lunes, 5 de junio de 2017

Párate un momento: El Evangelio del dia 6 DE JUNIO - MARTES 9ª - SEMANA DEL T. O.-A SAN NOBERTO





6 DE JUNIO - MARTES
9ª - SEMANA DEL T. O.-A

Evangelio según san Marcos 12,13-17
       En aquel tiempo, mandaron a Jesús unos fariseos y partidarios de Herodes, para cazarlo con una pregunta.  Se acercaron y le dijeron:
"Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie; porque no te fijas en apariencias, sino que enseñas el camino de Dios sinceramente.
" - ¿Es lícito pagar impuestos al César o no?
- ¿Pagamos o no pagamos?"
Jesús, viendo su hipocresía, les replicó:
"¿Por qué intentáis cogerme? Traedme un denario que lo vea".
Se lo trajeron. Y él les preguntó:
"¿De quién es esta cara y esta inscripción?"
      Le contestaron:
"Del César".
Les respondió:
"Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios a Dios".
Se quedaron admirados.

1. El cristianismo tuvo su origen en la vida y muerte de un judío que había sido condenado por las autoridades del Imperio. Y lo mataron de forma tan
violenta porque había sido acusado de violar o, al menos, amenazar los intereses políticos del emperador de Roma. De ahí, el letrero que pusieron sobre la cruz, en el que se daba a entender que Jesús había pretendido constituirse en "Rey de los judíos". Por esto se comprende el interés de las primeras comunidades   cristianas por aparecer como fieles cumplidores de sus deberes ciudadanos. Por ejemplo, el caso que se plantea en este relato: el pago de los impuestos.
Sin duda, esto influyó en el hecho de recordar esta acusación que le hicieron a Jesús. Y la respuesta del mismo Jesús al tema del pago de tasas e impuestos.

2. Como es lógico, a poco que se piense en este asunto, enseguida se advierte la actualidad de este evangelio en el momento que estamos viviendo. 
La situación actual es más grave, en cuanto que el problema no se reduce a que hay gente que no paga los impuestos, sino que además roba del dinero que
corresponde a todos los ciudadanos.
En tiempo de Jesús, había "malos" ciudadanos. Lo que tenemos ahora es que nos sobran los ciudadanos "corruptos". Y sabemos que la corrupción, sobre todo cuando hay gente que pasa hambre, es la mayor desvergüenza que puede tener una sociedad o un país.

3. ¿Qué respuesta da Jesús a los que le preguntan por este asunto?
Recordemos que los impuestos, que cobraban los romanos en Palestina, eran impuestos injustos, que oprimían al pueblo pobre e indefenso. Y, sin embargo, Jesús dice dos cosas:
1) Cumplid con vuestros deberes como ciudadanos, aunque sepáis que os explotan y os roban. En cualquier caso, tenéis que ser buenos ciudadanos.
2) Cumplid con vuestros deberes con Dios, tomando en serio lo que eso representa y exige. Sin olvidar que Dios es lo más grande, lo primero.

4. Teniendo siempre en cuenta que, si se cumplen estas dos cosas, la situación se resuelve. Y habrá justicia para todos. Porque, si es cierto que el pueblo
-o sea, todos- toma en serio lo que Dios quiere, se tomará en serio que lo primero que Dios quiere es que se haga justicia. Y todos seamos buenos con todos.

SAN NOBERTO
 
Nació en Xanten y desde joven abrazó la vida religiosa, recibiendo las órdenes menores, incluyendo el subdiaconato. Fue convertido cuando caminando por un sendero un rayo asustó a su caballo e hizo que lo derribara al suelo, dejándolo sin conocimiento por más de una hora. Lo primero que dijo al volver en sí, fueron las palabras de San Pablo: "¿Señor, que quieres que yo haga?" y por respuesta oyó las palabras del salmo 37: "Apártate del mal y haz el bien". La conversión fue tan repentina y tan completa como la del apóstol Pablo; se retiró a una casa de oración a meditar y a hacer penitencia y se puso bajo la dirección de un santo director espiritual. Después de hacer los debidos estudios fue ordenado sacerdote en el año 1115.
Uno de sus propósitos fue cumplir y seguir fielmente el Evangelio, y difundirlo por todo el mundo. El Pontífice Gelasio II le concedió licencia para predicar por todos los países, fundando una comunidad en una zona desértica llamada "Premonstré".
Los monjes, con el santo a la cabeza, se dedicaron a vivir el Evangelio lo mejor posible, y pronto San Norberto tuvo nueve conventos en diversas partes del país. El Papa Honorio II aprobó la nueva comunidad, la cual se extendió por varios países.
Fue nombrado Arzobispo de Magdeburgo, y San Norberto se dedicó con todas sus energías a poner orden en su arquidiócesis, ya que muchos laicos se estaban apoderando de los bienes de la Iglesia y algunos sacerdotes no tenían el debido comportamiento. Sus reformas tuvieron una fuerte oposición. Le inventaron toda clase de calumnias y trataron de levantar al pueblo en su contra. Dos o tres veces el santo obispo estuvo a punto de ser asesinado. La rebelión llegó a tal extremo que San Norberto tuvo que salirse de Magdeburgo, pero entonces empezaron a suceder tan terribles males en la ciudad, que los ciudadanos fueron a pedirle que regresara y le prometieron ser más obedientes a sus mandatos e instrucciones. A los pocos años, en el clero se notaba ya un cambio muy consolador y un gran progreso en el fervor y en las buenas costumbres.
En Roma, los enemigos del Papa Inocencio II eligieron un antipapa, llamado Anacleto, expulsando a Inocencio II de la ciudad eterna. San Norberto convenció al emperador Lotario para que, con un gran ejército, fuera a Italia a defender al Pontífice, el cual sin ayuda militar del exterior no podía entrar a Roma. El emperador Lotario, por influencia de nuestro santo, se dirigió con su ejército hacia Italia y en mayo del año 1133 entró a Roma, acompañado de San Norberto y de San Bernardo, y posesionó de nuevo al Pontífice.
Terminada esta su última gran acción, el santo se sintió ya sin fuerzas; en 20 años de episcopado había hecho un trabajo como de sesenta años. Murió en Magdeburgo, el 6 de junio de 1134, a los 53 años.



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