19 de Febrero
- VIERNES –
Stª Lucia Yi, virgen y mártir
1ª - Semana
de Cuaresma – C
Evangelio según san Mateo
5,20-26
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Si no sois mejores que los letrados y fariseos no entraréis en
el Reino de los Cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: No matarás, y
el que mate será procesado. Pero yo os digo: todo el que esté peleado con su
hermano, será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer
ante el Sanedrín, y si lo llama “renegado”, merece la condena del fuego.
Por
tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo
de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y
vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu
ofrenda. Procura arreglarte con el que te pone pleito, en seguida, mientras
vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil,
y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que no hayas
pagado el último cuarto”.
1. Este texto es el
comienzo de las famosas antítesis que Jesús, según el evangelio de Mateo (5,
21-48), establece entre la “justicia” (“dikaiosyne” fidelidad, honradez total)
que practicaban los judíos y la que deben practicar los discípulos de Jesús. La
fidelidad a Dios de los discípulos tiene que ser, no solo cuantitativamente
superior, sino sobre todo cualitativamente distinta. Distinta, ¿en qué? No se
trata de que la obediencia a la ley divina sea superior, sino de que la
obediencia sea sustituida por la bondad y el amor (U. Luz).
2. La primera antítesis
que Jesús establece, se centra en este criterio: no solo se debe evitar el
hacer daño a otro ser humano, sino que, en la relación con los otros, hay que
ser radical. En consecuencia, no se debe ni ofender, ni insultar a nadie de ninguna
manera. De esta forma, Jesús pone el listón en lo más alto, que se puede tener,
en cuanto se refiere a las relaciones humanas. La preocupación por este complicadísimo
asunto fue, con la salud y la alimentación, el centro de las preocupaciones de
Jesús. El eje central del sermón del monte está en que nuestras relaciones con
todos sean como las relaciones que el Padre bueno mantiene con todos.
3. Lo más fuerte de este
texto está en los vv. 23-24. Lo que Jesús afirma, al hablar de la ofrenda ante
el altar, no se refiere solamente a “la unidad del ethos y el culto”,
a tema que ya quedó
destacado en los libros sapienciales y en los profetas (Prov 15,8; 21, 3. 27;
Edo 31 [341, 21-24; 35, 1-3, etc. G. von Rad, José L. Sicre).
No se trata solo de la unidad de “ética” y “religión”. Se
trata, sobre todo y ante todo, de la prioridad de la conducta ética, que está
antes que la observancia de la religión. Jesús dice: si vas a un acto religioso
y, al acercarte, recuerdas que hay alguien que tiene quejas justificadas contra ti, no entres en la
iglesia, no te acerques al altar, no te ampares en la religión (Y menos, en
Dios). No. Lo primero es que vayas y te pongas en paz con la persona a la que
has ofendido, a la que no le has pagado, a la que has maltratado... Y cuando
hayas cumplido con tu semejante, entonces ve a misa, al bautizo, al rezo...
Stª Lucia Yi, virgen y mártir
En la aldea
de Kaiyang, cerca de Mianyang, en la provincia china de Sichuan, santa
Lucía Yi Zhenmei, virgen y mártir, que fue condenada a ser degollada por confesar su fe
católica (1862).
Lucía Yi Zhenmei, nació el diecisiete de enero del año mil ochocientos quince en Mainyang (Sichuan, China) laica del vicariato apostólico de Guizhou, catequista, que fue condenada a ser degollada por confesar su fe católica y murió martirizada el día diecinueve de febrero del año mil ochocientos sesenta y dos en Kaiyang (Guizhoy, China) a la edad de cuarenta y siete años, no sabemos cuando fue iniciado su proceso de beatificación, lo que sabemos es que la Congregación para las Causas de los Santos (CCS) le dio como número de protocolo el dos mil trescientos veintinueve, su martirio fue aprobado y fue declarada digna de veneración -"Venerable"- el dos de agosto del año mil novecientos ocho, fue beatificada el dos de mayo del año mil novecientos nueve, y finalmente, su Santidad el Papa Juan Pablo II aprobó el milagro atribuido por la intercesión de veintisiete mártires chinos -incluyéndola- y los declaró santos a todos el primero de junio del año jubilar dos mil.
Lucía Yi Zhenmei, nació el diecisiete de enero del año mil ochocientos quince en Mainyang (Sichuan, China) laica del vicariato apostólico de Guizhou, catequista, que fue condenada a ser degollada por confesar su fe católica y murió martirizada el día diecinueve de febrero del año mil ochocientos sesenta y dos en Kaiyang (Guizhoy, China) a la edad de cuarenta y siete años, no sabemos cuando fue iniciado su proceso de beatificación, lo que sabemos es que la Congregación para las Causas de los Santos (CCS) le dio como número de protocolo el dos mil trescientos veintinueve, su martirio fue aprobado y fue declarada digna de veneración -"Venerable"- el dos de agosto del año mil novecientos ocho, fue beatificada el dos de mayo del año mil novecientos nueve, y finalmente, su Santidad el Papa Juan Pablo II aprobó el milagro atribuido por la intercesión de veintisiete mártires chinos -incluyéndola- y los declaró santos a todos el primero de junio del año jubilar dos mil.
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