martes, 6 de febrero de 2018

Párate un momento: El Evangelio del dia 9 DE FEBRERO - VIERNES – 5ª- SEMANA DEL T. O.- B Stª APOLONIA





9 DE  FEBRERO  - VIERNES –
5ª- SEMANA DEL  T. O.- B

Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 31-37
       En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo, que, además, apenas podía hablar; y le pidieron que le impusiera las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y mirando al cielo, suspiró y le dijo:
"Effeta" (esto es, "Ábrete").
Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Elles mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más intensidad lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro, decían:
 "Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos".

1.  El problema de fondo, que resuelve aquí Jesús, es el problema de la incomunicación humana.  Y lo resuelve en la Decápolis, una región cuya localización no se puede precisar con certeza.  - ¿Fue un error de Marcos?  - ¿Es un error nuestro? Importa poco este   punto concreto. Lo que interesa es que Jesús, a su
paso por una región probablemente de Siria (cf. Marcus Joel, G. Theissen, R. G. Lang), resuelve (simbólicamente) el problema de la incomunicación    entre religiones y culturas.
La incomunicación que se simboliza en un hombre    que era sordo y mudo. No oír ni poder hablar es vivir incomunicado.

2.  Además, la sociedad de los "medios de     comunicación" es la sociedad de la "incomunicación". Se nos oculta la verdad de lo que realmente ocurre y se hace insoportable la incapacidad de empatizar con el otro, ponerse en el lugar del otro. Y así, el aislamiento en que viven muchas personas es aterrador. Como   aterradora es la información manipulada que nos llega sobre asuntos que son los que más nos importan a todos.

3.   Superar la incomunicación humana es algo tan difícil, que este evangelio termina diciendo que, cuando   la gente vio que el sordo y mudo empezó a comunicarse    con normalidad, todo el mundo llegó al "colmo del asombro". Y decía la gente: "todo lo ha hecho bien".
La sinceridad y la libertad para hablar, así como la capacidad de escucha y la paciencia para atender, sin duda son las cosas más difíciles que hay en la relación   humana. Pero esto es lo que, antes que nada, tiene que resolver el Evangelio. Y para ello, lo primero que tenemos que hacer es interpretar el Evangelio, no como una "religión" más, sino como un "proyecto de vida" cuyo centro está en la "bondad" y el "respeto con todos". 

Stª  APOLONIA

Murió en Alexandria (Egipto) en 249 AD

Según la tradición, los padres de Apolonia no tenían descendencia a pesar de sus constantes oraciones a sus dioses. Finalmente, la futura madre le pidió a la Virgen Santísima que interceda por ellos. Cuando la joven Apolonia conoció las circunstancias de su nacimiento, se hizo cristiana. 
San Dionisio, obispo de Alejandría, fue testigo de la muerte de Apolonia quien era para entonces una diaconisa de edad avanzada. La describió en una carta a Fabio que fue preservada por Eusebio, obispo de Antioquía. 
Estalló una persecución de los cristianos por el populacho pagano de Alejandría en el último año del reino del emperador Felipe. Los cristianos eran arrastrados fuera de sus casas y asesinados, sus propiedades saqueadas.  La persecución comenzó cuando un poeta de Alejandría profetizó desastre por la presencia de los cristianos a los que consideraba impíos por no adorar a los dioses.
La primera víctima fue un anciano venerable llamado Metras o Metrius, a quien trataron de obligar a proferir blasfemias contra Dios. Cuando se negó, lo azotaron, le clavaron astillas de caña en los ojos, y lo mataron a pedradas. 
La siguiente persona que aprehendieron fue a una mujer cristiana, llamada Quinta, a quien llevaron a uno de sus templos para forzarla a adorar al ídolo.  Ella se dirigió al falso dios con palabras de desprecio que exasperaron tanto al pueblo que la arrastraron por los talones por encima del empedrado, la azotaron y le dieron muerte a pedradas.  Por esos días, los alborotadores habían llegado al colmo de su furor. Los cristianos no ofrecían resistencia, sino que se daban a la fuga, abandonando todas sus pertenencias, sin quejarse, porque sus corazones estaban despegados de la tierra. Su constancia era tan general, que San Dionisio no supo de ninguno que hubiera renunciado a Cristo. 
Se apoderaron de Apolonia y la golpearon en la cara, le tiraron todos los dientes, y después, prendiendo una gran hoguera fuera de la ciudad, la amenazaron con arrojarla dentro si no pronunciaba ciertas palabras impías.  Les rogó que le dieran unos momentos de tregua, como si fuera a considerar su posición. Entonces, para dar testimonio de que su sacrificio era perfectamente voluntario, tan pronto como la dejaron libre, se lanzó dentro de las llamas.
Luego descargaron su furia sobre un santo hombre llamado Serapión y lo atormentaron en su propia casa; después lo tiraron de cabeza desde la azotea.
En la mayoría de las regiones de la Iglesia occidental se encuentran iglesias y altares dedicados en honor de Santa Apolonia, pero no se la venera en ninguna iglesia oriental, aun cuando sufrió en Alejandría. 
San Agustín explica porque razón anticipó su muerte.  El santo supone que obró por una dirección particular del Espíritu Santo, porque de otra manera no sería lícito hacerlo; nadie puede apresurar su propio fin. 
Se la invoca contra el dolor de muelas y todas las enfermedades dentales, y se la presenta con un par de pinzas que sostienen un diente o si no, suele distinguirse por un diente de oro pendiente de su collar.

Oración
Santa Apolonia intercede por nosotros, para que no cedamos ante el paganismo actual que nos arrastra y nos quiere seducir.  Que tu ejemplo y el de los otros mártires nos de fuerza para ser fieles a nuestro Señor Jesucristo. Amén.

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