8 – DE
FEBRERO – MIERCOLES –
5ª SEMANA DEL T. O. – A
Santa Josefina Bakhita
Lectura del libro del Génesis
(2,4b-9.15-17):
El día en que
el Señor Dios hizo tierra y cielo, no había aún matorrales en la tierra, ni
brotaba hierba en el campo, Porque el Señor Dios no había enviado lluvia sobre
la tierra, ni había hombre que cultivase el suelo; pero un manantial salía de
la tierra y regaba toda la superficie del suelo.
Entonces el Señor Dios modeló al hombre
del polvo del suelo e insufló en su nariz aliento de vida; y el hombre se
convirtió en ser vivo. Luego el Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia
Oriente, y colocó en él al hombre que había modelado.
El Señor Dios hizo brotar del suelo toda
clase de árboles hermosos para la vista y buenos para comer; además, el árbol
de la vida en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y el mal.
El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén, para que lo
guardara y lo cultivara.
El Señor Dios dio este mandato al
hombre:
«Puedes comer de todos los árboles del
jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás, porque el
día en que comas de él, tendrás que morir».
Palabra de Dios
Salmo: 103,1-2a.27-28.29be-30
R/ Bendice, alma mía, al Señor
Bendice, alma
mía, al Señor,
¡Dios mío, qué grande eres!
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto. R/
Todos ellos
aguardan
a que les eches comida a su tiempo:
se la echas, y la atrapan;
abres tu mano, y se sacian de bienes. R/
Les retiras el
aliento, y expiran,
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra. R/
Lectura del santo evangelio
según san Marcos (7,14-23):
En aquel
tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo:
«Escuchad y entended todos: nada que
entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que
hace impuro al hombre».
Cuando dejó a la gente y entró en casa,
le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. Él les dijo:
«También vosotros seguís sin entender?
¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque
no entra en el corazón sino en el vientre y se echa en la letrina».
(Con esto declaraba puros todos los
alimentos).
Y siguió:
«Lo que sale de dentro del hombre, eso
sí hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los
pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios,
codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo,
frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro».
Palabra del Señor
1. La afirmación de Jesús, según la cual no son las cosas externas (los ritos o ceremonias, los actos meramente externos al ser humano en la profundidad de su corazón) las que hacen al hombre bueno o malo, sino lo que sale de dentro, del corazón, de lo más profundo de uno mismo, eso era lo que resumía el mensaje de los profetas del Antiguo Testamento (cf. Marcus Joel).
Par aquellos profetas de Dios, el
Señor desprecia los "sacrificios" y las "festividades", por
más que eso no quisiera decir que Dios abolía tales sacrificios (Am 5 5, 21-57;
Os 6, 6: Is 1, 11-17).
2. Jesús deja claro y
establecido que su mensaje no se centra en una religión de actos, ritos y
ceremonias. El Evangelio es el mensaje de la intimidad y de la autenticidad de
lo que nos sale del corazón. Es, por lo tanto, la religión de la autenticidad
profunda del ser humano. Lo que Jesús espera y quiere de nosotros es que seamos
profundamente buenos, desde lo más hondo y lo más nuestro. Lo opuesto a esto es
la religiosidad de quien se queda tranquilo con los actos públicos y las
ceremonias, con lo que se ve y con las apariencias.
Con eso, lo único que conseguimos es engañar a los demás. Y, sobre todo, engañarnos a nosotros mismos. ¡Cuántos observantes ejemplares, que viven en el puro engaño!
3. Se discute el origen de la
lista de vicios, que pone aquí el evangelio de Marcos. Hay quienes
piensan que provienen de la filosofía popular de la Grecia antigua,
concretamente del estoicismo. Si bien hay quienes piensan en los Rollos del Mar
Muerto (1Q 4, 9-11).
Sea lo que sea de esto, lo que interesa
no es precisar el origen de esta lista de vicios. Lo que nos interesa es tener
muy claro que ha de ser nuestro buen corazón, nuestra honradez y honestidad, lo
que marque nuestro proceder en la vida. Lo demás, interesa poco. O
sencillamente, ni nos importa.
Lo que vale es la honradez y la
honestidad auténtica. En eso consiste lo que Dios nos pide y espera de
nosotros.
Santa Josefina Bakhita
Santa Josefina Bakhita, virgen, nacida en
la región de Darfur, en Sudán, que siendo aún niña fue raptada y vendida en
diversos mercados africanos de esclavos, sufriendo dura cautividad, pero al
obtener la libertad abrazó la fe cristiana e ingresó en el Instituto de la
Hijas de la Caridad (Canossianas), pasando el resto de su vida en Schio, cerca
de Vicenza, entregada a Cristo y al servicio de los demás y donde murió en
1947.
Vida de Santa Josefina
Bakhita
Infancia
Bakhita, que significa
"afortunada", es el nombre que se le puso cuando fue secuestrada, ya
que, por la fuerte impresión, nunca llegó a recordar su verdadero nombre.
Josefina es el nombre que recibió en el bautismo.
No se conocen datos exactos sobre su vida, se
dice que podría ser del pueblo de Olgossa en Darfur, y que 1869 podría ser el
año de su nacimiento. Creció junto con sus padres, tres hermanos y dos
hermanas, una de ellas su gemela.
La captura de su hermana por unos negreros
que llegaron al pueblo de Olgossa, marcó mucho en el resto de la vida de
Bakhita, tanto así que más adelante en su biografía escribiría: "Recuerdo
cuánto lloró mamá y cuánto lloramos todos".
En su biografía Bakhita cuenta su propia
experiencia al encontrarse con los buscadores de esclavos. "Cuando
aproximadamente tenía nueve años, paseaba con una amiga por el campo y vimos de
pronto aparecer a dos extranjeros, de los cuales uno le dijo a mi amiga: “Deja
a la niña pequeña ir al bosque a buscarme alguna fruta. Mientras, tú puedes continuar
tu camino, te alcanzaremos dentro de poco”. El objetivo de ellos era
capturarme, por lo que tenían que alejar a mi amiga para que no pudiera dar la
alarma.
Sin sospechar nada obedecí, como siempre
hacía. Cuando estaba en el bosque, me percate que las dos personas estaban
detrás de mí, y fue cuando uno de ellos me agarró fuertemente y el otro sacó un
cuchillo con el cual me amenazó diciéndome: “Si gritas, morirás !Síguenos!”.
Los mismos secuestradores fueron quienes le
pusieron Bakhita al ver su especial carisma.
En esclavitud
Luego de ser capturada, Bakhita fue llevada a
la ciudad de El Obeid, donde fue vendida a cinco distintos amos en el mercado
de esclavos.
Nunca consiguió escapar, a pesar de
intentarlo varias veces. Con quien más sufrió de humillaciones y torturas fue
con su cuarto amo, cuando tenía más o menos 13 años. Fue tatuada, le realizaron
114 incisiones y para evitar infecciones le colocaron sal durante un mes.
"Sentía que iba a morir en cualquier momento, en especial cuando me colocaban
la sal", cuenta en su biografía.
El comerciante italiano Calixto Leganini
compró a Bakhita por quinta vez en 1882, y fue así que por primera vez Bakhita
era tratada bien.
"Esta vez fui realmente
afortunada - escribe Bakhita - porque el nuevo patrón era un hombre bueno y me
gustaba. No fui maltratada ni humillada, algo que me parecía completamente
irreal, pudiendo llegar incluso a sentirme en paz y tranquilidad".
En 1884 Leganini se vio en la obligación de
dejar Jartum, tras la llegada de tropas Mahdis. Bakhita se negó a dejar a su
amo, y consiguió viajar con él y su amigo Augusto Michieli, a Italia.
La esposa de Michieli los esperaba en Italia,
y sabiendo la llegado de varios esclavos, exigió uno, dándosele a Bakhita. Con
su nueva familia, Bakhita trabajo de niñera y amiga de Minnina, hija de los
Michieli.
En 1888 cuando la familia Michieli compró un
hotel en Suakin y se trasladaron para allá, Bakhita decidió quedarse en Italia.
La conversión a la
religión
Bakhita y Minnina ingresaron al noviciado del
Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia, tras ser aconsejadas por
las hermanas. Esta congregación fue fundada en 1808 con el nombre de Instituto
de las Hermanas de la Caridad en Venecia, pero son más conocidas como Hermanas
de Canossa.
Recién llegada, en el Instituto, Bakhita
conoció al Dios de los cristianos y fue así como supo que "Dios había
permanecido en su corazón" y le había dado fuerzas para poder soportar la
esclavitud, "pero recién en ese momento sabía quién era". Recibió el
bautismo, primera comunión y confirmación al mismo tiempo, el 9 de enero de
1890, por el Cardenal de Venecia. En este momento, tomó el nombre cristiano de
Josefina Margarita Afortunada.
"¡Aquí llego a convertirme en
una de las hijas de Dios!", fue lo que manifestó en el momento de ser
bautizada, pues se dice que no sabía cómo expresar su gozo. Ella misma cuenta
en su biografía que mientras estuvo en el Instituto conoció cada día más a
Dios, "que me ha traído hasta aquí de esta extraña forma".
La Señora de Michieli volvió de Sudán a
llevarse a Bakhita y a su hija, pero con un gran coraje, Bakhita se negó a ir y
prefirió quedarse con las Hermanas de Canossa. La esclavitud era ilegal en
Italia, por lo que la señora de Michieli no pudo forzar a Bakhita, y es así
como permaneció en el Instituto y su vocación la llevó a convertirse en una de
las Hermanas de la Orden el 7 de diciembre de 1893, a los 38 años de edad.
Bakhita, la religiosa
Fue trasladada a Venecia en 1902, para
trabajar limpiando, cocinando y cuidando a los más pobres. Nunca realizó
milagros ni fenómenos sobrenaturales, pero obtuvo la reputación de ser santa.
Siempre fue modesta y humilde, mantuvo una fe firme en su interior y cumplió
siempre sus obligaciones diarias.
Algo que le costó demasiado trabajo fue
escribir su autobiografía en 1910, la cual fue publicada en 1930. En 1929 se le
ordena ir a Venecia a contar la historia de su vida. Luego de la publicación de
sus memorias, se convirtió en un gran personaje, viajando por todo Italia dando
conferencias y recolectando dinero para la orden.
La salud de Bakhita se fue debilitando hacia
sus últimos años y tuvo que postrarse a una silla de ruedas, la cual no le
impidió seguir viajando, aunque todo ese tiempo fue de dolor y enfermedad. Se
dice que le decía la enfermera: "¡Por favor, desatadme las cadenas… es
demasiado!". Falleció el 8 de febrero de 1947 en Schio, siendo sus últimas
palabras: "Madonna! Madonna!"
Miles de personas fueron a darle el último
adiós, expresando así el respeto y admiración que sentían hacia ella. Fue
velada por tres días, durante los cuales, cuenta la gente, sus articulaciones
aún permanecían calientes y las madres cogían su mano para colocarla sobre la
cabeza de sus hijos para que les otorgase la salvación. Su reputación como una
santa se ha consolidado. Josefina ha sido recordada y respetada como Nostra
Madre Moretta, en Schio.
De esclava a santa
Fue santificada por el pueblo, por lo que en
1959 la diócesis local comenzó las investigaciones para encontrarla venerable.
Todo salió muy bien y fue así como el 1 de diciembre de 1978 fue declarada
Venerable. Por tanto, el proceso para declararla santa empezó con gran auge y
el 17 de mayo de 1992 fue beatificada por Juan Pablo II junto a San Josemaría
Escrivá y se declaró día oficial de culto el 8 de febrero.
En la ceremonia de beatificación, el Santo
Padre reconoció el gran hecho de que transmitiera el mensaje de reconciliación
y misericordia.
Ella misma declaró un día: "Si volviese
a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría
para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería
cristiana y religiosa".
S.S. Juan Pablo II la canonizó el 1 de octubre
del 2000. Lo cual, para los católicos africanos es un gran símbolo que era
necesario, para que así los cristianos y las mujeres africanas sean honradas
por lo que sufrieron en momentos de esclavitud.
Verdaderamente, Bakhita es la santa africana
y la historia de su vida es la historia de un continente, válida para los católicos,
protestantes, musulmanes o seguidores de cualquier otro tipo de religión
tradicional. Su espiritualidad y fuerza la han convertido en Nuestra Hermana
Universal, como la llamó el Papa.
(aciprensa)
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