12 - DE FEBRERO – SÁBADO –
5ª – SEMANA DEL T.O. – C
Santa Eulalia
de Barcelona
Lectura del primer libro de los
Reyes (12,26-32;13,33-34):
En aquellos
días, Jeroboán pensó para sus adentros:
«Todavía puede volver el reino a la casa
de David. Si la gente sigue yendo a Jerusalén para hacer sacrificios en el
templo del Señor, terminarán poniéndose de parte de su señor, Roboán, rey de
Judá; me matarán y volverán a unirse a Roboán, rey de Judá.»
Después de aconsejarse, el rey hizo dos
becerros de oro y dijo a la gente:
«¡Ya está bien de subir a Jerusalén!
¡Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto!»
Luego colocó un becerro en Betel y el
otro en Dan.
Esto incitó a pecar a Israel, porque
unos iban a Betel y otros a Dan. También edificó ermitas en los altozanos; puso
de sacerdotes a gente de la plebe, que no pertenecía a la tribu de Leví.
Instituyó también una fiesta el día
quince del mes octavo, como la fiesta que se celebraba en Judá, y subió al
altar que había levantado en Betel, a ofrecer sacrificios al becerro que había
hecho.
En Betel estableció a los sacerdotes de
las ermitas que había construido. Jeroboán no se convirtió de su mala conducta
y volvió a nombrar sacerdotes de los altozanos a gente de la plebe; al que lo
deseaba lo consagraba sacerdote de los altozanos.
Este proceder llevó al pecado a la
dinastía de Jeroboán y motivó su destrucción y exterminio de la tierra.
Palabra de Dios
Salmo: 105, 6 7a. 19-20. 21-22
R/. Acuérdate de mí, Señor,
por amor a tu pueblo
Hemos pecado
con nuestros padres,
hemos cometido maldades e iniquidades.
Nuestros padres en Egipto
no comprendieron tus maravillas. R/.
En Horeb se
hicieron un becerro,
adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen
de un toro que come hierba. R/.
Se olvidaron
de Dios, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en el pais de Cam,
portentos junto al mar Rojo. R/.
Lectura del Evangelio según san Marcos
(8,1-10):
Uno de
aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus
discípulos y les dijo:
«Me da lástima de esta gente; llevan ya
tres días conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en
ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde
lejos.»
Le replicaron sus discípulos:
«¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí,
en despoblado, para que se queden satisfechos?»
Él les preguntó:
«¿Cuántos panes tenéis?»
Ellos contestaron:
«Siete.»
Mandó que la gente se sentara en el
suelo, tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y los
fue dando a sus discípulos para que los sirvieran.
Ellos los sirvieron a la gente.
Tenían también unos cuantos peces; Jesús
los bendijo, y mandó que los sirvieran también. La gente comió hasta quedar
satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos
cuatro mil.
Jesús los despidió, luego se embarcó con
sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
Palabra del Señor
1. La multiplicación de los panes es el hecho de la vida de
Jesús que más veces se repite, no solo en los evangelios, sino incluso en toda
la Biblia. Porque se repite seis veces (Mc 6, 30-44; Mt 14, 15-23; Lc 9, 12-17; Jn 6, 1-5; Mc
8, 1-11; Mt 15, 32-39).
Como se puede leer en los pasajes citados, hay una primera
multiplicación de panes que relatan los cuatro evangelios. Y una segunda que se
relata solamente en Mateo y Marcos. Se ha discutido si la segunda
multiplicación de panes es un duplicado, que no pasa de ser una mera repetición
del primer relato de la comida multiplicada por Jesús. No lo podremos saber
nunca con seguridad. Sea lo que sea de esto, lo que interesa
es que debió impresionar mucho a las primeras comunidades de cristianos. Por eso
lo recordaron más que ninguna de las otras cosas que hizo y dijo Jesús.
La salud y la comida son las dos cosas que más nos preocupan a todos
los humanos. Por eso, estas dos cosas fueron las que más atendió Jesús.
2. Debió impresionar mucho a aquellas gentes el hecho humano que con
esto se hizo patente: el hambre de la gente, el hambre en el mundo. Algo que
nos tiene que impresionar tanto, que se nos conmuevan las entrañas hasta el
extremo de que no podamos soportar ver a la gente destrozada y en peligro
inminente de desmayar por el camino. Ahora mismo son unos mil millones de
personas, por lo menos, en el mundo.
3. Para los cristianos fue muy fuerte también el símbolo cristiano,
que representaba la Eucaristía: la Acción de Gracias, la Fracción del Pan. Cada
domingo, en cada comunidad de creyentes en Jesús, se recordaba así la presencia del
Señor.
La mesa compartida les recordaba, además, que la unión y la humanidad, que
los distinguía, tenía su origen en Jesús allí presente, y no en el honor o el
poder, ni en la religión de los ritos y observancias, que eran los valores
supremos de aquella sociedad.
4. Lo que da pena -si pensamos en todo esto desde la fe cristiana- es
que, lo que empezó siendo una comida compartida, ha terminado siendo una misa,
es decir, un ritual religioso, que, en buena medida, hay mucha gente que no lo
entiende, ni le interesa gran cosa.
¿No es esto una tarea urgente a remediar?
En la ciudad
de Barcelona, en la Hispania Tarraconense, memoria de santa Eulalia (Eulàlia,
Laia), virgen y mártir (in. s. IV). Virgen mártir, patrona de Barcelona y
Perpiñán
Vida de Santa Eulalia de
Barcelona
Eulalia de
Barcelona vivió cerca de Barcina, Hispania (actual Barcelona, España) en los
tiempos del emperador Diocleciano (284-305) durante el siglo III o IV, siendo
papa Marcelino.
Durante la
persecución de los cristianos en la región, Eulalia, una muchacha de entre 13 y
15 años escapó de una casa de campo donde sus padres la habían encerrado para
que no se entregase a las autoridades, abiertamente confesó su fe y fue
entregada al martirio. Fue víctima de diferentes tormentos y murió en la cruz.
De acuerdo con la
tradición, uno de estos tormentos consistió en lanzarla rodando dentro de un
tonel lleno de vidrios rotos por la calle (actualmente llamada Baixada de Santa
Eulàlia -Bajada de Santa Eulalia-), donde hay una imagen de la santa en una
pequeña capilla.
Dice la leyenda
que fue clavada desnuda en una cruz de forma de 'X' (forma conocida como cruz
de Santa Eulalia). En aquel momento para preservar su intimidad le crecieron
los cabellos y comenzó a nevar.
Al final de su
oración de que el Señor la tomara a Su Reino, la gente vio volar hacia el cielo
de su boca una paloma blanca.
Fue canonizada y
se considera santa tanto por la Iglesia Católica Romana, como por la Ortodoxa.
Sus despojos
fueron localizados en 878 por el obispo Frodoi y trasladados solemnemente a la
catedral.
Fuente:
Spider Martirologio + wikipedia
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