28 - DE
JULIO – MIERCOLES –
17ª –
SEMANA DEL T. O. – B –
SAN VICTOR – I
Lectura del libro del Éxodo
(34,29-35):
Cuando
Moisés bajó del monte Sinaí con las dos tablas de la alianza en la mano, no
sabía que tenía radiante la piel de la cara, de haber hablado con el Señor.
Pero Aarón y todos los israelitas vieron a Moisés con la piel de la cara
radiante y no se atrevieron a acercarse a él.
Cuando Moisés los
llamó, se acercaron Aarón y los jefes de la comunidad, y Moisés les habló.
Después se acercaron todos los israelitas, y Moisés les comunicó las órdenes
que el Señor le había dado en el monte Sinaí. Y, cuando terminó de hablar con
ellos, se echó un velo por la cara.
Cuando entraba a la
presencia del Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta la salida.
Cuando salía, comunicaba a los israelitas lo que le habían mandado. Los
israelitas veían la piel de su cara radiante, y Moisés se volvía a echar el
velo por la cara, hasta que volvía a hablar con Dios.
Palabra de
Dios
Salmo: 98
R/. Santo eres, Señor, Dios
nuestro
Ensalzad
al Señor, Dios nuestro,
postraos ante el estrado de sus pies:
Él es santo. R/.
Moisés y
Aarón con sus sacerdotes,
Samuel con los que invocan su nombre,
invocaban al Señor,
y él respondía. R/.
Dios les
hablaba
desde la columna de nube;
oyeron sus mandatos
y la ley que les dio. R/.
Ensalzad
al Señor, Dios nuestro;
postraos ante su monte santo:
Santo es el Señor, nuestro Dios. R/.
Lectura del santo evangelio
según san Mateo (13,44-46):
En aquel
tiempo, dijo Jesús a la gente:
«El reino de los cielos
se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a
esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El reino de los cielos
se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de
gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.»
Palabra del
Señor
2. La convicción no se limita
a la creencia. Una convicción se define por el hecho de que
orientamos nuestro comportamiento conforme a ella (J.
Habermas). Por eso, la convicción consiste principalmente en el
hecho de que está uno dispuesto a dejarse guiar en su actividad por la fórmula
de la que está convencido (Ch. S. Peirce).
El que está convencido de una cosa, la
hace. Y si no la hace, es que no está convencido de tal cosa. El que no se
quita del tabaco es que no está convencido de que tiene que hacer eso. De ahí
que las convicciones son las que determinan nuestros hábitos de vida y de
conducta.
3. Con las parábolas del tesoro y la perla, lo que Jesús quiere decir es que uno cree en el Evangelio cuando esa creencia llega a ser la convicción que determina nuestras decisiones y nuestros hábitos de comportamiento.
El que tiene y mantiene convicciones que
nada tienen que ver con el Evangelio, se incapacita para creer en el Evangelio.
Por ejemplo, creer en Jesús y no estar dispuesto a
ceder ni pizca en lo que toca al honor o al dinero son cosas incompatibles.
SAN VICTOR – I
XIV Papa de la Iglesia y Mártir
Martirologio Romano: En Roma, san
Víctor I, papa, africano de nacimiento, que fijó para todas las Iglesias la
celebración de la fiesta de Pascua en el domingo que sigue inmediatamente a la
Pascua judía (c. 200).
Breve Biografía
Natural de África. Hijo de Félix.
Sucedió a san Eleuterio en el 189. Será el primer papa que afirme la existencia
de un magisterio moral del obispado de Roma sobre los otros obispados de la
Iglesia y comienza a sustituir el griego utilizado en la liturgia por el latín,
aunque la misa seguirá celebrándose en griego hasta el año 230.
Durante su pontificado, Víctor sentó
las bases para la celebración de los concilios al ordenar a los obispos del
orbe cristiano que se reunieran en sínodos para considerar -confiaba él- la
condena de la celebración de la Pascua según la costumbre judía que la
celebraba el día 14 del mes de Nisán aunque no coincidiera en domingo.
Los obispos de Asia Menor, encabezados
por Polícrates obispo de Éfeso, rehusaron abandonar la práctica que, según
ellos y tal y como le expresó Polícrates al papa en una carta que le envió
hacia 190 D.d J.C., esta práctica, conocida como “cuarto decimal” fue la de los
apóstoles Felipe y Juan, y la de los santos Policarpo de Esmirna y Melitón de
Sardes. Como respuesta, Víctor envió una carta a los obispos declarando
excluidos de la comunión a las iglesias de Asia. Esta decisión trajo un gran
revuelo entre los obispos. Entonces intervino san Ireneo de Lyon y, después de
afirmar que él personalmente mantenía el domingo para la celebración de la
Pascua, le rogaba al Papa Víctor a seguir la posición de sus predecesores y que
aceptara la duplicidad de costumbre.
Parece ser que Víctor quiso imponer su
voluntad sobre la celebración dominical de la Pascua, pues Blasto, que era un
fuerte defensor de la práctica cuarto decimal se separó de la Iglesia creando
un cisma.
Aproximadamente en el 198, Víctor
excomulgó a Teodoto, un curtidor de Bizancio por practicar la doctrina
adopcionista, aunque no pudo impedir que sus discípulos siguieron propagando
sus ideas en Roma.
Por otra parte, estableció que, en
casos de emergencia, se pudiese utilizar cualquier agua para el bautismo, sin
necesidad de estar bendecida.
Mantuvo relaciones con la casa
imperial a traves de Marcia, catecúmena cristiana que era la concubina del
emperador Cómodo. Víctor le entregó una lista de cristianos condenados a las
minas en Cerdeña y consiguió su liberación. Le sucedió san Ceferino.
San Víctor murió antes de que
comenzase la persecución de Septimio Severo, pero las persecuciones que debió
sufrir por su enérgico celo para defender la fe le merecen el título de mártir.
Según San Jerónimo, este santo fue el primero en celebrar los sagrados
misterios en latín.
Por: Cristina Huete García | Fuente:
hagiopedia.blogspot.com
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