sábado, 11 de febrero de 2023

Párate un momento: El Evangelio del dia 13 – DE FEBRERO – LUNES – 6ª SEMANA DEL T. O. – A San Benigno de Todi

 

 


13 – DE FEBRERO – LUNES – 6ª SEMANA DEL T. O. – A  

San Benigno de Todi

 

Lectura del libro del Génesis (4,1-15.25):

 

EL hombre conoció a Eva, su mujer, que concibió y dio a luz a Caín. Y ella dijo:

      «He adquirido un hombre con la ayuda del Señor».

Después dio a luz a Abel, su hermano. Abel era pastor de ovejas, y Caín cultivaba el suelo.

Pasado un tiempo, Caín ofreció al Señor dones de los frutos del suelo; también Abel ofreció las primicias y la grasa de sus ovejas.

El Señor se fijó en Abel y en su ofrenda, pero no se fijó en Caín ni en su ofrenda; Caín se enfureció y andaba abatido.

El Señor dijo a Caín:

«Por qué te enfureces y andas abatido? ¿No estarías animado si obraras bien?; pero, si no obras bien, el pecado acecha a la puerta y te codicia, aunque tú podrás dominarlo».

Caín dijo a su hermano Abel:

«Vamos al campo».

Y, cuando estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató.

El Señor dijo a Caín:

«Dónde está Abel, tu hermano?».

Respondió Caín:

«No sé; ¿soy yo el guardián de mi hermano?».

El Señor le replicó:

«¿Qué has hecho? La sangre de tu hermano me está gritando desde el suelo.

Por eso te maldice ese suelo que ha abierto sus fauces para recibir de tus manos la sangre de tu hermano.

Cuando cultives el suelo, no volverá a darte sus productos. Andarás errante y perdido por la tierra».

Caín contestó al Señor:

«Mi culpa es demasiado grande para soportarla. Puesto que me expulsas hoy de este suelo, tendré que ocultarme de ti, andar errante y perdido por la tierra, y cualquiera que me encuentre me matará».

El Señor le dijo:

«El que mate a Caín lo pagará siete veces».

Y el Señor puso una señal a Caín para que, si alguien lo encontraba, no lo matase.

Adán conoció otra vez a su mujer, que dio a luz un hijo y lo llamó Set, pues dijo:

«Dios me ha dado otro descendiente en lugar de Abel, asesinado por Caín».

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 49,1.8.16bc-17.20-21                    

R/. Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza

 

V/. El Dios de los dioses, el Señor, habla:

convoca la tierra de oriente a occidente.

«No te reprocho tus sacrificios,

pues siempre están tus holocaustos ante mí. R/.

 

V/. ¿Por qué recitas mis preceptos,

y tienes siempre en la boca mi alianza,

tú que detestas mi enseñanza

y te echas a la espalda mis mandatos? R/.

 

V/. Te sientas a hablar contra tu hermano,

deshonras al hijo de tu madre;

Esto haces, ¿y me voy a callar?

¿Crees que soy como tú?

Te acusaré, te lo echaré en cara». R/.

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos (8,11-13):

 

EN aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo.

Jesús dio un profundo suspiro y dijo:

«Por qué esta generación reclama un signo? En verdad os digo que no se le dará un signo a esta generación».

Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.

 

Palabra del Señor

 

1.  Lo que piden los fariseos, los observantes de la religión es un "signo del cielo". Pedir un signo así, era en realidad no fiarse de Jesús no creer en él. Los hombres de la religión veían en Jesús un hombre. Por eso ellos querían un "signo del cielo".

La religión no se fía de Él y solamente pone su seguridad en lo divino. Pero esto es lo que indignaba a Jesús: que le pidieran un "signo del cielo" (Mc 8, 11 ss; Mt 16, 1; Lc 11, 16; cf. Mt 12, 38).

Para Jesús, pedir "signos del cielo" es una perversión (Mc 8, 12; Mt 16, 4; 12, 39).

- ¿Por qué esta reacción de Jesús? 

- ¿Qué podía haber de malo en pedir una señal del cielo?

 

2.  Sencillamente, que quien solo se fía del cielo y de los signos divinos, con eso demuestra que no cree en lo humano. Y, por tanto, no se fía de nada ni de nadie de este mundo.  Lo cual quiere decir que un tipo así es un ser deshumanizado. Lo cual, por desgracia es frecuente.  Porque la religión, a fuerza de ponderar tanto a Dios y lo divino, lo celestial y lo angélico, termina por maltratar a lo humano y a los humanos. Por eso es tan frecuente el hecho escandaloso de las religiones que no aceptan los derechos humanos, ni los defienden, ni los aprueban, ni de esos derechos sacan las consecuencias que deberían deducir para la vida y la convivencia humana.

 

3.  Cuando en los evangelios se habla de esta generación (Mt 11, 16; Lc 7, 31; Mt 23, 36; Lc 11, 50; Mt 12, 42; Lc 11, 31; Mt 13, 45) se habla de gente sin fe, que no tiene buenas intenciones. Jesús viene a decir que las personas, a quienes les interesan más los signos   extraordinarios que el Evangelio, son gente sin fe y no   muy de fiar. Por eso Jesús los dejó y se fue a otra parte. 

Las personas que solamente se tranquilizan mediante "signos extraordinarios" o "signos celestiales" son gente que sitúa lo importante de la vida, no en lo normal, lo cotidiano, lo que hacemos o dejamos de hacer a diario.  Lo importante es "lo celestial". Pero aquí se nos dice que Jesús quiere "la honradez y la bondad en la vida diaria". Esto es lo importante.

 

San Benigno de Todi

 




En Todi, ciudad de la Umbría, san Benigno, presbítero y mártir. Benigno pertenece a la innumerable multitud de víctimas de la última cruenta persecución anticristiana de Diocleciano y Maximiano, al comienzo del siglo IV. Los datos de este Santo son muy escasos. Se sabe que nació y vivió en Todi (Italia), en donde fue ordenado sacerdote por su bondad y rectitud. Soportó valientemente la tortura y la muerte, y fue enterrado por manos piadosas a la orilla de un camino, en donde después se construyó un monasterio benedictino.

En 1904 se colocaron sus reliquias en el altar mayor de la iglesia de San Silvestre. El culto de este Santo no se ha difundido mucho; casi se lo recuerda sólo en Todi, su pueblo natal.

 

 

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