: Santos Cirilo, monje, y Metodio, obispo

 

    Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (13,46-49):

 

En aquellos días, Pablo y Bernabé dijeron a los judíos:

«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles.

Así nos lo ha mandado el Señor:

"Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra."»

Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron. La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región.

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 116,1.2

 

R/. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio

 

Alabad al Señor, todas las naciones,

aclamadlo, todos los pueblos. R/.

 

Firme es su misericordia con nosotros,

su fidelidad dura por siempre. R/.

 

    Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,1-9):

 

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.

Y les decía:

«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.

¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos.

No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino.

Cuando entréis en una casa, decid primero:

"Paz a esta casa."

Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.

Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa.

Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid:

"Está cerca de vosotros el reino de Dios."»

 

Palabra del Señor

 

1.- Mientras el mundo comercial celebra a San Valentín (sin saber quizá nada de dicho santo; hay varios con ese nombre), nosotros recordamos a dos grandes evangelizadores que sembraron la fe cristiana en la Europa oriental y cuya herencia se encuentra hoy principalmente en las Iglesias ortodoxas, aunque también en las católicas de rito bizantino.

El papa Juan Pablo II declaró a los santos Cirilo y Metodio Patronos de Europa, subrayando así la pluralidad de ritos de nuestro continente, con su célebre expresión de que la Iglesia tiene que respirar con los dos pulmones: el oriental y el occidental. Es una invitación al enriquecimiento de nuestra espiritualidad, a la misión y al ecumenismo. Muchas de las Iglesias herederas de estos santos han sufrido en el silgo XX dura persecución y martirio bajo los regímenes comunistas. Se merecen especial veneración.

 

2.- Las lecturas litúrgicas son de orientación misionera. El libro de los Hechos nos presenta un gran avance de la fe cristiana, que no estaba destinada solo a los judíos, la etnia de Jesús, sino a todo el mundo. Los paganos, que estaban “sin esperanza y sin Dios en este mundo” (Ef 2,12), se alegran inmensamente de que les llega la luz de la fe. Esto nos hace mirar a nuestro tiempo: la Iglesia crece constantemente, pero casi 5000 millones de seres humanos no han oído todavía hablar de Jesús.

El evangelio nos recuerda que Jesús, ya en su tiempo, deseó realizar la misión contando con colaboradores, aquel grupo de seguidores que son prefiguración de toda la Iglesia que surgirá después. A los enviados les predice persecuciones (“en medio de lobos”); ¡cuánto entienden de esto los pueblos evangelizados por Cirilo y Metodio!

 

3.- El mensaje no puede ser otro que el de la paz. Si el evangelio no deja paz en los corazones, es señal de que el mensajero se ha equivocado en la exposición.

Desgraciadamente abundaron en otra época predicadores de amenaza y amedrentamiento; con cierta admiración, y diferenciándole de otros de su tiempo, decía de la predicación del P. Claret el filósofo Balmes: “nada de terror, suavidad en todo”.

“Evangelio” es palabra griega que significa “anuncio agradable”; desnaturalizarlo sería un gran pecado. El mismo pasaje que hemos leído le da como contenido la cercanía del “Reino de Dios”; y, cuando Dios reina, el hombre disfruta de paz, de plenitud, está feliz.

Jesús quiere, además, que el mensajero lleve el evangelio como incorporado a su atuendo, o simbolizado por su vida. Sería contradictorio que el que anuncia al Dios providente anduviese ansioso por llenar sus alforjas y talegas. Otra versión lucana del discurso (Lc 9) prohíbe además al enviado llevar bastón: mensajero de la paz, será más convincentes si viaja indefenso. Y no puede perder el tiempo en los ceremoniosos saludos judíos a los transeúntes (“no saludéis por el camino”), pues retardaría lo que urge transmitir; el mensaje es tan importante que su entrega no admite dilación.

Finalmente, el evangelizador debe cultivar la cercanía cordial con el receptor de su anuncio, la cual se manifiesta en comer a una misma mesa. Hermoso programa para evangelizadores de hoy.

 

Santos Cirilo, monje, y Metodio, obispo

 


 

Patronos de Europa

Fiesta de los santos Cirilo, monje, y Metodio, obispo, hermanos nacidos en Tesalónica, que fueron enviados a Moravia por el obispo Focio de Constantinopla para predicar la fe cristiana, y allí inventaron signos propios para traducir del griego a la lengua eslava los libros sagrados.

En un viaje que hicieron a Roma, Cirilo, que antes se llamaba Constantino, enfermó y, habiendo profesado como monje, descansó en el Señor en este día († 869).

Metodio, constituido obispo de Sirmium por el papa Adriano II, evangelizó toda la región de Panonia, y en todas las dificultades que tuvo que soportar fue siempre ayudado por los Pontífices Romanos, recibiendo finalmente el premio por sus trabajos en la ciudad de Velherad, en Moravia, el día 6 de abril († 885).

 

Eran dos hermanos. En el mundo se llamaban Constantino y Miguel. Recibieron sus nombres de Cirilo y Metodio al entrar a la vida religiosa. Son los dos grandes apóstoles de los países eslavos, como, por ejemplo: Yugoslavia, Checoslovaquia, Bulgaria, Serbia, Croacia, etc. Nacieron en Tesalónica, Grecia. Su padre era un importante funcionario gubernamental. En su ciudad se hablaban varios idiomas, y entre ellos el eslavo. Fueron siete hermanos. Metodio era el mayor y Cirilo el menor de todos.

Cirilo y Metodio ejercieron su misión evangelizadora en el imperio de la Gran Moravia. Este Estado surgió a comienzos del siglo noveno. Su centro se hallaba en Moravia, en la actualidad parte oriental de la República Checa. También pertenecían a la Gran Moravia territorios eslovacos y su influencia se extendía hasta Bohemia.

En la Gran Moravia propagaban el cristianismo misioneros de Italia Septentrional y principalmente de la vecina Baviera. A mediados del siglo noveno Moravia ya era cristiana, más el príncipe Rostislav, deseando obtener plena independencia con respecto al imperio franco oriental - la posterior Alemania-, solicitó al emperador de Bizancio, Miguel III, de Constantinopla, el envío de sacerdotes cultos que afianzasen el cristianismo en la Gran Moravia y estableciesen una organización eclesiástica independiente de Baviera. El emperador de Bizancio encargó la misión a dos cultos hermanos, Cirilo y Metodio, oriundos de Salónica, que dominaban la lengua eslava.

Cirilo y Metodio llegaron al imperio de la Gran Moravia en el año 863 y desarrollaron aquí una extraordinaria labor religiosa y cultural. Los hermanos Cirilo y Metodio nacieron en el seno de una familia griega radicada en Salónica. Cirilo cuya labor misionera en la Gran Moravia se extendiera durante cuatro años, aportó grande y fundamentalmente la cultura granmorava, así, por ejemplo, el alfabeto compuesto de 38 letras, el que reflejaba la gran riqueza sonora del eslavo antiguo. La escritura eslava de Cirilo recibió el nombre de glagólica.

       Cirilo es también el fundador de la literatura eslava. Elaborada la escritura eslava, de inmediato se enfrascó en la traducción de libros religiosos al eslavo antiguo. El primer libro traducido por Cirilo fue el evangeliario, elemento indispensable para celebrar las misas y para la catequesis. Con ayuda de sus discípulos vertió al eslavo antiguo también el misal, el epistolario y otros libros litúrgicos.

Al concluir en Moravia la traducción de los cuatro evangelios, Cirilo escribió el prólogo de esta obra, llamado Proglas. Se trata de una composición poética, escrita en versos, según los cánones griegos, considerada una obra fundamental de la literatura eslava.

Terminados sus cuatro años misioneros en la Gran Moravia, Cirilo viajó a Roma e ingresó en un convento de monjes griegos. Falleció a los 50 días de su estancia en la Ciudad Eterna, el 14 de febrero del 869. Al morir, el primer educador y maestro de los eslavos tenía tan sólo 42 años.

Metodio, hermano de Cirilo y colaborador en la misión en la Gran Moravia, nació alrededor del año 815, también en Salónica. El padre lo destinó a la carrera militar para la cual Metodio tenía notables dotes.

Disgustado por violentos sucesos en la corte bizantina, Metodio renunció al puesto de comandante militar e ingresó en un convento ubicado al pie del Olimpo. Metodio se desempeñó como archidiácono del templo de Hagia Sofia, de Constantinopla, y como profesor de filosofía. Metodio fue el arzobispo metropolitano de los granmoravos, aunque no siempre encontró la comprensión y el respaldo del príncipe de la Gran Moravia, Svatopluk.

Bajo la dirección de Metodio se desarrolló la escuela literaria morava de la cual salieron las traducciones al eslavo antiguo de todos los libros del Viejo y del Nuevo Testamento. La traducción de las Sagradas Escrituras fue realizada en la Gran Moravia en ocho meses. Metodio la dictó a los escribanos que utilizaban una especie de taquigrafía.

San Metodio murió el 6 de abril del año 885 y fue enterrado en su templo metropolitano en Moravia. La tradición sitúa el lugar de su sepultura en Velehrad, Moravia del Sur. Sin embargo, el desmoronamiento del imperio de la Gran Moravia como consecuencia de las incursiones de los magiares ocasionó la destrucción de los asentamientos.

 

 

 

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