8 DE FEBRERO - JUEVES –
5ª-
SEMANA DEL T. O. - B
Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 24-30
En aquel tiempo, Jesús fue
a la región de Tiro. Se alojó en una casa procurando pasar desapercibido, pero
no lo consiguió; una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se
enteró enseguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies. La mujer era pagana,
una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija.
Él le dijo:
"Deja que coman primero los hijos. No
está bien echarles a los perros el pan de los hijos".
Pero ella replicó:
"Tienes razón, Señor: pero también los
perros debajo de la mesa comen las migajas que tiran los niños'.
Él le contestó:
"Anda vete, que por eso que has dicho,
el demonio ha salido de tu hija".
Al llegar a su casa, se encontró a la niña
echada en la cama; el demonio se había marchado.
1. Es verdad que, al final de este relato, la
presencia de Jesús es también salud y vida para la chica que estaba enferma.
Pero también es cierto que, según las palabras del propio Jesús, lo que sanó a
la niña no fue el milagro de Jesús, sino lo que dijo la madre de aquella
muchacha. Y lo que dijo aquella madre fueron
unas palabras de tanta humildad y de tal
bondad, que allí mismo se modificó el pensamiento de Jesús y se expulsó al
demonio.
La humildad y la
bondad de las buenas personas desarman a Dios y espantan al diablo. No creemos
lo
suficiente en la fuerza de la bondad, y menos
aún creemos en lo irresistible que es el poder de la humildad.
El orgullo, la
arrogancia y la prepotencia son
expresiones de la propia inconsistencia y de la
propia debilidad.
2. Sin embargo, este evangelio muestra las
dificultades que generan las religiones por causa de las divisiones y
preferencias que establecen. En el judaísmo
existía el convencimiento de que los judíos eran los preferidos de Dios, aunque
la salvación alcanzaría también, en segundo lugar, a los demás
pueblos.
De esta idea participaba san Pablo (Rm
1, 16; cf. Hch 13, 46). Y es el criterio que Marcos, refleja aquí.
3. Jesús, educado en la cultura y en la religión
de su pueblo, seguramente participaba de estas ideas. Pero, a juicio del relato
de Marcos, la humanidad y la bondad de una pobre mujer extranjera fueron más
fuertes que todo. Al mismo Jesús le hicieron ver las cosas de otra manera.
STª
JOSEFINA BAKITA
Martirologio Romano: Virgen, nacida en la región de Darfur, en Sudán,
que, siendo aún niña, fue raptada y vendida en diversos mercados africanos de
esclavos, sufriendo dura cautividad. Al obtener la libertad, abrazó la fe
cristiana e ingresó en el Instituto de Hijas de la Caridad (Canosianas), y pasó
el resto de su vida en Schio, en el territorio italiano de Vicenza, entregada a
Cristo y al servicio del prójimo († 1947).
Fecha de beatificación: 17 de mayo de 1992 por S.S. Juan Pablo II
Fecha de canonización: 1 de octubre de 2000 por el Papa San Juan Pablo
II
Breve Biografía
La verdadera fortuna es conocer, amar y servir a
Dios. El nombre "Bakhita" significa "afortunada" y nuestra
santa ciertamente lo es. Sin embargo, esa fortuna no le vino nada fácil.
Bakhita es el nombre que recibió cuando fue secuestrada mientras que fue
bautizada con el nombre de Josefina.
De su vida no se conocen datos exactos. Se cree
que es de Olgossa en Darfur, y que nació en 1869. Vivió su infancia con sus
padres, tres hermanos y dos hermanas, una de ellas su gemela.
Su vida fue profundamente marcada cuando unos
negreros llegaron a Olgossa y capturaron a su hermana. En su biografía
escribió: "Recuerdo cuánto lloró mamá y cuánto lloramos todos".
También cuento su propia experiencia al encontrarse con los buscadores de
esclavos.
Cuando aproximadamente tenía nueve años, paseaba
con una amiga por el campo y vimos de pronto aparecer a dos extranjeros, de los
cuales uno le dijo a mi amiga: ´Deja a la niña pequeña ir al bosque a buscarme
alguna fruta. Mientras, tú puedes continuar tu camino, te alcanzaremos dentro
de poco´. El objetivo de ellos era capturarme, por lo que tenían que alejar a
mi amiga para que no pudiera dar la alarma.
Sin sospechar nada obedecí, como siempre hacia.
Cuando estaba en el bosque, me percaté que las dos personas estaban detrás de
mí, y fue cuando uno de ellos me agarró fuertemente y el otro sacó un cuchillo
con el cual me amenazó diciéndome: ´Si gritas, ¡morirás! ¡Síguenos! ".
Fueron esos hombres quienes le pusieron el nombre
Bakhita sin comprender a donde ella llegaría. Llevaron a Bakhita a El Obeid
donde fue vendida a cinco distintos amos en el mercado de esclavos. Intentó
escapar, pero sin éxito. Su cuarto amo fue el peor en sus humillaciones y
torturas. Cuando tenía unos 13 años fue tatuada, le realizaron 114 incisiones y
para evitar infecciones le colocaron sal durante un mes. Ella cuenta en su
biografía: "Sentía que iba a morir en cualquier momento, en especial
cuando me colocaban la sal".
El comerciante italiano Calixto Leganini compró a
Bakhita en 1882. Era el quinto amo. Ella escribe: "Esta vez fui realmente
afortunada porque el nuevo patrón era un hombre bueno y me gustaba. No fui
maltratada ni humillada, algo que me parecía completamente irreal, pudiendo
llegar incluso a sentirme en paz y tranquilidad".
En 1884 Leganini se vio en la obligación de dejar
Jartum, tras la llegada de tropas Mahdis. Bakhita quiso seguir con su amo
cuando este se fue a Italia con su amigo Augusto Michieli. La esposa de
Michieli los esperaba en Italia y quiso quedarse con uno de los esclavos que
traían por lo que se le dió a Bakhita. Con su nueva familia, Bakhita trabajo de
niñera y amiga de Minnina, hija de los Michieli.
En 1888 la familia Michieli compró un hotel y se
trasladaron a Suakin pero Bakhita decidió quedarse en Italia. Bakhita y Minnina
ingresaron al noviciado del Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia.
Esta congregación, fundada en 1808, es más conocida como Hermanas de Canossa.
Fue en el Instituto que Bakhita conoció de verdad a
Cristo y que "Dios había permanecido en su corazón", por lo que le
había dado fuerzas para poder soportar la esclavitud, "pero recién en ese
momento sabía quién era". Recibió al mismo tiempo el bautismo, la primera
comunión y la confirmación, el 9 de enero de 1890, por manos del Cardenal de
Venecia. Tomó el nombre cristiano de Josefina Margarita Afortunada.
Al ser bautizada expresó: "¡Aquí llegué a
convertirme en una de las hijas de Dios!". Se dice que no sabía cómo
expresar su gozo y en su biografía cuenta que en el Instituto conoció cada día
más a Dios, "que me ha traído hasta aquí de esta extraña forma".
La Señora de Michieli volvió del Sudán a llevarse
a su hija y a Bakhita, pero con gran valentía Bakhita se negó a ir y prefirió
quedarse con las Hermanas de Canossa. Bakhita pudo prevalecer porque la
esclavitud era ilegal en Italia. El 7 de diciembre de 1893, a los 38 años profesó
en la vida religiosa.
Bakhita fue trasladada a Venecia en 1902, donde
trabajó limpiando, cocinando y cuidando a los más pobres. Nunca realizó
milagros ni fenómenos sobrenaturales, pero tenía fama de santidad. Siempre fue
modesta y humilde, mantuvo una fe firme en su interior y cumplió siempre sus
obligaciones diarias.
Mucho le costó escribir su autobiografía en 1910,
la cual fue publicada en 1930. En 1929 se le ordena ir a Venecia a contar la
historia de su vida. Luego de la publicación de sus memorias, se hizo muy
conocida y viajaba por toda Italia dando conferencias y recogiendo fondos para
su congregación.
Aunque la salud de Bakhita se fue debilitando
hacia sus últimos años y quedó con mucho dolor en silla de ruedas, no dejó de
viajar. Falleció el 8 de febrero de 1947 en Schio, siendo sus últimas palabras:
"Madonna! Madonna!"
Miles de personas fueron a darle el último adiós,
expresando así el respeto y admiración que sentían hacia ella. Fue velada por
tres días, durante los cuales, según cuenta la gente, sus articulaciones aún
permanecían calientes y las madres cogían su mano para colocarla sobre la
cabeza de sus hijos. Josefina se recuerda con veneración en Schio como
"Nostra Madre Moretta".
Sus restos incorruptos fueron sepultados bajo el
altar de la iglesia del convento de Schio, Italia.
A LOS ALTARES
En 1959 la diócesis local comenzó las
investigaciones sobre su santidad. El 1 de diciembre de 1978 fue declarada
Venerable. El 17 de mayo de 1992 fue beatificada por Juan Pablo II,
declarándose su fiesta el 8 de febrero. En esa ocasión el Papa reconoció que
ella transmitió el mensaje de reconciliación y misericordia.
Bakhita fue canonizada por S.S. Juan Pablo II el 1
de octubre del 2000.
La historia de Bakhita es la de un continente.
Ella sufrió graves males en manos de algunos cristianos, pero su corazón no se
cerró. Supo perdonar a los que la ultrajaron y descubrir que aquellos agravios,
aunque cometidos por cristianos, son contrarios al camino de Jesús. Gracias a
las religiosas encontró el verdadero rostro de Cristo y entró en Su Iglesia.
Nada, ni los malos ejemplos, nos puede apartar del amor de Dios cuando le
permitimos reinar en nuestro corazón. Bakhita nos deja este maravilloso
testamento de perdón por amor a Cristo:
"Si volviese a encontrar a aquellos negreros
que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si
no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa".
El Papa la llamó "Nuestra Hermana
Universal".
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