11 – DE
FEBRERO – SÁBADO –
5ª
SEMANA DEL T. O. – A
Bienaventurada Virgen María de Lourdes
Lectura del libro del Génesis (3,9-24):
El Señor Dios llamó al hombre y le dijo:
«Dónde estás?».
Él contestó:
«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo,
porque estaba desnudo, y me escondí».
El Señor Dios le replicó:
«Quién te informó de que estabas
desnudo?, ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».
Adán respondió:
«La mujer que me diste como compañera me
ofreció del fruto y comí».
El Señor Dios dijo a la mujer:
«¿Qué has hecho?».
La mujer respondió:
«La serpiente me sedujo y comí».
El Señor Dios dijo a la serpiente:
«Por haber hecho eso, maldita tú entre
todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás
polvo toda tu vida; pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia
y su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el
talón».
A la mujer le dijo:
«Mucho te haré sufrir en tu preñez,
parirás hijos con dolor, tendrás ansia de tu marido, y él te dominará».
A Adán le dijo:
«Por haber hecho caso a tu mujer y haber
comido del árbol del que te prohibí, maldito el suelo por tu culpa: comerás de
él con fatiga mientras vivas; brotará para ti cardos y espinas, y comerás hierba
del campo. Comerás el pan con sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la
tierra, porque de ella fuiste sacado; pues eres polvo y al polvo volverás».
Adán llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
El Señor Dios hizo túnicas de piel para
Adán y su mujer, y los vistió.
Y el Señor Dios dijo:
«He aquí que el hombre se ha hecho como
uno de nosotros en el conocimiento del bien y el mal; no vaya ahora a alargar
su mano y tome también del árbol de la vida, coma de él y viva para siempre».
El Señor Dios lo expulsó del jardín de
Edén, para que labrase el suelo de donde había sido tomado.
Echó al hombre, y a oriente del jardín
de Edén colocó a los querubines y una espada llameante que brillaba, para
cerrar el camino del árbol de la vida.
Palabra de Dios
Salmo: 89,2.3-4.5-6.12-13
R/. Señor, tú has sido nuestro refugio de
generación en generación
V/. Antes que naciesen los
montes
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios. R/.
V/. Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia son un ayer que pasó;
una vela nocturna. R/.
V/. Si tú los retiras
son como un sueño,
como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca. R/.
V/. Enséñanos a calcular
nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos. R/.
Lectura del santo Evangelio San Marcos
(8,1-10):
Por aquellos días, como de nuevo se había
reunido mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les
dijo:
«Siento compasión de la gente, porque
llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, y si los despido a sus casas
en ayunas, van a desfallecer por el camino. Además, algunos han venido desde
lejos».
Le replicaron sus discípulos:
«¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí,
en despoblado, para saciar a tantos?».
Él les preguntó:
«¿Cuántos panes tenéis?».
Ellos contestaron:
«Siete».
Mandó que la gente se sentara en el
suelo y tomando los siete panes, dijo la acción de gracias, los partió y los
fue dando a sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la
gente.
Tenían también unos cuantos peces; y
Jesús pronunció sobre ellos la bendición, y mandó que los sirvieran también.
La gente comió hasta quedar saciada y de
los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil y los
despidió; y enseguida montó en la barca con sus discípulos y se fue a la región
de Dalmanuta.
Palabra del Señor
1.
La multiplicación de los panes es el hecho de la vida de Jesús que más veces se
repite, no solo en los evangelios, sino incluso en toda la Biblia. Porque se repite seis veces (Mc 6, 30-44; Mt 14, 15-23; Lc 9, 12-17; Jn 6, 1-5; Mc
8, 1-11; Mt 15, 32-39).
Como se puede
leer en los pasajes citados, hay una primera multiplicación de panes que
relatan los cuatro evangelios. Y una segunda que se relata solamente en Mateo y
Marcos. Se ha discutido si la segunda multiplicación de panes es un duplicado,
que no pasa de ser una mera repetición del primer relato de la comida
multiplicada por Jesús. No lo podremos saber nunca con seguridad.
Sea lo que sea de esto, lo que interesa es que debió impresionar mucho a las
primeras comunidades de cristianos. Por eso lo recordaron más que ninguna de
las otras cosas que hizo y dijo Jesús.
La salud y la
comida son las dos cosas que más nos preocupan a todos los humanos.
Por eso, estas dos cosas fueron las que más atendió Jesús.
2.
Debió impresionar mucho a aquellas gentes el hecho humano que con esto se hizo
patente: el hambre de la gente, el hambre en el mundo. Algo que nos tiene que
impresionar tanto, que se nos conmuevan las entrañas hasta el extremo de que no
podamos soportar ver a la gente destrozada y en peligro inminente de desmayar
por el camino. Ahora mismo son unos mil millones de personas, por lo
menos, en el mundo.
3. Para
los cristianos fue muy fuerte también el símbolo cristiano, que representaba la
Eucaristía: la Acción de Gracias, la Fracción del Pan. Cada domingo, en cada comunidad de creyentes en Jesús, se recordaba así la presencia del
Señor.
La mesa
compartida les recordaba, además, que la unión y la humanidad, que los
distinguía, tenía su origen en Jesús allí presente, y no en el honor o el
poder, ni en la religión de los ritos y observancias, que eran los valores
supremos de aquella sociedad.
4. Lo
que da pena -si pensamos en todo esto desde la fe cristiana- es que, lo que
empezó siendo una comida compartida, ha terminado siendo una misa, es decir, un
ritual religioso, que, en buena medida, hay mucha gente que no lo entiende, ni
le interesa gran cosa.
¿No es esto
una tarea urgente a remediar?
Bienaventurada Virgen María de Lourdes
Memoria de la Bienaventurada Virgen María
de Lourdes. Cuatro años después de la proclamación de su Inmaculada Concepción,
la Santísima Virgen se apareció en repetidas ocasiones a la humilde joven santa
María Bernarda Soubirous en los montes Pirineos, junto al río Gave, en la gruta
de Massabielle, de la población de Lourdes, y desde entonces aquel lugar es
frecuentado por muchos cristianos, que acuden devotamente a rezar.
Vida de Bienaventurada Virgen María de
Lourdes
Sucedió en las cercanías de los Pirineos
franceses. Fue un hecho impensado y nada previsto que acabó revolucionando las
conciencias y pasó con elegancia por encima de las mentes un tanto cegatas para
lo sobrenatural por la corriente racionalista y anticlerical de aquellos
franceses. El mismo día en que se celebraba en la liturgia de la iglesia la
fiesta de la Anunciación se reveló con la sencillez de las cosas grandes que
aquella aparición repetida tantas veces era nada menos que la misma Virgen
María. Sí, la visita era grandiosa por la dignidad y asombrosa por lo
inusitado. La muchacha que se afirmaba como vidente ni siquiera sabía
pronunciar bien el término "concepción" las primeras veces y el dogma
como tal hacía muy poco tiempo que se había proclamado en Roma por el Papa.
Pero Bernardita o Bernardette, que así se llamaba, refirió que la aparición
había dicho: "Yo soy la Inmaculada Concepción". La primera aparición
fue el 11 de febrero de 1858. Luego se fueron repitiendo hasta dieciocho veces
y no sin dificultades, burlas, expresiones altivas y otras cosas. Pues buenos
eran aquellos listillos escépticos, algunos bastante engreídos por los
conocimientos de las ciencias humanas. Hubo de superar aquella pobre analfabeta
y con poca salud, hija de una familia pobre arruinada y miserable en aquellos días
todas las trabas imaginables, incluidas las que puso la misma autoridad
eclesiástica. Pero lo que es documentación, hay toda y seria; examinada desde
todos los ángulos que puede contemplarse y someterse a crítica un documento que
pertenece a la Historia; declaraciones, procesos, dictámenes técnicos, pruebas,
cartas y réplicas. Las pruebas de los hechos están exhaustivamente estudiadas:
unas yerbas comidas, la tierra arañada, fuente que brota y gente curada;
aluviones imparables de gente con ganas de rezar y que tiene ansias de
curación; junto a algún iluminado y escéptico excéntrico, multitudes
agradecidas y enfervorizadas. Pidió la Señora que se le edificara una iglesia
por lo pequeño, capilla y se hiciera procesión. Los actos multitudinarios
fueron varias veces prohibidos y el recinto de la cueva cerrado; hasta que
llegó la esposa del almirante Bruat, institutriz de los hijos del emperador,
coincidente en el día con la que hizo el mismo polemista Luis Veuillot, y se
pudo informar de modo adecuado a Napoleón III que mandó levantar la
prohibición. El obispo de Tarbes inició el proceso que duró dos años, hasta que
el 18 de enero de 1862, en carta pastoral firmada por él afirmaba:
"Juzgamos que la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, se apareció realmente
a Bernardetta Soubirous el 11 de febrero de 1858 y días siguientes, en número
de 18 veces, en la gruta de Massabielle, cerca de la ciudad de Lourdes; que tal
aparición contiene todas las características de la verdad y que los fieles
pueden creerla por cierto... Para conformarnos con la voluntad de la Santísima
Virgen, repetidas veces manifestada en su aparición, nos proponemos levantar un
santuario en los terrenos de la gruta". Aún así hubo restricciones por
parte de las autoridades locales, pero trabajaron los arquitectos, las brigadas
de obreros se pusieron en marcha y el 18 de mayo de 1866 pudo consagrarse la
cripta, cimiento de la futura capilla. Comenzaron las peregrinaciones masivas y
organizadas en el 1873. En el 1876 se pudo consagrar la basílica.
La iglesia del Rosario, consagrada en
1901, se levanta para suplir las deficiencias de espacio de la primitiva
basílica, que pronto fueron palpables por la afluencia de peregrinos. En 1958,
consagra el cardenal Roncalli que más tarde será el papa Juan XXIII la basílica
subterránea dedicada a san Pío X; bien merecido porque este papa fue quien
extendió la devoción a toda la Iglesia. Lourdes es un sitio privilegiado para
la devoción cristiana. Oración, silencio para el recogimiento. Abundantes actos
de culto que facilitan la piedad. Muchos rosarios en las manos de los fieles
por los espacios descubiertos e iglesias. Gente enfervorizada de rodillas.
Culto público y multitudinario en tantas ocasiones para atender las necesidades
espirituales de los peregrinos que acuden en masa.
Vía Crucis o Chemin de la Croix que se
recorre entre empinadas pendientes con las estaciones de la Pasión para
facilitar seguir los principales momentos de Jesús sufriente por la humanidad.
Y dos actos cumbres diarios. La procesión con el Santísimo a primera hora de la
tarde, con filas de peregrinos y multitud de enfermos adorantes que reciben su
bendición entre súplicas, lágrimas y actos de fe ¡de esperanza! Porque de vez
en cuando pasa que lo que se pide se alcanza. Es el milagro que hace falta
probar, examinar, discutir, mirar y remirar hasta que se pueda publicar. La
procesión de antorchas por la noche. Cantos, honra, alabanzas en todos los
idiomas pronunciadas, unión de corazones en las avemarías del Rosario;
luminarias de fe.
¿Lo más grande? El enfermo, atendido,
asistido, y hasta mimado; los más tristes y desesperados casos se pueden ver en
cualquier rincón de Lourdes; perfectamente cuidados, llevados y traídos por un
generoso voluntariado internacional y multirracial que con delicadeza ve a otro
Cristo en el cuerpo a veces tan descompuesto de la camilla que empuja o
arrastra
¡Y lo más admirable! La humanidad
doliente atendida, esa que suplica salud para el cuerpo, está pletórica de
esperanza, de consuelo; se percibe a simple vista alegría en la aceptación de
la enfermedad, del sufrimiento. Limitación sosegada y alegre con dulce
resignación.
¿Más? Sí. No sería completo el panorama
descrito si no hubiera oportunidades para curar el alma. Igual que hay una
piscina para los cuerpos, por si a la Virgen Santísima le pareciera bien
devolver la salud, hay confesionarios para enjugar las almas, con la certeza
firme de obtener siempre el perdón solicitado en al sacramento de la
reconciliación; y abundan los huecos para los confesores, con facilidad para
idiomas... miles de perdones y gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario