27 – DE
FEBRERO – LUNES –
1ª
SEMANA DE CUARESMA – A
SAN GABRIEL
DE LA DOLOROSA,
Religioso
EL Señor habló
así a Moisés:
«Di a la comunidad de los hijos de
Israel:
“Sed santos, porque yo, el Señor,
vuestro Dios, soy santo.
No robaréis ni defraudaréis ni os engañaréis unos a otros.
No juraréis en falso por mi nombre,
profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
No explotarás a tu prójimo ni le
robarás. No dormirá contigo hasta la mañana siguiente el jornal del obrero.
No maldecirás al sordo ni pondrás
tropiezo al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No daréis sentencias injustas. No serás
parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a
tu prójimo.
No andarás difamando a tu gente, ni
declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
No odiarás de corazón a tu hermano, pero
reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado.
No te vengarás de los hijos de tu pueblo
ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy
el Señor”».
Palabra de Dios
Salmo: 18,8.9.10.15
R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida
V/. La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye a los ignorantes. R/.
V/. Los
mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.
V/. El temor del Señor es puro
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.
V/. Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, Roca mía, Redentor mío. R/.
Lectura del santo evangelio según san Mateo
(25,31-46):
EN aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria el Hijo del
hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán
reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un
pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las
cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su
derecha:
“Venid vosotros, benditos de mi Padre;
heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de
comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve
desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a
verme”.
Entonces los justos le contestarán:
“Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre y te
alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿Cuándo te vimos forastero y te
hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y
fuimos a verte?”.
Y el rey les dirá:
“En verdad os digo que cada vez que lo
hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.
Entonces dirá a los de su izquierda:
“Apartaos de mí, malditos, id al fuego
eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me
disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me
hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me
visitasteis”.
Entonces también estos contestarán:
“Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre o
con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”.
Él les replicará:
“En verdad os digo: lo que no hicisteis
con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
Y estos irán al castigo eterno y los
justos a la vida eterna».
Palabra del Señor
1. Decía san Gregorio Magno en sus
Tratados morales que quienes aspiren a la unión con Dios deben comenzar por el
ejercicio de la caridad y las demás virtudes. Los seres humanos tendemos a
complicar y compartimentar nuestra vida. Dios desea simplificarla y unificarla.
La limosna cuaresmal es poner en ejercicio la caridad que da unidad y sentido a
todo lo que hacemos, a todas las dimensiones de nuestra vida. El Catecismo nos
dice que el hombre ora con el corazón, que es la sede de nuestra identidad más
profunda, de nuestros deseos, el lugar donde experimentamos a Dios. También es
el lugar donde comienza la caridad con el prójimo, pues en él hacemos nuestro
al prójimo y sus necesidades (cf. CEC 2563).
2. Esta preciosa imagen del Juicio final
que Mateo nos propone nos ayuda a vivir esta unidad interior para que tanto
nuestra oración como nuestra vida sean auténticas. Jesucristo ama tanto a cada
hombre que siente como hechas a sí mismo aquellas cosas que hacemos al prójimo:
«Conmigo lo hicisteis». La tradición eclesial nos lega una lista de obras de
misericordia. Se trata de desear un corazón misericordioso como el de Jesús.
Concretar estas obras nos ayuda a prolongar en la vida lo que hemos vivido en
la oración. Este es el espíritu de la limosna cuaresmal, que es al mismo tiempo
fruto y disposición para una oración mejor.
3. ¿Por qué somos más sensibles a lo
sagrado que a lo humano?
Mientras no tengamos esto resuelto, no
somos cristianos. Seremos, por supuesto, muy religiosos. Pero no cristianos.
A fin de cuentas, "lo humano" es
"lo profano" (según las teorías de la sociología de las religiones).
Y, como es lógico, "lo profano" se tiene que supeditar a "lo
sagrado". Esto es el veneno mortal de la fe en Jesús y su Evangelio.
SAN GABRIEL DE LA
DOLOROSA, religioso
El 1 El primero de marzo de 1838 nació en el
pueblecito de Asís (Italia) un niño llamado Francisco que, como el famoso
fundador de los franciscanos, llegó a ser santo. Era el undécimo de trece
hermanos y quedó huérfano de madre a los cuatro años.
Francisco (que tomó más tarde como nombre
religioso Gabriel de la Dolorosa) tenía un "temperamento suave, jovial,
insinuante, decidido y generoso, poseía también un corazón sensible y lleno de
afectividad... Era de palabra fácil apropiada, inteligente, amena y llena de
una gracia que sorprendía..." De estatura más bien alta (medía 1,70
metros), tenía "buena voz, era ágil y bien formado" (ib.).
Con su familia se trasladó a Spoleto donde,
como el otro Francisco, era un líder de los jóvenes. Allí fue a la escuela de
los hermanos de las Escuelas Cristianas, y al liceo clásico con los jesuitas.
Le agradaba mucho el canto, y consiguió premios en poesía latina y en las
veladas teatrales. Era un joven dinámico, con una gran pasión por su fe
cristiana. En su habitación había colocado una escultura de la Piedad para su veneración
íntima.
Cuando iba al teatro Meliso con su padre,
muchas veces salía a escondidas para ir a rezar bajo el pórtico de la catedral,
que estaba muy cerca; después regresaba antes de que concluyera la función para
salir con los demás espectadores. Algunas veces usaba cilicio y se sabe que en
una ocasión rechazó las proposiciones deshonestas de un libertino, amenazándole
con una navaja.
Interviene la Virgen
María
El 22 de agosto de 1856 estaba asistiendo a
la procesión de la "Santa Icone", una imagen mariana venerada en
Spoleto, cuando la Virgen María le habló al corazón para invitarle con apremio:
"Tú no estás llamado a seguir en el mundo. ¿Qué haces, pues, en él? Entra
en la vida religiosa". El 10 de septiembre de 1856 entró en el noviciado
pasionista de Morrovalle (Macerata) y tomó el nombre religioso de Gabriel.
Tenía solo 18 años. Su entrega fue con todo su corazón y en la vida religiosa
encontró su felicidad: "La alegría y el gozo que disfruto dentro de estas
paredes son indecibles". Sus mayores amores eran Jesús Crucificado, la
Eucaristía y la Virgen María.
Muerte
En el convento de Isola, cuando los primeros
rayos del sol entraban por la ventana de su Ex-voto celda en la mañana del 27
de febrero de 1862, Gabriel, sumido en éxtasis de amor y rodeado por los
religiosos que lloraban junto a su lecho, abandonó la tierra y fue al cielo,
invitado por la Virgen María.
Treinta años más tarde, El 17 de octubre de
1892, se iniciaron los trámites para inscribirlo entre los santos ya que la
devoción de los fieles y los milagros que realizaba eran muchos.
Fue
canonizado por Benedicto XV en 1920.
Declarado
copatrón de la juventud católica italiana, 1926
Patrón principal de Abruzo en 1959.
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