14 De FEBRERO MIÉRCOLES DE CENIZA
SAN VALENTIN
SAN CIRILO Y SAN METODIO
Lectura de la profecía de Joel (2,12-18):
Ahora —oráculo del Señor—
“convertíos a mí de todo corazón,
con ayunos, llantos y lamentos;
rasgad vuestros corazones, no vuestros vestidos,
y convertíos al Señor vuestro Dios,
un Dios compasivo y misericordioso,
lento a la cólera y rico en amor,
que se arrepiente del castigo.
¡Quién sabe si cambiará y se arrepentirá
dejando tras de sí la bendición,
ofrenda y libación
para el Señor, vuestro Dios!
Tocad la trompeta en Sion,
proclamad un ayuno santo,
convocad a la asamblea,
reunid a la gente,
santificad a la comunidad,
llamad a los ancianos;
congregad a los muchachos
y a los niños de pecho;
salga el esposo de la alcoba
y la esposa del tálamo.
Entre el atrio y el altar
lloren los sacerdotes,
servidores del Señor,
y digan:
«Ten compasión de tu pueblo, Señor;
no entregues tu heredad al oprobio
ni a las burlas de los pueblos».
¿Por qué van a decir las gentes:
«Dónde está su Dios»?
Entonces se encendió
el celo de Dios por su tierra
y perdonó a su pueblo.
Salmo: 50,3-4.5-6a.12-13.14.17
R/. Misericordia, Señor: hemos pecado
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti sólo pequé,
cometí la maldad en tu presencia. R/.
Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios
(5,20–6,2):
Hermanos: Actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios
mismo exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os
reconciliéis con Dios.
Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro,
para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en él.
Y como cooperadores suyos, os exhortamos a no echar en saco roto
la gracia de Dios. Pues dice:
«En el tiempo favorable te escuché,
en el día de la salvación te ayudé».
Pues mirad: ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la
salvación.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,1-6.16-18):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidad de no practicar vuestra justicia
delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tenéis
recompensa de vuestro Padre celestial.
Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta
ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser
honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no
sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en
secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a
quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas,
para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su
recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta
y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te
lo recompensará.
Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como
los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que
ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la
cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu
Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te
recompensará».
1. Este evangelio es un llamamiento a pasar por
la vida -en cuanto eso depende de nosotros- de la forma más desapercibida posible. Por eso Jesús les
dice a los cristianos: "No hagáis el bien para que os vean. Porque si
hacéis el bien con esa intención, no os sirve para nada".
Dios quiere que
hagamos el bien, pero de tal manera que el bien se traduzca en bondad. Que no
se note el bien que hacemos. Y, por tanto, que aparezcamos como los demás. Porque Dios está en lo escondido y ve
solamente lo que se hace en lo escondido.
Dios se vuelve ciego
ante lo solemne, lo grandioso, lo que llama la atención. Lo que Dios quiere de
nosotros es que quienes viven a nuestro lado se sientan más
seguros, tengan paz, sean felices. Y eso se
consigue solamente mediante la bondad, no mediante el cumplimiento ostentoso de
lo que está mandado.
2. La limosna, la oración, el ayuno se hacen,
con frecuencia, de forma que quien hace esas cosas se note que las hace. Y todo
eso se hace así "con buena intención": para dar ejemplo, para hacer el bien a otros,
para que la Iglesia se haga presente en la sociedad…
Al Dios de Jesús no
le interesa en absoluto nada de eso. Dios no quiere lo fastuoso, lo que llama
la atención.
3. La doctrina del mérito ante Dios fue un mal
invento de los teólogos antiguos. Con el Padre del Cielo no se hacen negocios. Hacer el bien en lo escondido es buscar
únicamente el bien de los demás, no el negocio celestial de uno mismo. O mejor dicho: lo que Dios espera de nosotros es que siempre seamos
personas que contagian bondad. He ahí el
sentido profundo de
la limosna, la oración y el ayuno.
La cuaresma nos
invita a un repaso general de nuestra forma de vivir, a reorganizarnos en
relación con Dios (oración), con los hermanos (limosna), con nosotros mismos
(ayuno), a reavivar nuestra sensibilidad y nuestra libertad, dominando los
propios caprichos o inclinaciones meramente instintivas. Y, naturalmente, sin
que nada de ello quede viciado por motivos falsos. En lo más santo se puede
infiltrar también el pecado, por ejemplo, el de vanidad o de orgullo: actuando
para que otros nos alaben o aplaudan. Sería un volver a las exterioridades, sin
haber cambiado el corazón.
QUE SIGNIFICA MIERCOLES DE CENIZA
Este miércoles 14 de febrero, comienza la
Cuaresma, tiempo de preparación para la Pascua. Recordamos algunas cosas
esenciales que todo católico debe saber para poder vivir intensamente este
tiempo litúrgico.
1. Es el primer día de la Cuaresma
Con el Miércoles de Ceniza inician los 40 días en
los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente
para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la
Semana Santa.
El Miércoles de Ceniza es una celebración
contenida en el Misal Romano. En este se explica que, en la Misa, se bendice e
impone en la frente de los fieles la ceniza hecha de las palmas bendecidas en
el Domingo de Ramos del año anterior.
2. La imposición de las cenizas surge en los
primeros siglos del cristianismo
La tradición de imponer la ceniza se remonta a la
Iglesia primitiva. Por aquel entonces las personas se colocaban la ceniza en la
cabeza y se presentaban ante la comunidad con un “hábito penitencial” para
recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.
La Cuaresma adquirió un sentido penitencial para
todos los cristianos casi 400 años D.C. y a partir del siglo XI, la Iglesia en
Roma impone las cenizas al inicio de este tiempo.
3. La ceniza recuerda la necesidad de la
misericordia de Dios
La ceniza es un símbolo. Su función está descrita
en un importante documento de la Iglesia, más precisamente en el artículo 125
del Directorio sobre la piedad popular y la liturgia:
“El comienzo de los cuarenta
días de penitencia, en el Rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de
las cenizas, que distingue la Liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los
antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la
penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de
reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la
misericordia de Dios. Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo
ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado
está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Se debe ayudar a los fieles,
que acuden en gran número a recibir la Ceniza, a que capten el significado
interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la
renovación pascual”.
4. Las cenizas tienen varios significados
La palabra ceniza, que proviene del latín
"cinis", representa el producto de la combustión de algo por el
fuego. Esta adoptó tempranamente un sentido simbólico de muerte, caducidad,
pero también de humildad y penitencia.
La ceniza, como signo de humildad, le recuerda al
cristiano su origen y su fin: "Dios formó al hombre con polvo de la
tierra" (Gn 2,7); "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste
hecho" (Gn 3,19).
5. Las cenizas se producen de las palmas del
Domingo de Ramos
Para la ceremonia se deben quemar los restos de
las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior. Estas son rociadas
con agua bendita y luego aromatizadas con incienso.
6. Las cenizas se imponen en la frente al
término de la homilía
Este acto tiene lugar en la Misa al término de la
homilía y está permitido que los laicos ayuden al sacerdote. Las cenizas son
impuestas en la frente, haciendo la señal de la cruz con ellas mientras el
ministro dice las palabras bíblicas: «Acuérdate que eres polvo y en polvo te
convertirás», o «Conviértete y cree en el Evangelio».
Luego, quien recibe las cenizas debe retirarse en
silencio meditando la frase o invitación que la acaban de hacer.
7. Las cenizas también pueden imponerse sin
Misa
Cuando no hay sacerdote la imposición de cenizas
puede realizarse sin Misa, de forma extraordinaria. Sin embargo, es recomendable
que al acto se preceda con una liturgia de la palabra.
Es importante recordar que la bendición de las
cenizas, como todo sacramental, solo puede realizarla un sacerdote o diácono.
8. Las cenizas pueden ser recibidas por no
católicos
Puede recibir este sacramental cualquier persona,
inclusive no católica. Como especifica el Catecismo (1670 y siguientes) los
sacramentales no confieren la gracia del Espíritu Santo como sí lo hacen los
sacramentos, pero por la oración de la Iglesia estos «preparan a recibirla y
disponen a cooperar con ella».
9. No es obligatorio recibir las cenizas
El Miércoles de Ceniza no es día de precepto y por
lo tanto la imposición de ceniza no es obligatoria. No obstante, ese día
concurre una gran cantidad de personas a la Santa Misa, algo que siempre es
recomendable.
10. No existe tiempo exacto para llevar las
cenizas en la frente
Cuanto uno desee. No existe un tiempo
determinado.
11. En Miércoles de Ceniza es obligatorio el
ayuno y la abstinencia
El Miércoles de Ceniza es obligatorio el ayuno y
la abstinencia, como en el Viernes Santo, para los mayores de 18 años y menores
de 60. Fuera de esos límites es opcional. Ese día los fieles pueden tener una
comida “fuerte” una sola vez al día.
La abstinencia de comer carne es obligatoria desde
los 14 años. Todos los viernes de Cuaresma también son de abstinencia
obligatoria. Los demás viernes del año también, aunque según el país puede
sustituirse por otro tipo de ofrecimiento como el rezo del
rosario.
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